Multas más duras en la nueva ordenanza de Barcelona: hasta 750 euros por orinar en la calle y 3.000 a las rutas alcohólicas
El Ayuntamiento de Barcelona ya tiene a punto el nuevo redactado de la ordenanza de civismo, que es del año 2005. El Gobierno de Jaume Collboni lo ha pactado con Junts y ERC, con quienes lo aprobará en el próximo plenario. El texto supone un endurecimiento de las sanciones a conductas como pintar grafitis, orinar o beber alcohol en la calle, y crea nuevas multas para comportamientos como la masturbación en la vía pública o dejar las deposiciones de los perros de compañía sin limpiar.
La actualización de la ordenanza persigue también acelerar el pago de las multas, especialmente en el caso de los turistas, y la detección de los reincidentes. Este jueves se ha aprobado en comisión con los votos de PSC, Junts y ERC, el rechazo de los Comuns y de Vox y la reserva de voto del PP.
El Ayuntamiento de Barcelona ya tiene a punto el nuevo redactado de la ordenanza de civismo, que es del año 2005. El Gobierno de Jaume Collboni lo ha pactado con Junts y ERC, con quienes lo aprobará en el próximo plenario. El texto supone un endurecimiento de las sanciones a conductas como pintar grafitis, orinar o beber alcohol en la calle, y crea nuevas multas para comportamientos como la masturbación en la vía pública o dejar las deposiciones de los perros de compañía sin limpiar.
La actualización de la ordenanza persigue también acelerar el pago de las multas y garantizar su cobro, algo que todos los partidos reconocen que no se consigue suficientemente. También busca penalizar más a los reincidentes. Por ahora se ha aprobado en comisión con votos de PSC, Junts y ERC, el rechazo de los Comuns y de Vox y la reserva de voto del PP.
La lista de modificaciones que introduce es larga, a menudo añadiendo concreciones y supuestos a conductas ya sancionables. O incrementando su cuantía. En cuanto al consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, las sanciones van de 100 a 600 euros si se perturba la “tranquilidad ciudadana”, es decir, cuando se perjudica el descanso vecinal, se realiza en zonas con medidas de reducción del ruido o se causan “molestias graves a los vecinos”.
Uno de los agravantes que se añaden es cuando el botellón se realiza en lugares donde hay menores. En este supuesto, la multa asciende a entre 750 euros y 1.500 euros. También se incluye la sanción a las rutas alcohólicas entre bares y locales nocturnos. Quienes organicen o vendan entradas para circuitos de este tipo se enfrentan a sanciones de hasta 3.000 euros.
En cuanto a orinar en la calle, el texto introduce agravantes que aumentan las sanciones en algunos supuestos. Por ejemplo, se castiga con hasta 750 euros cuando se realice en las inmediaciones de lavabos públicos o de libre acceso al público, de bares o restaurantes, o en calles de una anchura de cuatro metros o inferior. Puede alcanzar los 1.500 euros si se orina en la calle en lugares concurridos por menores de edad o en algún edificio catalogado.
En el caso de las pintadas, la modificación incluye que las personas que las realicen en lugares no autorizados sean castigadas con hasta 600 euros y también penaliza que se promueva, favorezca o colabore con esta actividad. Además, el infractor deberá asumir el coste de la limpieza o reparación del espacio dañado, sin perjuicio también de la imposición de la sanción correspondiente.
Otra de las novedades más llamativas de la ordenanza es el castigo de actos que atentan contra la libertad e indemnidad sexual en el espacio público. Se castiga así el exhibicionismo y masturbación en el espacio público frente a personas adultas; y manifestaciones o expresiones verbales que puedan resultar degradantes o humillantes y que puedan ofender la dignidad de las personas a las que van destinadas. También se incluyen los tocamientos o roces –aunque sean simuladamente accidentales–, el seguimiento, mantenimiento de conductas o mensajes sexuales puntuales sin amenazas ni coacciones y la insistencia en tocar, abrazar o cualquier otra conducta que se considere que atenta contra la libertad sexual.
En el caso del nudismo, el nuevo texto multa con hasta 300 euros llevar el torso desnudo por la calle, salvo si se está practicando actividad física. También se multa con hasta 300 euros transitar por la calle con elementos sexuales, por ejemplo como ocurre en las despedidas de soltero.
Aparte de endurecer las sanciones, la nueva norma también rebaja el descuento que se aplica si se paga de forma anticipada la multa. En la nueva ordenanza la rebaja se sitúa entre el 40% y el 50%, mientras que en la actual es entre el 65% y 70%.
El teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle, ha reivindicado que se trata de una norma “capital” que busca “el máximo consenso posible” para “promover el uso responsable del espacio público”. Batlle ha propuesto también la creación de una mesa de seguimiento bimensual con los grupos sobre el cumplimiento de la ordenanza. Por su parte, la Comisionada de Convivencia del Ayuntamiento de Barcelona, Montserrat Surroca, ha destacado que se trata de una “propuesta coral” que incorpora peticiones de los grupos y entidades y aporta mayor transparencia.
En el debate, el presidente del grupo de Junts, Jordi Martí, ha argumentado el voto a favor por “responsabilidad política y cívica” y por “vencer la impunidad que ha protegido a los infractores”. “No es un voto a favor del gobierno, sino a favor de la ciudad y los barceloneses”, ha remarcado.
El concejal de los Comuns, Marc Serra, ha denunciado sin embargo haber conocido el texto con solo 48 horas de antelación y que la reforma de la norma incrementa las sanciones, reduce las bonificaciones, pero no garantiza que se vayan a cobrar más. Ha augurado de hecho que esto provocará que se paguen menos multas, especialmente de aquellos colectivos que se suelen ver afectados como los manteros o las trabajadoras sexuales. “Nos preocupa que el efecto será más ineficacia y trasladar más frustración a la población”, ha dicho.
A su vez, el concejal de ERC Jordi Coronas ha remarcado que existe un “consenso social de que la ordenanza (actual) no está funcionando” y por eso ha defendido la modifición. Ha subrayado la aceptación de algunas de las alegaciones de los republicanos, como la ampliación de las medidas alternativas, una mayor mediación y protección de las personas en situación de vulnerabilidad.
La concejala del PP Sonia Devesa ha criticado que se convertirá en una “amnistía a los incívicos” y ha remarcado que “el problema es que las multas no se cobran”. Por último, el concejal de Vox Gonzalo de Oro-Pulido ha afirmado que la nueva norma llega “tarde, mal y con los mismos vicios de siempre”.
0