Xavi Hernández, la brújula del Barça

Si, por ejemplo, el Barça fuera el Réquiem de Mozart, Xavi sería Von Karajan. Nadie hasta ahora no ha sabido dirigir e interpretar con la precisión del terrassense la partitura de uno de los equipos más sinfónicos de la historia del fútbol. Con innata clarividencia, el centrocampista un segundo adelantado al resto, intervalo de tiempo suficiente para imaginar la mejor jugada y ponerle la velocidad adecuada, cambiando de marcha según precise el juego. Con la cabeza erguida, lee el campo, pelea opciones y escoge la mejor.

Se podría decir, sin temor a exagerar, que Xavi Hernández (1980) nació en el Barça. Se incorpora a los 11 años (1991) y debuta en el primer equipo el 18 de agosto de 1998, de la mano de Louis Van Gaal, en un partido de Supercopa de España ante el Mallorca, siendo titular y marcando un gol. A partir de ese momento, su incorporación es progresiva, deviniendo fijo en el once azulgrana, especialmente tras la marcha de Pep Guardiola en la liga italiana. Será unos años después, justamente a las órdenes del santpedorenc, cuando vivirá los momentos más álgidos con el Barça. Xavi es el jugador con más partidos jugados y títulos ganados de la historia del FC Barcelona: set Ligas españolas (1998-99, 2004-05, 2005-06, 2008-09, 2009-10, 2010-11 y 2012-13) ; dos Copas del Rey (2008-09 y 2011-12); seis Supercopas de España (2005, 2006, 2009, 2010, 2011 y 2013); tres Ligas de Campeones (2005-06, 2008-09, 2010-11); dos Supercopas de Europa (2009, 2011); dos Campeonatos del Mundo de Clubes (2009, 2011) y cuatro Copas Cataluña (2003-04, 2004-05, 2006-07 y 2012-13).

El jugador catalán también ha hecho escuela en la selección española; debutó el 15 de noviembre de 2000 ante Holanda en Sevilla, pero antes ya había ganado el mundial Sub 20 de Nigeria y la plata en los Juegos de Sidney. Con la selección absoluta ha ganado una Copa del Mundo (2010) y dos Eurocopas (2008 y 2012).

Aunque ha obtenido preciados trofeos individuales, como el de mejor jugador de la Eurocopa 2008, no son pocos los que piensan que en las vitrinas del jugador falta una merecida balón de oro; la vez que fue más cerca fue en 2009, que quedó en tercera posición por debajo de Leo Messi y de Cristiano Ronaldo.

Pero todo principio tiene un final y Xavi, con 34 años, enfila los últimos años de su carrera futbolística. Una realidad, cada vez más visible, que le ha llevado a plantearse dejar el club y afrontar la recta final en Qatar o en Nueva York; finalmente, sin embargo, el nuevo entrenador del FC Barcelona, Luis Enrique, le ha hecho cambiar de parecer y, al menos, disputará una temporada más en el Barça. A quien sí ha dicho adiós es la selección española: después de un desgraciado mundial, el que también ha sido cerebro de la Roja, ha elegido la retirada por así concentrar todos sus esfuerzos en el nuevo Barça.

Xavi sabe mejor que nadie que los años no perdonan, pero también es consciente de que, si el cuerpo aguanta, todavía le pueden quedar unos cuantos conciertos para dirigir; si el Barça, en su conjunto, no desafina, el egarense no le temblará la batuta. Pase lo que pase y cuando llegue el final, el Barça tendrá que ser consciente de que con Xavi se irá uno de los mejores futbolistas de la historia del club, y el mejor centrocampista.