Carles Puigdemont pide no descartar todavía un referéndum acordado
Cambio de papeles –el enésimo– entre los actores políticos catalanes a cuenta del referéndum. Si hasta el pasado verano los independentistas daban por hecho que el referéndum acordado era imposible por la negativa cerrada del Gobierno español a pactarlo, mientras los federalistas de Catalunya Sí que es Pot anunciaban un cambio de mayorías en el Congreso que lo haría posible, ahora son los independentistas quienes no cierran la puerta a que el PP se avenga a un acuerdo que desde Moncloa descartan.
El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, lo ha explicado así durante la sesión de control del Parlament de Catalunya, ante una pregunta del líder socialista, Miquel Iceta. El del PSC le ha inquirido por los preparativos de un referéndum “sobre el que sabremos que no habrá acuerdo”, ha dicho Iceta, “por lo que será fuera de la legalidad”.
El president ha respondido que él aún no sabe cuál será la respuesta a “una propuesta que todavía no se ha formulado”, por lo que él hará todo lo posible para cumplir el mandato del Parlament “que no está suspendido” de intentarlo “todo” para que haya un referéndum acordado. Puigdemont se refería así a la moción aprobada conjuntamente por su grupo y el de CSQEP en septiembre pasado, favorable al referéndum pactado, que el Gobierno de Rajoy no recurrió ante el Constitucional, como si lo hizo con la otra, aprobada el mismo día con la CUP, que hablaba del referéndum unilateral.
“No se está negociando”
Aquel gesto de Rajoy de no recurrir aquella resolución difícilmente puede interpretarse como un hilo de esperanza de que el Gobierno central negociará un referéndum. La línea roja de Moncloa sobre esta cuestión ha sido un muro inagrietable incluso en los momentos en los que Madrid ha intentado mostrar la máxima cordialidad. El Govern lo sabe bien y lo ha puesto de manifiesto, sin ir más lejos en la propia sesión de control, cuando Puigdemont ha asegurado: “Las negociaciones ni se están produciendo ni parece que se vayan a producir”.
El jefe del gobierno catalán despejaba también así las dudas sobre el encuentro que mantuvo con Rajoy el día 11 de enero en Moncloa, que este miércoles ha revelado La Vanguardia. Puigdemont ha evitado referirse a ello abiertamente, pero cada vez que ha rodeado la cuestión ha dado muestras de que la reunión fue estéril para la negociación del referéndum.
Sin embargo la estrategia del Govern para llegar al referéndum unilateral pasa por activar también la vía del referéndum pactado, pese a todo lo fantasiosa que ésta pueda ser. Solo de esta forma, calculan en el Palau, cuando el carril del referéndum pactado se vea claramente impedido, el conjunto de partidarios del referéndum, pactado o no, podrán sumarse al carril del referéndum unilateral.
Esta es la estrategia que sigue también el Pacte Nacional pel Referèndum, que este mismo miércoles anunció el inicio de su campaña para sumar apoyos para el referéndum pactado. Con un manifiesto en el se busca poner presión al Estado a favor de la votación sobre la independencia, la entidad de momento se muestra reacia a posicionarse sobre la estrategia unilateral.
Preparativos del referéndum
La deliberada nebulosa en la frontera entre referéndum pactado y no pactado no ha evitado que Puigdemont haya hablado este miércoles sin ambages del segundo. Según ha explicado a preguntas de la oposición, su Govern está llevando a cabo los preparativos para el referéndum, como es mandato del Parlament.
Cuando el líder de CSQEP, Lluís Rabell, le ha preguntado si, debido a esos preparativos, el Govern estaba desobedeciendo o pensaba hacerlo, acusándolo de “doble lenguaje”, el president ha asegurado que se trata de obediencia al Parlament y que es una actitud que mantienen en todo momento y delante de todo interlocutor. Puigdemont le ha devuelto la pelota preguntándole si su grupo, frontalmente opuesto al referéndum sin acuerdo con el Estado, piensa desobedecer el mandato del Parlament.