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El Govern presentará a los 'comuns' unos presupuestos que amplían partidas sociales pero sin tocar impuestos

El vicepresidente del Govern y líder de ERC, Pere Aragonès

Arturo Puente

El proyecto de presupuestos de la Generalitat va atrasado. El Govern lo ha asumido ya, abriéndose a una prórroga temporal cuando comience el nuevo año. El vicepresident económico, Pere Aragonès, trabaja ahora para evitar que esa prórroga temporal se convierta en definitiva, para lo que necesita convencer a algunos de los grupos de la izquierda de que voten sus cuentas. En especial los 'comuns', el grupo que se ha mostrado más abierto y al que Aragonès tratará de seducir la semana que viene.

Los presupuestos que el vicepresident mostrará a los grupos pretenden tener un marcado acento social en cuanto a las inversiones. Con un aumento superior a los 1.600 millones de euros en gasto no financiero, un dato avanzado por el secretario general de la vicepresidencia Albert Castellanos en una entrevista con EFE, el nivel de inversión total quedará cercano al récord de 2010 que se toma como referencia de techo histórico. La intención de Aragonès, además, es que hasta dos tercios de esta subida vaya a gasto social y seguridad, por lo que algunas partidas podrían revertir totalmente los recortes acometidos en los gobiernos de Artur Mas.

En concreto el proyecto de cuentas amplía varias de las partidas sociales, como la renta de garantía ciudadana o la de la dependencia. Ambas ya subieron, en torno a 70 millones cada una, en los últimos presupuestos que diseñó Oriol Junqueras, y el objetivo de ERC ahora es que vuelvan a incrementarse. De la misma forma, fuentes del Departament explican que mantendrán para este año los compromisos con los sindicatos de profesores, alcanzados para obtener el apoyo de la CUP en 2017.

Similares impuestos, más gasto social

Este aumento pretende realizarse sin entrar en una reforma de calado de la fiscalidad. En los tramos altos, asegura el equipo económico, no hay apenas capacidad recaudatoria, ya que en esos niveles de renta los beneficios vienen más del capital que del trabajo, explican. Tampoco creen que haya demasiado margen para bajar los impuestos de las rentas más bajas, un debate que ya surgió en la última negociación presupuestaria pero se acabó descartando. El propio Aragonès aseguró la semana pasada en una entrevista en eldiario.es: “El camino en el ámbito de la fiscalidad se ha hecho y hay poco margen”.

Otra de las medidas estrella con la que Aragonès quiere convencer al grupo de Ada Colau es la financiación de la escuela infantil, para niños de entre 0 y 3 años. Después de que varias ciudades ganaran recursos judiciales contra la decisión del Govern de desentenderse de la financiación de las guarderías en 2014, la Vicepresidència prevé ahora volver a comprometerse con este sector. Aunque desde el Departament prefieren no concretar cifras hasta que no se sustancie la negociación, recuerdan que la última partida para esta materia fue de 45 millones.

El líder de ERC ha revelado este jueves en el Parlament su interés por reunirse con los grupos la semana que viene. Desde el Govern se habla por igual de PSC, comuns y CUP, aunque fuentes de la Vicepresidència reconocen que la oportunidad principal para sacar adelante las cuentas pasa por el grupo de Catalunya en Comú. El grupo de Jéssica Albiach, sin embargo, ha apostado por unir los presupuestos en Catalunya con los de Barcelona y España, algo que el independentismo ha rechazado.

Cambio por los presupuestos de Sánchez

Pese a eso, CatComú aún no desiste en convencer a ERC y PDeCAT para que acaben apoyando los presupuestos de Sánchez. La propia alcaldesa Ada Colau se ha metido en la negociación pidiendo una reunión con el president Quim Torra para tratar el asunto. Todo esto mientras el PSOE ha comenzado a asumir esta semana que no conseguirá los apoyos de los independentistas y que tendrá que sostener la legislatura sin presupuestos, o con cambios parciales.

El principal argumento de los 'comuns' para revolverse contra la propuesta de Aragonès es que, sin aprobar los presupuestos en Madrid, la Generalitat tendrá mucha menos capacidad inversora. Aseguran que un acuerdo en Madrid permitiría también mover el techo de gasto que impone la ley de Estabilidad. Por el momento, el departamento económico del Govern asegura trabaja con un déficit del 0,1% del PIB, lejos del 0,3% que Sánchez se comprometió con Europa.

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