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La reclamación de “pan, trabajo, techo y dignidad” junta a todo el abanico de la izquierda

Varias figuras de la izquierda en el acto de apoyo a quienes se han encerrado en la iglesia del Pi. (Foto: @guanyem)

Siscu Baiges

Dirigentes de todos los grupos y partidos a la izquierda del PSC e ICV han acompañado, este sábado 27 de febrero, a los parados encerrados, estos días de Navidad, en la iglesia del Pi, en Barcelona. En el acto donde se han expuesto las reivindicaciones de este colectivo y sus nuevas iniciativas para conseguir “Pan, techo, trabajo y dignidad” han participado responsables de Guanyem, las CUP, Podem, EUiA y Procés Constituent.

En las puertas de la iglesia, y en una rueda de prensa inhabitualmente multitudinaria para este tipo de reivindicación, se han dado cita Ada Colau (Guanyem) David Fernández (CUP), Marc Bertomeu (Podem), David Companyon (EUiA) y los impulsores del Procés Constituent Teresa Forcades y Arcadi Oliveres. También estaba Diosdado Toledano, promotor de la iniciativa legislativa popular para la Renta Garantizada de Ciudadanía, que ha denunciado que esta propuesta -asumida por los parados encerrados en la iglesia del Pi- se está debatiendo con excesiva lentitud en el Parlamento catalán. “Al paso que vamos la ley que regule esta renta no se aprobará hasta dentro de dos años”, ha dicho. David Companyon, diputado de EUiA en el Parlamento ha criticado que el presidente del grupo parlamentario de CiU, Jordi Turull, haya anunciado que no financiarán esta propuesta, aunque tengan el dinero suficiente, porque no la comparten ideológicamente.

El primero en hablar, ante los periodistas y las personas que se han solidarizado con el encierro, ha sido Javier Rodas, de la Coordinadora de Asambleas de Trabajadores y Trabajadoras en Paro de Cataluña y promotor de las Marchas por la Dignidad. Rodas ha explicado los objetivos de la acción y ha recordado que en Cataluña hay 800.000 parados y que 90.000 familias no cuentan con ningún tipo de ingresos y que se han desahuciado 7.000 personas en los últimos seis meses. Después de denunciar la pobreza energética de decenas de miles de familias y de reclamar un trabajo o una prestación digna, ha pedido la dimisión de los gobiernos de Artur Mas y Mariano Rajoy y que las diferentes opciones de izquierda se pongan de acuerdo en una propuesta de mínimos para sustituir a los que ha definido como “gobiernos títeres del capital”.

Las críticas a Mas y Rajoy han sido compartidas por los diferentes dirigentes políticos y sociales que han tomado la palabra a continuación, centradas, sobre todo, en la interpretación de la situación económica que hizo el presidente del Gobierno el día anterior. Ada Colau ha dicho que es “mentira” que se haya entrado en una etapa de recuperación económica y ha reclamado que responsables políticos como el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, compartan las Navidades con las familias que sufren privaciones y pobreza. También ha denunciado que los puestos de trabajo que se están creando son casi un insulto y que no permiten que los trabajadores salgan del círculo de la pobreza.

David Fernández, de la CUP, también ha apostado por la Renta Garantizada de Ciudadanía y ha asegurado que los 2.600 millones de euros necesarios para su aplicación no son difíciles de encontrar teniendo en cuenta que se han dedicado 15.000 a rescatar las cajas y que las diez personas más ricas de Cataluña atesoran 16.000. Arcadi Oliveres ha dicho que ese dinero también se podría conseguir con una reforma fiscal justa mientras que su compañera del Procés Constituent, Teresa Forcades, ha destacado que el aumento de la desigualdad no es consecuencia de la crisis económica sino que estamos ante una crisis del sistema. Para cambiar esta realidad, a su entender, hace falta “una revolución pacífica y democrática que suponga un cambio radical”. A su vez, Marc Bertomeu, de Podem, ha fiado al ciclo electoral que se vivirá en 2015 su esperanza en que triunfen combates como el de los parados que se han encerrado en la iglesia del Pi.

Una comida popular ha puesto punto y final al encierro. El siguiente objetivo de quienes han protagonizado esta iniciativa, que se ha realizado simultáneamente en una cuarentena de ciudades españolas, es trasladar sus reclamaciones a la segunda Marcha por la Dignidad que se celebrará el 22 de marzo en Madrid, y que en su primera edición reunió a más de un millón de personas.

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