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Piden planes de emergencia a los ayuntamientos ante el “dibujo” de la sequía en el Tajo

Estado del embalse de Buendía / Foto: Plataforma contra el Tajo-Segura

Carmen Bachiller

“Comienza a dibujarse un escenario de sequía” en la cuenca del río Tajo. Lo reconocen sus gestores, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) que este lunes han celebrado Junta de Gobierno para, entre otras cosas, analizar la actual situación hidrológica de una cuenca que no pasa por sus mejores momentos, debido a la falta de lluvias.

El nuevo presidente del organismo, Juan Carlos de Cea, que sustituyó recientemente a Miguel Antolín, ha repasado la actual situación de los sistemas hidrológicos de la cuenca, de acuerdo a los indicadores de sequía. El esbozo no pinta bien y así lo ha dejado patente en varios mensajes publicados en el perfil de Twitter de la propia confederación.

Según el mapa del estado de dichos indicadores de sequía de fecha 6 de noviembre (el último publicado) se encuentran en estado de “emergencia” tanto al cabecera del río Tajo (el complejo Entrepeñas-Buendía del que se abastece el trasvase Tajo-Segura, entre las provincias de Cuenca y Guadalajara) como  el sistema del río Tajuña, entre las provincias de Guadalajara y Madrid.

Además, se encuentra en alerta el sistema del río Alberche -hay que recordar que la ciudad de Toledo cederá 400.000 metros cúbicos de agua a la Mancomunidad del Torcón, que se encuentra en este sistema para garantizar el abastecimiento ciudadano-  y el del río Salor, este último en la provincia de Cáceres.

 Mientras, los sistemas de los ríos Sorbe (Guadalajara) -en este caso para abastecer a ciudades como Alcalá de Henares y Guadalajara y del que espera también abastecerse Grupo Rayet para poner en marcha 'Alovera Beach', la mayor playa artificial de Europa-  y Alagón (Cáceres) se encuentran en estado de prealerta.

El agua es cada vez más escasa. No llueve y De Cea ha recordado también durante la reunión que el Plan Especial de Sequía de la cuenca, que data de 2007, se encuentra en proceso de revisión. La última gran sequía que se produjo en la cuenca ocurría entre los años 1994 y 1995. En ese periodo, las aportaciones anuales de agua en la cuenca se vieron reducidas en más del 67%. Y fueron todavía peores las reducciones en los años 91-92 (-75,1% ) y  92-93 (-73,9%). Ahora, la historia se repite.

Se pide a los ayuntamientos que preparen planes de emergencia

La Mancomunidad de Aguas del Torcón, en la provincia de Toledo ha sido la primera en restringir el consumo de agua. El presidente de la Confederación del Tajo ha hablado hoy de abastecimiento para anunciar que  “ya  se ha requerido” a los ayuntamientos con población mayor de 20.000 habitantes a que dispongan del “preceptivo Plan de Emergencia ante situaciones de sequía como establece el Plan Hidrológico Nacional”.

Los planes de emergencia dependen de cada zona, de cada ayuntamiento y deben identificar distintas acciones para cada fase de la sequía, con especial incidencia en los momentos de alerta y emergencia.  Según la Guía para la Elaboración del Planes de Emergencia por Sequía en Sistemas de Abastecimiento Humano, deben incluirse en primer lugar medidas preventivas para la identificación de las condiciones de inicio de fases de sequía. Es decir, lo primero es determinar los umbrales para iniciar las actuaciones, desarrollar sistemas de alerta temprana y monitorizar consumos, calidad de aguas o estados de reservas así como disponer de un inventario de fuentes alternativas de suministro.

Después se requieren medidas en el ámbito de la administración, gestión y operación de los sistemas de suministro, como por ejemplo las que mejoran la eficiencia del sistema o medidas de carácter institucional que permita la “información e interlocución” con las autoridades e instituciones responsables en cada ámbito.

También deben contemplarse medidas de carácter legal y normativo como actuaciones sobre las tarifas o bandos sobre  limitaciones o restricciones en el uso del agua y medidas de incidencia social que pasen por informar a los consumidores, a los medios de comunicación, limitaciones en el uso del agua (incluso cortes nocturnos).

Otro de los aspectos de los planes de emergencia tiene que ver con las medidas de incidencia ambiental, como el seguimiento de la explotación de acuíferos, el control  de vertidos a los cauces o la reutilización de aguas regeneradas.

Se contempla también la necesidad de crear una comisión para gestionar la situación de sequía en cada fase o implantar, ampliar y mejorar infraestructuras (obras de emergencia, usar volúmenes muertos de los embalses, camiones cisternas, perforar nuevos pozos…).

Se “anima” a los regantes a reducir consumos de agua y a “elegir cultivos adecuados”

Aviso también a los agricultores de la cuenca del Tajo. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo ha expresado este lunes ante la Junta de Gobierno “animar” a los regantes “a reducir consumos y optimizar regadíos en la medida de lo posible, así como a elegir los cultivos más adecuados a las disponibilidades de agua de cada sistema”.  Y no solo se ha dirigido a los regantes. Además se ha lanzado el mismo “claro mensaje de concienciación” de ahorro de agua a todos los usuarios y también a los responsables de su gestión entre los que se cuentan comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos o mancomunidades, entre otros. 

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