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Sobre este blog

Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.

 

‘Thirteen’: Ivy, adolescencia secuestrada

Thirteen

Mario Cerdeño

Los británicos ya están más que acostumbrados a ofrecer temporada tras temporada pequeñas -por la duración- y grandes -por su calidad- ficciones; de hecho, últimamente la cosecha ha sido extremadamente buena con títulos muy interesantes: ‘Doctor Foster’, ‘The Missing’, ‘River’, ‘Happy Valley’, ‘War and Peace’, ‘Wolf Hall’ o ‘The Last Kingdom’, entre otras. Esta semana escribiré sobre una de esas miniseries que perduran y dejan poso en la memoria durante unos cuantos días después de haberla terminado: ‘Thirteen’.

Esta miniserie de tan solo cinco episodios está creada y escrita por Marnie Dickens (‘Hollyoaks’) para la BBC Three; y, dirección, se encuentran Vanessa Caswill (‘My Mad Fat Diary’) y China Moo-Young (‘Humans’, ‘Secret Diary of a Call Girl’ y ‘Spotless’). La protagonista absoluta es la joven actriz Jodie Comer (‘Doctor Foster’, ‘Remember me’ o ‘My Mad Fat Diary’) que completa una actuación de bandera. Así, ‘Thirteen’ es un drama oscuro y desasosegante sobre secuestros que recuerda a la película ‘Room’.

Una mujer joven sale corriendo de una casa en un barrio tranquilo, en la primera cabina telefónica llama a la policía y dice que es Ivy Moxan (Jodie Comer). Ella fue secuestrada hace trece años y su caso fue archivado al encontrarse en un callejón sin salida. Ahora con 26 años y una adolescencia perdida se enfrenta a un mundo muy diferente donde solo es un recuerdo doloroso; además, hay que sumar las diferentes secuelas psicológicas del largo y tedioso cautiverio.

‘Thirteen’ somete al espectador a una constante presión psicológica que navega por los recuerdos más oscuros de una mente dañada por 13 años de secuestro y, eso lo más interesante de este drama intensísimo. Una historia, la de Ivy Moxa, llena de matices trágicos y tristes que quedan fielmente reflejados en su mirada. Un personaje que se enfrenta a un mundo en el que se encuentra desfasada y, aunque su familia y amigos intentan retroceder en el “tiempo”; es imposible. Así, la serie compone en finas y precisas pinceladas la psicología de la protagonista y, donde el silencio es parte fundamental de la narración.

Los padres divorciados y la hermana a punto de casarse se adaptarán de forma muy distinta al regreso de Ivy: su madre, Christina Moxan (Natasha Little), intentará sobre protegerla de manera extrema y exigiría que su marido vuelva a casa como si no hubiera pasado el tiempo; su padre, Angus Moxan (Stuart Graham), por el contrario quiere contarle la verdad e intentar afrontar los problemas de su hija; y, por último la hermana, Emma Moxan (Katherine Rose Morley) del escepticismo inicial a querer recuperar el tiempo perdido, incluso anteponiendo la felicidad con su novio. Aunque, la narración no se pare en exceso en detalle sí que consigue una pequeña radiografía psicológica familiar.

Por otro lado, tenemos la investigación policial llevada a cabo por los agentes Elliot Carne (Richard Rankin) y Lisa Merchant (Valene Kane). Que quizás es la parte más torpe -que no mala- de la narración por ciertos comportamientos hacia la protagonista que, dudo seriamente que se dieran en la realidad. Aún así, esta trama sirve para descubrir el lado más “oscuro”, vulnerable y contradictorio de Ivy Moxan; y, ahí, la narración se pone turbia, tensa y opresiva ya que la línea entre la verdad y la mentira empieza a resquebrajarse y, el espectador, como es lógico, se empieza a replantear la naturaleza del leitmotiv: ¿es víctima o cómplice? ‘Thirteen’ juega a la perfección estas cartas consiguiendo unos logrados giros de guión.

Si en algo falla en ‘Thirteen’ es el final ya que queda la sensación que todo se resuelve de forma rápida y atropellada pero, no es algo que pueda llegar a ensuciar el punto importante de la serie: la psicología de Ivy Morgan.

La atmósfera es tétrica, grisácea y envolvente que conjuga a la perfección con la fuerza dramática de una narración que te deja sin aliento y, a la que acompaña una dirección en perfecta sintonía. Una historia bien construida que solo se le puede reprochar algunas fisuras al final. Unos personajes muy bien perfilados con una Jodie Comer, y su Ivy Moxan, como pilar central de una miniserie en que ella es todo.

‘Thirteen’ es una excelente recomendación aunque no es una serie para pasarlo bien, precisamente, por lo dura que es. Aún así, si te gusta el estilo narrativo británico: es tu serie.

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