Una escapada al Parque Natural de la Puebla de San Miguel

El Rincón de Ademuz es una de esas comarcas privilegiadas por sus paisajes de montaña y fluviales, por la cantidad de rincones y parajes naturales salpicados de naturaleza salvaje, por las rutas de senderismo que atraviesan todo tipo de caminos y, cómo no, por el encanto de sus pueblos y monumentos históricos.

En Ademuz, Casas Altas, Casas Bajas, Castielfabib, La Puebla de San Miguel, Torrebaja y Vallanca aún se mantienen vivas las tradiciones, y sus calles y gentes se han convertido en guardianes de algunos de los entornos más singulares del interior de la Comunitat Valenciana, así como de un legado cultural y etnográfico singular. Pueblos y aldeas cuya resistencia y belleza van a maravillar a los viajeros que se acerquen hasta aquí. Y como no podía faltar el agua en una zona como esta, son tres los ríos que la bañan y esculpen con exuberancia: Turia, Ebrón y Bohilgues, este último considerado el río con las aguas más limpias de la Comunitat.

El Rincón de Ademuz es perfecto para realizar todo tipo de actividades al aire libre: senderismo, ciclismo de montaña, birdwatching, escalada o actividades relacionadas con la astronomía. Y contiene un buen número de lugares que no nos podemos perder: la Muela de los Tres Reinos, el Museo de Etnología “El Cubo”, la microrreserva de sabinas albares de Las Blancas, el poblado íbero de La Celadilla, considerado la Pompeya valenciana, los paisajes de barracas (construcciones de piedra en seco), los campos de manzanas autóctonas o algunas de las rutas fluviales mejor conservadas y en las que se respira tranquilidad se vaya cuando se vaya.

Y no es casualidad que en esta comarca del Rincón de Ademuz encontremos el Parque Natural de la Puebla de San Miguel, uno de los mejores parques naturales valencianos gracias a su gran valor paisajístico y ambiental. Recibe el nombre de Puebla de San Miguel, un municipio ubicado al este de la comarca, en las estribaciones occidentales de la sierra de Javalambre, sobre cuya orografía, abrupta y quebrada, se halla el Alto de las Barracas, el punto más alto de la Comunitat, con 1.839 metros de altitud.

Esta joya fue declarada parque natural en 2007 y ofrece una superficie de más de 6.000 hectáreas, un escenario perfecto para los amantes de la naturaleza y de los rincones más secretos. Porque estamos ante un parque natural en los que no vamos a encontrar aglomeraciones, sino que se puede visitar de manera relajada, dejándose llevar por el silencio reparador de su entorno.

Aquí abundan los elementos naturales de gran valor y diversidad. Poblaciones de sabina albar y pino albar; ejemplares de mariposa Isabelina y Apolo; águilas culebreras, milanos, águilas calzadas o incluso águilas reales; ginetas, corzos y ciervos; y la presencia de algunas especies de murciélagos escasas en la Comunitat Valenciana.

Todas estas características hacen de este parque natural un destino apetecible en cualquier época del año, e ir descubriendo poco a poco, kilómetro a kilómetro, lo que nos ofrece.

Aquí se encuentra Las Blancas, una micro reserva con un grupo de sabinas monumentales con el mismo nombre, y cuya importancia no radica en que quizá albergue la mayor cantidad de sabinas monumentales de España, sino que los ejemplares datados pueden tener entre 1.500 y 2.000 años.

También es destacable un bosque de 55 hectáreas repleto de pinos silvestres en muy buen estado. Más otros ejemplares de árboles singulares, como corresponde a los tejos del Barranco de Ripoll. De esta especie hay un ejemplar monumental en el paraje de La Peguera, de unas dimensiones casi colosales. El Barranco de la Hoz es también un lugar extraordinario, gracias a la cantidad de plantas endémicas que alberga.

La mejor manera de conocer el Parque Natural de la Puebla de San Miguel es a través de las rutas señalizadas. Hay numerosos caminos y senderos, verdaderas arterias de paz y relax. Pero hay cuatro principales, cuatro senderos señalizados, tres de los cuales son asequibles para toda clase de público y un cuarto más exigente, ideal para quienes buscan una dosis de aventura extra.

Ruta Verde: El Carrascal. 4,7 kilómetros y de baja dificultad. La mayor parte del recorrido se adentra por un bosque mediterráneo conquistado por carrascas y quejigos, bajo los que surge un sotobosque de lavandas, tomillos o romeros.

Ruta Roja: Camino de la Sal. 9 kilómetros y dificultad media. Discurre en parte por el antiguo Camino de la Sal, que comunicaba Puebla de San Miguel con Arcos de las Salinas. Nos llevará a atravesar ecosistemas forestales y zonas de cultivo. Con espectaculares vistas al valle de la Puebla de San Miguel.

Ruta Amarilla: Sabinas, testigos del tiempo. 4,2 kilómetros y dificultad baja. Por este itinerario iremos descubriendo muchas de las sabinas albares y carrascas catalogadas como monumentales. Ideal para visitar el municipio de Puebla de San Miguel.  

Ruta azul: por las cumbres. 17 o 26 km y dificultad media-alta. Aptas para BTT. Discurre por toda la zona meridional del Parque Natural, a través de amplios bosques, como el bosque puro de sabina albar y el Pinar Espeso, de masas compactas de pinar negral.

Y, por supuesto, tras volver de nuestro encuentro con la naturaleza, es hora de buscar un lugar para comer y descansar. Lo bueno es que estamos en uno de los mejores sitios.

La gastronomía del Rincón de Ademuz es espectacular. Guisos, materias primas del terreno y repostería de escándalo. O lo que es lo mismo: arroz empedrao, puchero, almortas, gachas, tartas, pastelitos y mermeladas de manzanas del terreno, alajuz, tortas de píngano, mantecados y turrones. Y como no puede ser de otra manera, los alojamientos rurales de la zona beben de la misma tranquilidad y belleza de la que hemos ido haciendo acopio.

A estas alturas ya no hay duda de que el Parque Natural de la Puebla de San Miguel es perfecto para desconectar unos días en plena naturaleza.