Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

El comprador del medio del que Puig es accionista recuperó un mes después mediante beneficios lo que pagó por la quita

Anuncio desde el Twitter de Prensa Ibérica de la visita de Javier Moll al periódico 'Mediterráneo'.

Sergi Pitarch

El pasado 17 de abril, Editorial Prensa Ibérica (EPI) ingresó en la cuenta del Institut Valencià de Finances (IVF) los 560.000 euros por el crédito con quita del 70% que, junto a la condonación de la banca privada y del banco público catalán, le permitió adquirir el Grupo Zeta. Ese día y tras la firma ante un notario de Valencia, el presidente de EPI, Javier Moll, se convirtió en socio del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en el periódico Mediterráneo, en una operación político-mediática que ha puesto de uñas a la oposición de PP y Ciudadanos.

El pago de estos 560.000 euros formalizaba un acuerdo a gran escala que facilitó el decreto aprobado el 15 de marzo por el Gobierno valenciano y que autorizó al IVF, entre otras funciones, a poder reestructurar la deuda como si de un banco privado se tratara. El presidente de la Generalitat estuvo en ese pleno de validación y votó a favor del reglamento que, cuatro meses después, ha servido para hacer una única quita, la que ha beneficiado a Prensa Ibérica.

Un mes y diez días después, el 25 de abril y tras haber anunciado la compra del grupo Zeta el 18 de abril, entre ellos el periódico Mediterráneo -gestionado a través de la sociedad Pecsa-, Pecsa convocó la Junta General Ordinaria de Accionistas para el 28 de mayo. En esa junta, ya controlada por Javier Moll tras haber pagado al IVF y antes a la banca privada el resto de los 30 millones por la deuda de Zeta con quita del 70 %, Pecsa aprobó las cuentas de 2018, que arrojaron unos beneficios de 750.000 euros, y que se repartieran beneficios entre los accionistas. Un 86 % para Prensa Ibérica, un 2 % para Gabriel Batalla (Grupo Obinesa), una cantidad similar para Enrique Gimeno (Facsa) y, entre otros pocos, un 1,16 % de esa ganancias para el propio Ximo Puig. 

De esta manera, Pecsa, la editora de Mediterráneo, recuperó un mes después de desembolsar los 560.000 euros esa inversión con la que una vez aplicada la quita liquidó la deuda con el IVF. El presidente de la Generalitat presentará en breve su nueva declaración de renta en la GVA Oberta donde ya reflejará los nuevos ingresos por sus acciones en Pecsa, que podrían rondar los 9.000 euros, aunque fuentes cercanas al presidente no quisieron desvelar el montante total. Esa suma podría disparar a los 20.000 euros los dividendos cobrados en tres años como jefe del Consell.

Después de esta operación con el IVF, del acuerdo global con la banca privada y de la recogida de dividendos, EPI inició un gran reconversión en todos los medios del grupo, pero especialmente en la Comunitat Valenciana, donde el banco público dirigido por Illueca perdonó 1,3 millones. El 17 de junio, el grupo presidido por Javier Moll cerró la histórica cabecera Levante de Castelló tras 28 años siendo la competencia directa de Mediterráneo

Levante de Castelló fue el azote de la derecha del expresidente de la Diputación de Castelló condenado por defraudar a Hacienda, Carlos Fabra, mientras Mediterráneo seguía una política mediática de contemporización, en ocasiones con una línea editorial más que magnánima con el político que todavía cumple su pena de cárcel en tercer grado. Además, la compra de Grupo Zeta por parte de EPI también la han pagado periodistas despedidos de Levante-EMV y Superdeporte, el periódico deportivo valenciano. Hasta 60 puestos de trabajo se han perdido en los diarios del grupo en toda España.

Aunque el presidente Puig ha defendido que sus acciones en Mediterráneo son “históricas” y “sentimentales”, solo entre 2004 y 2018 ha podido percibir en 6 ejercicios alrededor de 70.000 euros en dividendos. Un retorno de la inversión a 14 años de alrededor del 40%. Pocos fondos de inversión y multinacionales en el mundo ofrecen este tipo de ganancias. Y es que pese a la crisis económica y de los periódicos en papel, Pecsa repartió sus ganancias con sus accionistas los años 2004, 2005, 2006, 2016, 2017 y 2018. Antes del año 2000, esta vez en pesetas, el periódico Mediterráneo repartió importantes sumas entre los accionistas.

Y como muestra un botón. Por el 22% de las acciones de Pecsa, el PSOE ingresó 300 millones de pesetas en 1999 tras vendérselas al Grupo Zeta

Etiquetas
stats