Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Feijóo se alinea con la ultra Meloni y su discurso de la inmigración como problema
Israel anuncia una “nueva fase” de la guerra en Líbano y crece el temor a una escalada
Opinión - Junts, el bolsillo y la patria. Por Neus Tomàs
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

“El libro de Miguel Delibes”, la ultima sintonía del genio con sus lectores

"El libro de Miguel Delibes", la ultima sintonía del genio con sus lectores
Madrid —

0

Madrid, 13 oct (EFE).- Amigos y familiares de Miguel Delibes, sus estudiosos más avezados y miles de entusiastas seguidores de su vida y obra se han unido hoy vía internet para celebrar el centenario del nacimiento del escritor con la edición de un libro que condensa, en 400 páginas, el mayor deseo del vallisoletano: sintonizar con sus lectores.

“Nosotros no nos debemos a los editores, no tome en serio a los 'delibeanos', no les haga usted caso del todo -decía medio riéndose él, que también era académico-. Tenemos que sintonizar con los lectores”, ha relatado hoy Emili Rosales, director de Ediciones Destino, al desvelar uno de los encuentros con el escritor: “Mientras todos le encumbraban, él no quería perder de vista el tú a tú con sus lectores”.

Esa confesión de su último editor, a la que ha rodeado un largo y amoroso relato de momentos íntimos, y también literarios, de Ángeles Delibes, hija del creador de “Los santos inocentes”, y de Amparo Medina-Bocos, amiga y experta en su obra, ha sido posible hoy gracias a la iniciativa del escritor y periodista Jesús Marchamalo, comisario de la exposición que acoge sobre Delibes la Biblioteca Nacional de España.

Así, en una multipantalla con los protagonistas encuadrados, los seguidores han sabido que Delibes, además de austero y elegante, era ecologista y goloso, que trabajaba por las mañanas sobre una mesa de ping-pong antes de tirarse a la piscina de un salto y con la nariz tapada para evitar echarse atrás por lo fría que estaba siempre el agua, y que dedicaba todas sus primeras ediciones a su familia.

Los cien años los habría cumplido el día 17, celebrando el último éxito de Rafael Nadal, probablemente, con algún trocito de dulce, mejor si era la tarta de frambuesa de Embassy, que le compraba su hija Elisa, y hubiera recibido las flores que siempre le enviaba Lola Herrera.

“Él no iba de tiendas, y al final de su vida, tenía cientos de cazadoras iguales”, se ríe su hija Ángeles, que cuenta con muchísima generosidad cientos de detalles de la vida de su padre, el genio, un escritor que fue clásico en vida y que todavía sigue situando en los frontales de las librerías alguno de sus 40 títulos.

“Es un hecho extraordinario porque no solo se leen recomendados a nivel escolar, sino que tiene aún lectores espontáneos”, ha explicado Rosales para quien Delibes “es un clásico enormemente popular” cuyos títulos han de reeditar continuamente, aparte de los audiolibros con sus éxitos más célebres.

Y ahora, a partir del próximo día 15, los fan dispondrán de una nueva joya, “El libro de Miguel Delibes: Vida y obra de un escritor” que ha condensado en 400 páginas -“lo más difícil de hacer”, según Medina-Bocos“, que no solo recorre con Marchamalo la exposición de la BNE, sino su trayectoria vital y las claves de su universo narrativo.

Todo ello acompañado de fotografías de su archivo personal, dibujos y documentos y de una cuidada antología de textos con una nueva mirada, moderna, actualizada y reivindicativa que permite al lector acercarse al personaje y a su época y hacerse una idea también de la estrecha relación entre su vida personal y su obra literaria.

Fotos que hoy, gracias a la pericia de Marchamalo, se han ido mostrando para ilustrar los pequeños secretos que contiene la obra: de la devoción del escritor por su familia, a la que prefería escribir cartas, “tarjetones por las dos caras”, apunta Ángeles, que incluían dibujitos cuando eran para los nietos.

O el día que su padre, que siempre le daba a leer a su madre sus manuscritos, le pidió a ella, a Ángeles, que leyera un texto muy personal: “Me dijo que si no me gustaba o no quería que se publicara, lo quemaría”, pero la impresionada hija solo pudo llorar al leer aquel texto: era lo más autobiográfico que había escrito, y contaba, entre otras cosas, la muerte de su madre.

Una de las fotos en las que se detiene Marchamalo muestra el despacho de Delibes donde claramente se percibe su Premio Nadal: “Es emocionante -dice Rosales- pensar que dio alas a tantos grandes escritores, como él. Era el gran escaparate de la nueva literatura en ciernes, y era una publicidad para los nuevos valores”.

Rosales recuerda ese periplo, desde el año 48 que ganó el Nadal hasta 'El hereje'. “Fue una gran suerte poder editar las obras completas y que él las revisara, no siempre ocurre -dice el editor- que el autor pueda dar el visto bueno a la edición definitiva”.

Todos valoraron lo diferentes que fueron todos sus títulos, aunque su estudiosa, la profesora Medina-Bocos hace notar que hay “constantes”: “Libros de ciudad o de campo, siempre hay muchos niños; la obsesión por la muerte, por la naturaleza, fundamental sobre todo en las novelas rurales”.

Y las voces: “la forma que le daba a la novela, igual tradicional, en tercera persona, como dando la voz a un cazador, a un emigrante, a las memorias de sus días de caza o de pesca, o a una mujer de clase media”.

“Delibes era el dominio del lenguaje, el lenguaje brilla en él: tenía el don del lenguaje”, abunda y resume Rosales.

Y como pasa en todas las reuniones sinceras, Ángeles Delibes y Amparo Medina-Bocos le recriminan a Marchamalo que la exposición no ha reflejado la enorme cantidad de traducciones que tuvo su obra. “Para la próxima”, promete el periodista.

Etiquetas
stats