Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Pablo Gutiérrez se alía con Cyrano de Bergerac para conquistar a los jóvenes

Pablo Gutiérrez se alía con Cyrano de Bergerac para conquistar a los jóvenes
Madrid —

0

Madrid, 19 mar (EFE).- “Colgado de Cyrano”, así reconoce estar desde joven el escritor Pablo Gutiérrez por este personaje y por eso no es de extrañar que en su novela juvenil “El síndrome de Bergerac” lo que quiere transmitir este profesor de literatura del I.E.S. Juan Sebastián Elcano de Sanlúcar de Barrameda es “la necesidad de hacer cosas”.

Porque para Gutiérrez (Huelva, 1978), según cuenta a Efe, esto es lo representa este “bravucón de corazoncito roto” creado por Edmond Rostand, un personaje que “representa el pensamiento adolescente” y que da nombre también al síndrome de Bergerac, ese que sufren las personas que ante su falta de confianza o la distorsionada percepción de su imagen hacen que quieran estar en un tercer plano o, a ser posible, pasar desapercibidos.

Algo que reconoce este escritor en su faceta de profesor en esos alumnos que prefieren estar callados o convertirse en invisibles por miedo y a los que él sube al escenario para representar obras teatrales en su instituto.

Y justo es lo que quiere poner de manifiesto en esta novela, cuyo germen está en la versión teatral de esta obra que hizo en 2019 y en la que subió a escena a jóvenes inexpertos, unos más tímidos que otros.

“Fue una experiencia de crecimiento personal y de mis alumnos y la sensación de pérdida y de orfandad durante el confinamiento, un tiempo muy oscuro, fue la que me llevó a recuperar ese entusiasmo y energía positiva de Cyrano”, recuerda Gutiérrez sobre el punto de partida de este libro de ficción con base real que publica Edebé, en el que muchos de esos alumnos que participaron en la obra teatral se ven identificados en él.

“¿Profesor, ése soy yo, no?”, rememora entre risas algunas de las preguntas que le han hecho.

En concreto, “El síndrome de Bergerac. Una comedia heroica” cuenta cómo Lupe, una profesora de Literatura Universal, lleva a unos alumnos, entre los que se encuentra Velia, una adolescente ensimismada y acorazada en el refugio de los libros, a montar una adaptación de la obra de teatro “Cyrano de Bergerac”. Y a partir de ahí la trama crece y se alza como la espada del personaje narigudo.

Precisamente, confiesa, “probablemente” detrás de este personaje esté una de sus alumnas, “una achica encantadora” de 16 años a la que se le “encendían las mejillas” cada vez que tenía que hablar en clase, pero que superó este miedo cuando tuvo que dar vida a la narradora de la versión teatral de su profesor.

“En una sociedad donde la imagen y nuestro aspecto físico está diciendo y marca todo, la figura de Cyrano me parece muy interesante porque no vivimos nuestra imagen”, un mensaje que transmite en esta novela cuyo mensaje se podría resumir en un “atrévete” porque “contra la adversidad se pueden hacer cosas”.

Pero en estas páginas sus personajes también trasminan una regla básica del teatro y de la vida: “El teatro si hay algo que nos descubre es que tu talento no sirve de nada si el compañero no te lo devuelve las frases en el momento oportuno, y ahí descubres la labor del trabajo colaborativo”, afirma.

Así que, añade con rotundidad este amante de los vinos de Jerez, esto es lo que ha intentado plasmar en estas líneas, que los “miedos” se pueden superar con el trabajo en equipo.

Ahora, este profesor lamenta que la pandemia no le permita montar obras de teatro en su instituto, pero aún así no cesa en su empeño y sigue enseñando literatura y otras materias más arduas, como la sintaxis, para generar ese amor por las letras.

Una “palabra muy grande”, apunta acerca del concepto “literatura”, en la que “cabe desde Buero Vallejo a C. Tangana”, por eso es el profesor quien “tiene que ir buscando el camino” para subirles al tren de las historias.

“Los chavales que participaron en esa obra de Cyrano ya tienen 19 años y casi todos están en la universidad. Yo no sé si Cyrano les acompañará, pero dos chicas están haciendo Filología Hispánica y el chico que representó a Cyrano está haciendo periodismo”, concluye orgulloso. Por Pilar Martin

Etiquetas
stats