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Una trabajadora de Konecta en Valladolid encuentra una cámara en el baño y sus jefes piden que se calle

Baño donde apareción una cámara que estaba oculta en el dispensador de papel.

Laura Cornejo

Alguien ha estado grabando a las trabajadoras de Konecta Valladolid cuando utilizaban los baños, pero la reacción de la empresa no ha sido la esperada. Lejos de denunciar de inmediato, pidieron silencio. Los hechos, que han causado indignación entre las empleadas, el 90% son mujeres, se descubrieron el pasado martes. 

Según pudo saber eldiario.es, una de las trabajadoras estaba utilizando el aseo y metió la mano dentro del dispensador de papel higiénico. Algo le cayó en la mano: una pequeña cámara que estaba en el interior, enganchada gracias a un imán. Fuentes cercanas han asegurado que la mujer se dirigió rápidamente a un coordinador, y este a un mando de la empresa que a su vez mostró la cámara a uno de los responsables de mantenimiento de sistemas informáticos. En lugar de llamar a la Policía, este último abrió la cámara y comprobó que “estaba funcionando” y que llegaron a extraer la tarjeta de su interior. “Es una tarjeta de memoria, no telefónica”, concluyeron. La persona al mando preguntó a la mujer si no le importaba comprobar si había más cámaras en el resto de los baños pero también le indicó que no dijese “nada” para “no crear alarma” y poder dar “ellos mismos” con la persona que había colocado el dispositivo.

El baño en cuestión es uno de los más utilizados y en poco tiempo todas las trabajadoras del call center supieron del hallazgo. Ante el silencio de la empresa, contactaron con las secciones sindicales. Al día siguiente, UGT hizo circular un cartel en el que se decía textualmente: “te hacen mobbing...son relaciones personales”, “tenemos a un exhibicionista a la salida de nuestro trabajo... está en la calle ¡búscate la vida!”, “te ponen una cámara en el baño...cállate la boca porque creas alarma”. Poco después, desde la central de Konecta se habló tanto con los representantes de este sindicato como con los responsables de la empresa en Valladolid. A media mañana, se interpuso una denuncia en la comisaría de Policía Nacional, que investiga los hechos.

Pero entre las afectadas, el desarrollo de los acontecimientos no ha acabado, ni mucho menos con la sensación de inseguridad. Para empezar, consideran que se debería haber dado aviso a la Policía de inmediato, en lugar de manipular una tarjeta. Desde UGT apuntan a un claro fallo de “cadena de custodia” ya que ahora no tienen ninguna garantía de que la tarjeta no haya sido alterada de algún modo.

Por su parte, el sindicato CSIF también emitió este miércoles un comunicado en el que informaban del hallazgo de la webcam en un baño del edificio sur de la primera planta. “Hemos preguntado por las medidas que se han tomado y la empresa nos indica que ha puesto la correspondiente denuncia en comisaría”, dice la nota. La sección sindical ha solicitado una “reunión urgente con la empresa”, la “revisión de todos los baños” y el establecimiento de un protocolo de actuación.

CGT también ha enviado un comunicado en el que precisa  la trabajadora que encontró la cámara “entregó inmediatamente a un coordinador y éste a su vez al puesto de control que depositaron la cámara en un lugar seguro, evitando su manipulación hasta proceder a su entrega en dependencias policiales”, una versión que no coincide por la obtenida por eldiario.es.

El incidente de la cámara no es el único que mantiene en alerta a las trabajadoras de Konecta. En las últimas semanas sufren el acoso de un exhibicionista que las espera en la zona donde aparcan, cuando salen entre las 20:00 y las 23:00 horas. La sección sindical de UGT, ha contactado ya con el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Valladolid, José Antonio Otero, para pedirle mayor seguridad en la zona, en el polígono de San Cristobal, con la presencia de al menos una patrulla de la Policía Local, a última hora de la noche.

eldiario.es ha intentado obtener una versión de los hechos por parte de la central de Konecta, pero su responsable de comunicación no respondió ni a la llamada ni al correo que se le remitió. Tampoco fue posible contactar con algún directivo en Valladolid. “No puedo pasar la llamada, no puede ser, me dicen que no, lo siento”, respondieron antes de interrumpir la comunicación.

Una vez publicada la noticia, Konecta ha remitido un comunicado a eldiario.es, aclarando que “activó todos los protocolos” cuando conoció la existencia de la cámara oculta y lo puso “en conocimiento de la Policía denunciando los hechos”. Además, afirma la compañía, comunicó lo ocurrido al comité de empresa a través de un correo, remitido en la mañana del miércoles (la cámara se encontró el martes) en el que se informaba de que se habían denunciado los hechos conocidos el día antes.

“Sobre las 21.00 horas de la noche del día de ayer -martes-, una trabajadora, encontrándose en una cabina de los baños de señora de la primera planta del edificio sur, manipulando el rollo del papel higiénico observa como en el soporte de dicho papel existe lo que parece una mini cámara. Dicha trabajadora la entrega inmediatamente a su coordinador y este a su vez al puesto de control y en último lugar al responsable de la plataforma, que depositan la cámara en un lugar evitando su manipulación hasta proceder a su entrega en las dependencias policiales esta misma mañana a primera hora para que el equipo pericial realice las averiguaciones policiales correspondientes”, afirma la compañía.

La versión de la empresa difiere de la obtenida por eldiario.es a través de otras fuentes de Konecta Valladolid que insisten en que la cámara fue manipulada y se llegó a extraer la tarjeta, así como que los jefes pidieron a la trabajadora que la halló que guardase silencio. En lo que ambas fuentes coinciden es en que la denuncia no se puso en el momento de los hechos sino al día siguiente.

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