Acusan de vandalismo a la reportera húngara que zancadilleó a refugiados
La reportera húngara que se hizo famosa hace un año por patear y poner zancadillas a varios refugiados, entre ellos niños, en la frontera con Serbia, ha sido acusada de vandalismo por la Fiscalía de la provincia de Csongrád, al sureste de Hungría. Un delito penado con hasta cinco años de prisión.
“El comportamiento violento de la acusada, que no causó heridas, provocó consternación entre las personas que estaban presentes”, asegura la Fiscalía, al relatar que la reportera pateó y puso zancadillas a varios de los refugiados que huían de la policía al entrar en Hungría desde Serbia. Aunque en la acusación se indica que no es demostrable que “el origen de las víctimas o el hecho de que se tratara de inmigrantes” fuera lo que motivara la actitud agresiva de la periodista.
Petra László, que trabajaba para la televisión N1TV, cadena de noticias cercana al partido político de extrema derecha Jobbik (Movimiento por una Hungría Mejor), fue despedida y después pidió perdón por sus actos: “Solo soy una mujer, ahora desempleada, madre de dos niños pequeños, que tomó una mala decisión en una situación de pánico”, contó en una carta de supuesto arrepentimiento mandada a un periódico húngaro.
Un mes después de su agresión, la reportera también declaró al diario ruso Izvestia que no podía encontrar un nuevo trabajo y que incluso estaba pensando en emigrar a Rusia, algo que no ha hecho.
El caso sucedió antes de que Hungría sellase su frontera con Serbia y cuando todavía entraban al país miles de refugiados a diario. Los refugiados sirios zancadilleados, Osama Abdul Mohsen y su hijo Zaid, se instalaron en España para acomodarse en la ciudad madrileña de Getafe, donde el padre fue contratado por la Escuela nacional de entrenadores de fútbol.