Homenajes y protestas en el día mundial de las personas refugiadas
La tarde del 20 de junio, en el emblemático estanque del Parque del Retiro, se podían ver chalecos no homologados flotando en el agua, barquitas con pancartas en las que podía leerse “UE MATA” o “MEDITERRÁNEO FOSA COMÚN” y la recreación de una valla coronada por alambre de espino. El motivo: “rendir un sentido homenaje a quienes siguen desobedeciendo esas fronteras que se hacen muros inexpugnables para los senderos de norte a sur”, como así han explicado los organizadores de la acción, la Red Solidaria de Acogida, en la lectura del manifiesto.
En esta particular orilla que recuerda a la del mar Mediterráneo, esa que tantas vidas han soñado con alcanzar para buscar refugio en Europa, también se recreaba otra dura realidad de las trágicas consecuencias que generan la falta de vías legales para acceder a países donde estar a salvo. Allí, se levantaba la recreación de 27 tumbas con la intención de recordar a las víctimas de las fronteras que están marcando la historia reciente de Europa y que empuja hacia el abismo la defensa de los derechos humanos. En ellas se podían leer los nombres del pequeño Aylan Kurdi, de Samba Martine, que murió en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche, de Haifa o Samira que huyeron del horror en Siria y perdieron la vida tras un naufragio en el Egeo o de Armad y Douda, víctimas de la tragedia del Tarajal en febrero de 2014.
Quienes pasaban por el transitado paseo del madrileño parque, atraídos por la escena, se paraban, al menos, un instante. Como la de una madre y su hijo atrapado por la curiosidad. “Mamá, ¿quién ha muerto? -Nadie hijo, aquí nadie”. Una contestación que a más de uno le hará recordar los versos de Galeano, 'Los nadies'.
La manifestación #RefugioPorDerecho recorre el corazón de Madrid
No es atrevido afirmar, que desde que, en 2001 con motivo del 50 aniversario de la Convención del Estatuto de los Refugiados de 1951, se marcara en el calendario el 20 de junio como el Día Mundial de los Refugiados, ha sido este año el que más eventos se han celebrado. Pero al mismo tiempo, en 2016 se cumple un dramático récord, ya que según Acnur, se contabilizan en el mundo 65 millones de personas desplazadas.
Un dato que también ha motivado a más de dos mil personas a salir a la calle para sumarse a la manifestación convocada por el espacio de sociedad civil denominado “SOS Refugiados Madrid”, al que se suman partidos políticos y sindicatos, bajo el lema “Refugio por derecho”, que ha recorrido un tramo desde la Plaza de Ópera hasta la Puerta del Sol.
Entre pancartas que exigían “abrir las fronteras” y consignas contra el tratado de la UE con Turquía, paseaba Amal Hussein, una joven de 19 años que llegó a España desde Somalia con tan sólo 11 años y que hoy planea estudiar Ciencias Políticas. Su balance de este tiempo como refugiada en España es positivo, “he recibido apoyo y hay muchas personas con ganas de ayudar”, comenta la joven. Pero al mismo tiempo se pregunta “cómo es posible que aún haya 65 millones de refugiados desamparados”.
Ebbaba Hameida, también es refugiada, pero ella ya nació en el exilio de los campamentos saharauis en Argelia. Ella, envuelta en su melfah -vestimenta tradicional saharaui- acudía a la protesta con otras compatriotas para “dar visibilidad al pueblo saharaui, que lleva cuarenta años en el exilio en los campamentos de refugiados”, desde que España abandonara el territorio aún pendiente de descolonización y Marruecos lo ocupara. Hameida lucha para no caer en el olvido, ni ella, ni su pueblo, ni ninguna persona refugiada.