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Beirut, 40 años después del estallido de la guerra civil libanesa

Vista aérea de un estadio utilizado como reservas de munición en la guerra civil libanesa después de los ataques aéreos israelíes en 1982.

Leila Nachawati

Este año se cumplen cuatro décadas del estallido de la guerra civil libanesa, que sacudió el país entre 1975 y 1990, dejando 150.000 muertos, 400.000 heridos y 17.000 desaparecidos. Aunque la guerra terminó, sus huellas continúan visibles en Líbano, que en los últimos días ha vuelto a sufrir fuego cruzado entre Israel y Hezbollah. Sobre este trauma se desarrolla La Noche entre Ali y Yo, la video-instalación que ha ganado el premio Generaciones 2015 que entrega la Fundación Caja Madrid.

Dos años antes del estallido de la guerra se produjo uno de los acontecimientos más traumáticos de la historia reciente de Líbano y de la región, y el augurio más claro de la tragedia que se avecinaba: el asalto del Banco de América de Beirut, en octubre de 1973. Un asalto que resulta hoy, en plena convulsión de la región, más vigente que nunca y cuya recuperación entronca con la necesidad de recuperar la memoria histórica reciente de Líbano y de Oriente Medio. Las cineastas hispano-libanesas, las hermanas Nadia y Laila Hotait, lo recrean en La Noche entre Ali y Yo.

“Ali Cheaib, líder de la operación de secuestro del banco, era el mejor amigo de la infancia de nuestro padre, que pertenecía al partido comunista de Líbano antes de tener que abandonar el país”, explican las hermanas Hotait, a las que eldiario.es entrevistó durante el rodaje en Beirut.

“Un día, tomando café, nuestro padre comenzó a hablarnos de Ali, del secuestro, de lo que supuso. Esa historia nos marcó a ambas y desde entonces no hemos dejado de imaginarla y de revisitarla de distintas maneras”, cuentan.

“Surgió algún tipo de hermandad entre guerrilleros y rehenes”

El 18 de octubre de 1973 cuatro miembros del Movimiento Socialista Revolucionario libanés asaltaron el Banco de América de Beirut, en el centro de la capital. Tomaron como rehenes a los empleados y clientes del banco y reclamaron diez millones de dólares por su liberación. Con el asalto pretendían recabar apoyo económico para la lucha contra Israel, durante la conocida como Guerra de Octubre o de Ramadán entre los árabes, Guerra de Yom Kippur en Israel. Después de 26 horas de asedio, la policía irrumpió a tiros en el banco, matando a dos de los rehenes –un estadounidense y un libanés– y a dos asaltantes, y arrojando los cuerpos de estos últimos por la ventana.

“Cuando empezamos a investigar lo ocurrido, lo que más nos impactó fue saber que varios de los rehenes que vivieron esas 26 horas de secuestro después acudieron al entierro del líder de la operación, Ali Cheaib. Esto nos hizo suponer que surgió algún tipo de hermandad o entendimiento entre guerrilleros y rehenes. En nuestra obra, asaltantes y rehenes terminan bailando juntos un dabke (danza popular característica de Líbano y del levante árabe)”.

Esa hermandad a la que se asocia el secuestro, poco antes del estallido de la última gran guerra contra Israel, ha revestido ese episodio de un halo de romanticismo. “Se ve como el último acto romántico antes de la barbarie”, afirman las autoras.

La pieza, rodada entre la capital y el sur de Líbano, recrea la noche del secuestro a través de tres relatos en 'voz en off': la versión de uno de los asaltantes vivos, la narración de la hermana de uno de los asaltantes muertos y una versión imaginada. La última imagen muestra a todos los actores flotando en el cielo beirutí, el cielo actual, bajo el que se despliegan todas las construcciones y barbaries urbanísticas del Beirut actual.

“Proponemos revisitar esta experiencia traumática, intentar entender cómo un acto cargado de ideales pudo tener consecuencias tan trágicas, reconsiderar el pasado y afrontar el presente y el futuro de Líbano”.

El tiempo ha pasado, pero los traumas y tensiones de Líbano y el resto de la región no. La Noche entre Ali y Yo no habla del secuestro como algo pasado, sino que expone un escenario, unos personajes y unas tensiones que parecen haberse quedado congelados en el tiempo. Congelados tanto por los ideales por los que muchos lucharon como por las propias fuerzas contra las que lucharon.

La Noche entre Ali y Yo se presenta a partir del 12 de febrero en La Casa Encendida.

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