Defensa adjudica un contrato de limpieza de cuarteles en el Pardo y La Zarzuela a un veinteañero del clan Franco
La Guardia Real, el cuerpo militar que protege al rey Felipe VI y al resto de la Familia Real, ha adjudicado a un joven empresario vinculado a la familia del dictador Francisco Franco la limpieza de sus dependencias de El Pardo (Madrid) y el Palacio de la Zarzuela. La adjudicataria, que apenas tiene experiencia, va a cobrar 147.351,11 euros por un periodo inicial de nueve meses, prorrogable por otros nueve. La factura la paga el Ministerio de Defensa.
La empresa se llama Imperium Servicios Globales SL y su propietario y administrador único es el veinteañero Jaime José Martínez-Bordiú Aznar, sobrino nieto de Carmen Franco, la única hija de Franco, fallecida el pasado 29 de diciembre a los 91 años. Unos días después, el pasado 3 de enero, Imperium se adjudicó el “Servicio de limpieza del edificio cocina-comedor del Cuartel La Reina-El Príncipe” y las dependencias de la Guardia Real en el Palacio de la Zarzuela, la residencia de los reyes de España. Por ese servicio va a poder facturar cerca de 300.000 euros en año y medio, en caso de que se prorrogue el contrato.
Al proceso se presentaron siete ofertas y la de Imperium fue la “más ventajosa”, según recoge la plataforma de contratación del Estado. Este diario ha preguntado al servicio de Comunicación de la Guardia Real por la identidad y cuantía del resto de ofertas presentadas, sin obtener respuesta. La de Martínez-Bordiú fue la más barata, según el empresario. “Hemos ganado por precio”, indica en conversación telefónica con eldiario.es
El dueño de Imperium confirma que este es el primer contrato público que se adjudica su empresa y añade que la posibilidad de aumentar sus ingresos por esa vía “es una opción”. Con domicilio social en la residencia particular de la familia, una mansión en la exclusiva urbanización de Casa Quemada (Madrid), a las puertas del Monte de El Pardo, Imperium se constituyó el 5 de noviembre de 2014 y en su web dice prestar “servicios integrales para empresas, comunidades de propierarios [sic] y particulares”.
“Acompañamientos V.I.P.”
El objeto social de Imperium es ofrecer “servicios auxiliares, de conserjería, controladores, acompañamientos V.I.P., cuidado de mascotas, limpieza general de edificios así como de limpieza industrial, actividades de jardinería, reformas en general” y mantenimiento de comunidades. La información disponible refleja que la empresa ha tenido hasta ahora una actividad muy limitada. En 2016, último ejercicio del que hay depositadas cuentas en el Registro Mercantil, facturó 47.165,15 euros y obtuvo un beneficio de 5.392,44 euros. A cierre de ese ejercicio tenía cinco empleados.
En el caso del contrato que acaba de adjudicarse, no va a hacerle falta más personal. En virtud del pliego de condiciones, la empresa va a limitarse a subrogarse en las obligaciones con los diez empleados que hasta ahora prestaban el servicio.
De lunes a viernes, la empresa se encargará por ejemplo del “barrido y fregado de pavimentos”, “vaciado y limpieza de ceniceros y papeleras, tanto interiores como exteriores”; semanalmente, realizará “aspirado de alfombras” o “limpieza de dorados y elementos metálicos”; y una vez al mes, se ocupará de la “limpieza a fondo de todos los Despachos y zonas de trabajo, así como de los cuadros y otros objetos de decoración, e interior y exterior de librerías, vitrinas y estanterías”, y de la “limpieza en Despachos de dorados y plata”, entre otras labores.
Emparentado por vía materna con los dueños de la naviera Aznar (su madre, la empresaria Rocio Aznar Sáinz, es hermana de Alejandro Aznar, marido de Mónica de Oriol, expresidenta del Círculo de Empresarios), y con los Franco por vía paterna, el dueño de Imperium se educó en el colegio Everest y realizó estudios en Administración y Gestión de Empresas en el exclusivo Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef).
El joven empresario, “uno de los solteros más cotizados del panorama nacional”, como le definía Vanitatis hace un año, es hermano de Diana Martínez-Bordiú, alias ‘Diddy’, una de las últimas novias que se atribuyeron al entonces príncipe Felipe de Borbón antes de anunciarse su compromiso con Letizia Ortiz.
