Dos periodistas que trabajaban como community manager en la empresa Telemark, subcontrata de Páginas Amarillas entre otras compañías, aseguran que han sido despedidas por afirman en su centro de trabajo que iban a secundar la huelga de 24 horas convocada el 8 de marzo, Día de la Mujer. “Estábamos siendo molestas y han decidido prescindir de esta molestia”, explica a este medio Marta Valverde, una de las afectadas. Ella, así como su compañera Marta Hernando, están empezando a estudiar las posibles acciones legales contra la compañía, que niega que sus despidos estén relacionados con la huelga feminista. “Son por no cumplir con sus obligaciones laborales”, defiende Javier Fernández, responsable de Relaciones Laborales de Telemarkt.
Las dos trabajadoras argumentan que, pese a que la empresa justifica que el despido está justificado por no hacer unas llamadas de valoración del servicio a los clientes, el motivo es otro. “Tenemos una cartera de clientes de unos 40 y te exigen una llamada al mes de 20 minutos a cada cliente, lo que no es demasido viable. Es algo generalizado en la empresa, la gente llama cuando puede y como puede. Muchos clientes te dicen de hecho que no les llames, que para eso te han contratado, para que les lleves las redes”, explica Marta Hernando, doctora en Periodismo de la que Telemark ha prescindido en el mes de prueba, poco antes de que cumpliera el mes.
Su compañera Marta Valverde coincide en que es generalizado que no se cumpla con todas las llamadas mensuales de seguimiento y destaca que no había recibido ninguna queja por parte de Páginas Amarillas, a la que prestan servicio en la gestión de redes sociales de sus clientes a través de Telemark, ni de sus superiores en la subcontrata. “Me despidieron el miércoles, pues el viernes anterior firmé una ampliación de horario para Páginas Amarillas. Ellos contaban conmigo para marzo”, añade Valverde.
Desde la empresa, Javier Fernández niega ningún tipo de vinculación de los despidos con que las trabajadoras fueran a hacer la huelga feminista y asegura que tuvieron un comportamiento “negligente” respecto a sus obligaciones. “A la empresa no les constaba”, afirma y lamenta que las empleadas, “aprovechando que era la huelga”, hayan esgrimido este motivo en sus despidos: “Es humano, pero no tiene ninguna conexión con la realidad”.
Marta Valverde explica que “todo ocurrió a raíz de que hace un mes se nos comunicó que el 8 de marzo podíamos hacer paro de dos horas y nos reenviaron la nota de CCOO. Yo sabía por la prensa que otros sindicatos, como CNT y CGT, habían apoyado la de 24 horas. En mi círculo dije que iba a la huelga de 24 horas”. Lo mismo hizo Marta Hernando, en esa conversación. En ese círculo, estaba presente la coordinadora de ambas, que les expresó sus dudas de que pudieron hacer huelga toda la jornada, afirma Valverde: “Le dije que iba para hablar con CNT, por si se quedaba más tranquila, yo me llevaba muy bien con ella”.
Cuando tuvo la información, se la comunicó a su coordinadora, que “se lo reenvió a Recursos Humanos. Entonces es cuando se empieza a tensar todo, eso fue el viernes” y el miércoles, 28 de febrero, llegó su despido. El 2 de marzo, el de Marta Hernando.
Sofía Valgañón, delegada sindical de CNT, confirma que las trabajadoras acudieron al sindicato para preguntar si podían secundar la huelga de 24 horas aunque en su centro no hubiera representación sindical de las organizaciones convocantes (aunque no hay de ninguna otra organización). “Les dijimos que estaba legalizada y podían hacer la huelga de 24 horas si querían. Que si les hacían algo por ello estaban nuestros medios jurídicos para apoyarlas y defenderlas”. Finalmente, este ofrecimiento se cumplió al producirse el despido de ambas. “Nos vemos en una obligación moral de ayudarlas, pero es que somos un sindicato, que estamos para eso. Y más cuando se pusieron en contacto con nosotros para pregurtarnos por esto”, explica Valgañón.
“Por ejercer un derecho te ves en la calle”
Las dos trabajadoras están convencidas a denunciar los hechos, aunque siguen estudiando la forma con el asesoramiento de CNT. “Sobre todo, me voy con el coraje de que hay compañeras que se empezan a plantear ir el 8M a la huelga y a día de hoy están totalmente coaccionadas y no van a ir. El clima dentro de la empresa ha sido bastante inquisitivo. Me voy con la idea de que por ejercer un derecho te ves en la calle”.
Su compañera destaca que está decidida a emprender acciones legales “por mí y por el resto de gente. Esto está pasando todos los días, somos personas sobrecualificadas para nuestros puestos, que trabajamos en situaciones que no son nada favorables. Soy doctora en periodismo y estoy contratada como teleoperadora. Se te queda el mal cuerpo de decir he hecho mi trabajo lo mejor que he podido, lo he hecho bien y me echan. No me pueden justificar que ha sido por lo que dicen”, explica Hernando.