Endesa activa un plan de contingencia tras el brote de coronavirus en Italia por “prudencia”
Endesa, filial del grupo semipúblico italiano Enel, ha decidido activar “por prudencia” un plan de contingencia desarrollado en Italia por su matriz tras el brote de coronavirus en ese país, según ha explicado este martes el consejero delegado de la eléctrica, José Bogas.
Una medida “quizá exagerada”, según Bogas, pero que la compañía ha adoptando limitando los viajes de su plantilla, “principalmente de Italia para España”, lo que ha propiciado que el pasado domingo los consejeros italianos de la eléctrica que tenían previsto viajar a Madrid para asistir a un consejo de administración se quedaran en casa. El vicepresidente de Endesa es el consejero delegado de Enel, Francesco Starace.
En rueda de prensa tras la presentación de resultados anuales, Bogas ha explicado que Endesa ha decidido mantener en 50 años el plazo de amortización de sus centrales nucleares en Catalunya (en las que el grupo es el único accionista) para dejar una “puerta abierta” a la posibilidad de que no se cumplan las previsiones del calendario de cierre de las nucleares que contempla el borrador del Plan Nacional de Energía y Clima que elaboró el Gobierno el año pasado y que contempla un cierre gradual hasta 2035.
Aunque “la hipótesis básica es cerrar todas las centrales cuando dice el protocolo” que firmaron el año pasado las eléctricas y la empresa estatal Enresa, el plan es “indicativo” y está sujeto a “incertidumbre”, según Bogas, que ha explicado que la previsión de 50 años se mantiene para las centrales para las que está previsto solicitar prórrogas “estándar” de diez años para su licencia.
Aunque “inicialmente no hay por qué pensar que no se van a cumplir” esas previsiones, “de aquí a 2035 son 15 años y en 15 años pueden ocurrir muchísimas cosas”, ha dicho el primer ejecutivo de la eléctrica, que en 2019 redujo un 88% sus beneficios, hasta 171 millones, por efecto de los deterioros multimillonarios derivados del cierre de sus centrales de carbón que ya anunció en septiembre, si bien esa caída no va alterar el dividendo a sus accionistas.
La compañía, que busca sustituta para su ex consejera Helena Revoredo, presidenta de Prosegur, tras su reciente dimisión por razones personales, para cumplir su “compromiso” de alcanzar un 30% de mujeres en su consejo (como reclamaba el regulador bursátil para este año), quiere que se despeje “cuanto antes” el futuro de los puntos de conexión de las nuevas plantas de generación renovable, incluyendo el millonario proyecto que ha ofrecido para sustituir la central de carbón de Andorra.
Bogas ha expresado sus dudas sobre las subastas de nueva potencia renovable que prevé llevar a cabo el ministerio y ha dicho que es partidario de un modelo de “libertad absoluta” para la adjudicación de nueva potencia porque con el modelo planteado, si el promotor “sabe que va a cobrar 40 [euros por megavatio hora producido] sea cual sea el precio del mercado, perdemos la señal del mercado” y “ya se han cometido muchos errores” cuando ha sucedido eso.
Bogas ha reconocido su “preocupación” por la continuada caída de la demanda eléctrica, especialmente en el caso de los consumidores industriales, y ha asumido con naturalidad la pérdida de clientes de Endesa, la eléctrica con más puntos de suministro en España, “en un mercado abierto, competitivo y con nuevos entrantes”. La posición de Endesa pasa por “maximizar el valor de nuestra cartera de clientes” ofreciendo un “mejor servicio” y con “mejor margen”.
Respecto a las prácticas comerciales agresivas de las eléctricas de las que ha alertado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Bogas ha incidido en que “son muy pocos casos” sobre “millones de transacciones” aunque ha reconocido que “se han cometido errores”.
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