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La inflación se come una paga del sueldo y el BCE ha decidido que la hipoteca se coma otra

La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, en la rueda de prensa en la que explicaron las medidas de apoyo a los hipotecados vulnerables.

Daniel Yebra

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El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido que las hipotecas se coman una paga de las familias endeudadas a tipo variable, si se toma como referencia el salario medio de 2021, que fue de 27.500 euros brutos al año según el INE (2.300 euros al mes en 12 pagas).

Cerca de esos 2.300 euros al mes es lo que subirán las cuotas al año de una hipoteca media en España tras las últimas decisiones del BCE. El mismo daño que este 2022 ha hecho la inflación general, que cerrará 2022 alrededor del 8,5%, que para el salario medio son también 2.300 euros.

El golpe de la crisis energética y de inflación a las familias es histórico. Mientras, los salarios apenas mejoran. Y la respuesta del BCE solo está agravando esta situación, pese a admitir una recesión este invierno en el conjunto de la eurozona.

“El crecimiento de los salarios se está reanimando, respaldado por la fortaleza de los mercados laborales y para compensar a los trabajadores por la alta inflación”, justificó la institución. El empleo es el gran dique de contención de esta crisis, los datos sobre los sueldos dicen otra cosa.



El BCE “siente que su credibilidad está en juego y, en consecuencia, está decidido a errar por el lado agresivo, a riesgo de exagerar”, resume Silvia Dall’Angelo, experta de la gestora Federated Hermes. La presidenta de la institución, Christine Lagarde, sorprendió este jueves por su determinación en mantener la estrategia de asfixiar la economía para luchar contra la inflación, que no ve normalizada “hasta 2025”.

El BCE decidió subir otro medio punto los tipos de interés oficiales, hasta el 2,5%, un máximo desde 2008. Y sumó así el cuarto incremento consecutivo de los tipos de interés en la eurozona, desde el 0% en el que se situaban antes del verano. Y dejó claro que seguirá aumentando el precio del dinero.

“¿Cómo puede ser tan agresiva cuando llega una recesión? Si hubiera sido cuando empezó la inflación, pero ¿ahora?”, se pregunta Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance.

Escalada histórica del Euribor

La principal consecuencia para las familias es la escalada del Euribor, el índice respecto al que se calculan las cuotas de las hipotecas (tanto fijas o variables, añadiendo un diferencial). Y, además, respecto al que se actualizan las ya contratadas a tipo variable (en España son dos tercios del total).

Los expertos estiman que el Euribor podría superar ampliamente el 3% en los próximos meses, en su mayor escalada desde el 2000. Ese nivel implica incrementos de 2.500 euros al año para una hipoteca media a tipo variable, de 145.000 euros, a 24 años y con un diferencial de entre el 0,8% y el 1%, de nuevo según el INE.



También encarece las nuevos préstamos. “Uno de cada cuatro compradores se ha visto obligado a paralizar el proceso de adquisición al considerar que las condiciones hipotecarias han dejado de ser atractivas”, lamentan desde el portal inmobiliario Fotocasa.

“Los bancos quieren estimular sus hipotecas variables, porque esperan ganar más dinero con ellas. Por lo tanto, encarecen sus nuevos préstamos hipotecarios a tipo fijo para que sean menos atractivos”, observan desde el comparador HelpMyCash. Miquel Riera, experto en el sector de esta plataforma, calcula que “el interés medio de las hipotecas fijas podría subir hasta situarse en torno al 4% o al 5%”.

“En nombre de controlar la inflación, los bancos centrales se han encaminado deliberadamente a provocar una recesión, o a empeorarla si se produce de todos modos. Peor aún, el endurecimiento de la política monetaria de hoy dejará cicatrices duraderas, mientras que las respuestas más cuidadosamente consideradas funcionarían mejor y producirían beneficios a largo plazo”, lamentaba recientemente el Nobel de Economía Joseph Stiglitz.



De hecho, el Gobierno de España ha demostrado que medidas como el tope al gas, el descuento en los carburantes o la gratuidad del transporte público han sido tan efectivos como para moderar 4 puntos la inflación general, desde el 10,8% de julio hasta el 6,8% de noviembre, hasta situar la la inflación armonizada de España como la más moderada de la eurozona.



Y hace solo unas semanas, el Ejecutivo reaccionó a la agresividad del BCE con un paquete de medidas para limitar las subidas de las hipotecas y ampliar sus plazos para quienes tengan hasta 29.400 euros de renta.

El BCE está siendo “innecesariamente agresivo, esencialmente está tratando la inflación impulsada por los costes (por los precios de la energía) como si hubiera sido impulsada por la demanda. Le preocupa su credibilidad”, analiza Philipp Heimberger, economista del Vienna Institute for International Economic Studies.

“El BCE debe reconsiderar su injusta estrategia de aumento de tipos, que sobrecarga aún más a los hogares y las empresas que ya están luchando con la crisis de los costes de la energía”, lamenta Uuriintuya Batsaikhan, economista de Positive Money Europe.

Recesión 'técnica' este invierno

“La economía de la eurozona puede contraerse en el trimestre actual y el próximo [lo que se denomina recesión técnica], debido a la crisis energética, la elevada incertidumbre, el debilitamiento de la actividad económica mundial y las condiciones de financiación más estrictas”, expuso el BCE este jueves.

“Según las últimas proyecciones de los expertos del Eurosistema, una recesión sería relativamente breve y poco profunda. No obstante, se espera que el crecimiento sea moderado el próximo año y se ha revisado significativamente a la baja en comparación con las proyecciones anteriores”, concluye. Según estas estimaciones, “la economía crecerá [en la zona euro] un 3,4% en 2022, un 0,5% en 2023, un 1,9% en 2024 y un 1,8% en 2025”.

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