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La patronal madrileña vota si quiere independencia política

Arturo Fernández quiere revalidar, por tercera vez, su cargo al frente de la CEIM

Belén Carreño

Entre un empresario a la antigüa usanza y uno de nuevo corte, aunque empresario, al fin y al cabo. Esta es la decisión que el lunes tendrá que tomar la patronal madrileña que se enfrenta a sus primeras elecciones en las que se presentan dos listas electorales. Una convocada por Arturo Fernández, un empresario de los de toda la vida. La otra encabezada por Hilario Alfaro, empresario toda la vida, pero de otra forma.

Fernández es el actual presidente de la confederación empresarial madrileña (CEIM) y un personaje de sobra conocido. Sobre él se han escrito ríos de tinta. Amigo del rey, amigo de Esperanza Aguirre con la que estudió en el mismo colegio (el Británico), concuñado de Gerardo Díaz Ferrán y amigo íntimo hasta que este ingresó en la cárcel... Fernández ha estado metido en todos los saraos madrileños de las últimas tres décadas. Sino era tomando el gintonic, sirviéndolo, gracias a su extensa red de catering, y de conocidos restaurantes, que ha alimentado a Cándido Méndez en la cantina de UGT y a César Alierta si se pasara por la de Telefónica.

El madrileño lleva ya siete años al frente de la patronal madrileña desde que su otrora amigo Díaz Ferrán dejó el cargo para ascender a la dirección de CEOE. Fernández es también, por gracia de Gerardo, vicepresidente de la CEOE, cargo que le ha mantenido el nuevo presidente, Juan Rosell. Pero además, Fernández se ha extendido como una mancha de aceite y ocupa prácticamente todos los puestos con representación empresarial: desde la Cámara de Comercio, hasta una silla en el consejo de Administración de Bankia, por la que está imputado, pasando por AvalMadrid o Ifema.

Fernández lo ha sido todo en la comunidad regida por políticos que no son solo afines ideológicamente, sino también en lo personal. De sobra es conocida su buena razón con Aguirre que ha continuado con Ignacio González. Tan estrecha es su relación con González que su mujer, Lourdes Cavero, trabajaba hasta hace tres semanas en la dirección de CEIM codo con doco con el ahora candidato. Cavero dimitió hace escasas semanas. Hubo quién lo vio como una intención de la mujer de González de apartarse del escándalo del fraude de los cursos de formación, ya que la renuncia llegó escasos días antes de que empezaran las detenciones. Otros pensaron que era un guiño para distanciar a Fernández del poder político, ya que esa proximidad era la principal debilidad que su contrincante le echaba en cara.

Las Cavero apoyan a Fernández

Ninguno acertó. Contra todo pronóstico Cavero y su hermana se han apuntado en la lista de empresarios con derecho a voto que Arturo Fernández ha congregado para elegirle como presidente. El sistema electoral de la patronal madrileña es farragoso. Esto hace que cada candidato presenta una lista con 200 socios de la patronal que tienen derecho a votar. Esto no supone que estas personas que aparecen en la lista luego vayan a tener un cargo. Pero sí que en caso de salir como la lista más votada, esos 200 serían los encargados de designar al presidente de entre los otros colegas presentes en la lista.

Fernández justifica la decisión de Cavero de marcharse de su trabajo en la CEIM como vicepresidente para dedicarse de forma exclusiva a su empresa, Subastas Segre. Pero con la filiación de Cavero en la lista deja claro que su apoyo, y el de su marido Nacho, también sigue fuerte. Además, hay dos Cavero en este listado ya que su hermana, Pilar también está en el listado por parte del bufete de abogados que representa.

Y, es que, la proximidad y complicidad de Fernández con el presidente de la comunidad de Madrid son innegables. Hasta el punto de que González le ha arropado en actos de campaña, cosa que no ha hecho con su contrincante, Hilario Alfaro. La única presencia de postín del PP madrileño en los actos de Alfaro ha sido Ana Botella. Pero el aspirante al cetro del empresariado madrileño recuerda que él si ha contado con el apoyo de otras formaciones políticas (PSOE y UPyD) y de los sindicatos. “Me tengo que llevar bien con todos”, dice el aspirante que tiene como principal bandera de su programa la independencia política.

Las Cavero no son los únicos nombres con polémica de la lista de Fernández. También hay nombres de Fedecam, la patronal implicada en el fraude de los cursos de formación con nombres próximos al entorno de Alfonso Tezanos. Y para rematar, Fernández ha apuntado a su listado al tercero en discordia: Guillermo Marcos, que amagó con presentarse y ahora se pasa a la lista del restaurador. Se puede dar la paradoja, ya que se vota a una lista y no a un candidato, que la lista le eligiera como presidente en lugar de a Fernández.

Arturo, el campechano

Aunque al ciudadano común le pareza un milagro que Fernández pueda salir elegido, es una posibilidad cierta. Fernández es un tipo encantador. Campechano, afable, sonriente, se para hablar con todo el mundo y responde siempre a la prensa. Aunque parezca difícil que algo así logre compensar los problemas por los que arrastran sus empresas, ya que ha tenido multas por pagos en negro, en la distancia corta y en el cuerpo a cuerpo Fernández se crece. Además, el empresario madrileño, dueño del Club de Tiro de la comunidad, tiene el soporte del aparato. Y la historia demuestra que el candidato del aparato suele ganar. No solo le apoya el Gobierno regional, es que el presidente de la CEOE, solo ha ido a sus actos de campaña y no a los de el aspirante Alfaro.

Con todo, el descontento por el uso de las mamandurrias en la patronal madrileña es muy alto. Fernández se parte y reparte los cargos. Preside la Cámara y además le sirve el cátering. Presta el servicio de Ifema del que también es directivo a través de la Cámara. Prácticamente ha fusionado las dos entidades en una, cuando ni los empresarios que las componen ni la financiación son la misma. Alfaro asegura en el programa que renunciará a este tipo de cargos y que de recibir dinero de alguno por el hecho de estar en CEIM, como le sucedía a Fernández en Caja Madrid, que lo donará a la patronal.

Alfaro busca voto joven

Alfaro trata de fagocitar ese descontento entre el sector más obvio: empresarios más jóvenes, mujeres y todos los cansados de ver cómo la patronal de Madrid no ha tenido una palabra clave en la vida regional. Alfaro tres ausencias claves de la patronal: el 15-M, la huelga de los controladores y la huelga de la limpieza. Ante la pregunta de qué hubiera hecho en el 15-M el candidato explica que negociar, tal y como de hecho hizo. Según Alfaro, se encargó -en representación de los comerciantes- de hablar con los acampados para establecer un límite a las tiendas o despejar la zona de carteles.“El 15-M tuvo un arranque ilusionante que muchos compartíamos pero luego se quedó en otra cosa”, aseguró del movimiento.

La falta de diálogo y el exceso de seguidismo político son las dos principales críticas que el pretendiente esgrime contra Fernández. Pero hay más. “En la patronal al menos seis personas cobran sueldos fuera de mercado”, reconoce. Según confesó Fernández el sueldo más elevado que se paga en estos momentos es de 115.000 euros. Alfaro no asegura que vaya a recortar sueldos, aunque le parecen desproporcionados para las labores de representación que se hacen, pero sí que nada más entrar encargará una auditoría interna del funcionamiento de la institución.

Además, el comerciante pide incorporar a la fundación de la CEIM como un elemento más de la acción social por y para los empresarios. “En este momento solo tiene un proyecto para niños superdotados”, se lamenta Alfaro. Su intención es incorporar programas destinados a jóvenes o a colectivos en riesgo de inclusión.

Con todo, Alfaro es por supuesto un empresario. Y entre sus demandas están también rebajas fiscales, aún más agresivas de las que proponen los expertos al Gobierno que hablan de bajadas del tipo de Sociedades. El comerciante no dejará de representar los intereses “clásicos” de una patronal. Lo que cambiará, si gana, es el estilo.

“Mi obligación es llevarme bien con todo”, concluye Alfaro que asegura que su candidatura es la más integradora porque ha cogido a 200 socios de todas las asociaciones. El lunes, los 1.233 votantes acreditados tendrán la última palabra.

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