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Riders, estibadores y trabajadoras de Inditex: éxitos de las luchas laborales de 2017 y frentes abiertos este año

Concentración ante una de la tiendas de Bershka en la provincia de Pontevedra

Laura Olías

Fueron nueve días de huelga, en los que mantuvieron cerradas las cinco tiendas de Bershka que la multinacional Inditex tiene en Pontevedra. 65 trabajadoras del grupo textil se plantaron ante las condiciones laborales que las distanciaba de sus compañeras en A Coruña, entre otros lugares, y que consideraban injustas. Un miércoles decidían por unanimidad seguir con el paro, tras una larga reunión con la dirección del gigante textil que concluyó sin acuerdo, y tres días después ganaban el pulso. “Supera las pretensiones marcadas inicialmente”, reconocía una de sus representantes el día que desconvocaban la huelga.

Esta fue una de las batallas laborales de 2017 que se saldaron con una victoria de los trabajadores. Un año en el que la precariedad sigue imponiéndose como patrón de la recuperación del empleo destruido durante la crisis, según alertan los sindicatos y varios especialistas. “Se ha ido recuperando la movilización de trabajadores en la calle, se va perdiendo el miedo a reivindicar los derechos. Antes, en los años de crisis ha sido complicado, se aceptaba cualquier situación”, explica Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT. En Comisiones Obreras, también han observado un auge en las movilizaciones, muchas vinculadas a la negociación colectiva. “La recuperación no está repercutiendo en las condiciones de los trabajadores”, justifica Mercedes González, secretaria de Acción Sindical de CCOO.

Las trabajadoras del Bershka achacaron su triunfo a “la unidad” de las empleadas, a la perseverancia hasta lograr un acuerdo que consideraron justo. Ellas fueron protagonistas de algunas de las victorias de empleados más sonadas del año, como los ejemplos que siguen en la siguiente lista. Como en toda selección, muchas quedan fuera. Durante 2017, el número de huelgas que se desarrollaron hasta septiembre (el último recuento que ofrece el Ministerio de Empleo) fue de 564, con 160.622 trabajadores participantes. Respecto al mismo periodo del año anterior, se produjo un aumento tanto en el número de huelgas (80), como en los participantes (53.226).

Estibadores

El conflicto de los estibadores ha sido uno de los más sonados del año. Apoyados por unos en su lucha por mantener unas condiciones dignas de trabajo y detestados por otros por sus supuestos privilegios, lograron ganar el pulso con el Gobierno (que alegaba estar obligado por Bruselas a liberalizar el sector). Finalmente, tras la derrota histórica en el Congreso del primer real decreto de reforma de la estiba, los trabajadores consiguieron que se garantizara el 100% de sus puestos de trabajo y aceptaron bajadas salariales del 10%, así como ajustes a través de prejubilaciones.

Por el camino, cinco meses de paros y amenazas de desabastecimiento –los puertos son el principal medio de entrada y salida de mercancías en España– en los que sus condiciones laborales fueron analizadas al detalle en todo tipo de foros y tertulias, no solo económicas.

Riders

Los repartidores (riders) de Deliveroo se alzaron con uno de los últimos triunfos del año. En diciembre la Inspección de Trabajo de Valencia consideró que los mensajeros en bici de la plataforma son falsos autónomos, tras la denuncia colectiva de Intersindical junto a varios riders de la empresa. Tras la organización de una huelga en junio y presentar varias denuncias, la Inspección dio la razón a los trabajadores el pasado diciembre: la compañía de repartos debería establecer una relación laboral con los riders, ya que sus funciones y relación con la empresa no son las de un trabajador autónomo que vende ciertos servicios sino la de un asalariado. Este reconocimiento ha avivado las denuncias contra Deliveroo y otras plataformas que siguen el mismo modelo de relación con sus repartidores, uno de los frentes abiertos para este año.

Trabajadores de la Universidad Autónoma de Madrid

La Inspección de Trabajo resolvió este noviembre que la Universidad Autónoma de Madrid utilizó de forma irregular a centenares de becarios sin relación laboral alguna para cubrir puestos de trabajo estructurales que necesita para su funcionamiento diario. El sindicato CCOO presentó una denuncia ante la Inspección, que les dio la razón y obligó a la universidad en su dictamen a pagar las cuotas a la Seguridad Social de las 376 personas que se encontraban en esa situación durante 2016 y parte de 2017. La Universidad acordó tras este varapalo rectificar su programa de becas. No obstante, no ha logrado aplacar las protestas de los estudiantes becarios, que han protagonizado dos huelgas en diciembre y aún no ven garantías de que la universidad cumpla con lo acordado por Empleo.

Empleadas de residencias en Euskadi

Las camisetas verdes arrojadas al cielo, casi como birretes en una graduación, ponían fin a casi dos años de conflicto y cerca de 370 días de huelga, una de las más largas de la historia de Bizkaia. Las trabajadoras de residencias de la región (alrededor de 5.000) llegaron a un acuerdo en el que se alcanzaban de manera progresiva sus principales reivindicaciones: los 1.200 euros de salario neto por 14 pagas en 2020 y las 1.592 horas anuales en el año 2022, según se recoge en el pacto para el convenio colectivo que firmaron los sindicatos y las tres patronales del sector, Gesca, Lares y Elbe. Las trabajadoras recalcaron que fue “una lucha social y feminista” que logró dignificar los trabajos de cuidados.

Teleoperadores

El Contact Center fue el sector que lideró el ranking de conflictividad en la última memoria del Servicio de Mediación y Arbitraje (SIMA), encargado de dirimir las disputas entre empresas y trabajadores y de recoger las peticiones de huelga. Después de meses de paros y protestas por las condiciones laborales de los trabajadores, CCOO y UGT y la patronal del telemarketing firmaron un nuevo convenio colectivo que no convencía a CGT. El convenio contempla un incremento salarial del 1,6% en 2017 y una subida del 0,5% más el IPC para 2018 y 2019, con un mínimo garantizado para el IPC del 0,6%. Además, el acuerdo incluyó que el total de los contratos por obra y servicio con anterioridad al 18 de junio de 2010, que hasta el momento se encontraban en un limbo, se conviertan en indefinidos a partir del 1 de enero de 2019.

Pilotos de Ryanair

“Ryanair cambiará ahora su vieja política de no reconocer a los sindicatos para evitar cualquier amenaza de trastorno para sus clientes y sus vuelos presentada por los sindicatos de pilotos durante la semana de Navidad”. Así rezaba la nota de la aerolínea irlandesa que pretendía acabar con las huelgas de pilotos programadas en varias bases europeas durante las fiestas navideñas. En el pasado, la empresa se había negado a reconocer el Consejo Representativo de Empleados Europeos (EERC), desde el que un grupo de pilotos radicado en Irlanda quería negociar sus nuevas condiciones laborales. Otra movilización de trabajadores de la compañía, el de personal de tierra en España, también se saldó con pacto el pasado mes: la aerolínea se comprometió a constituir una mesa de negociación para alcanzar un acuerdo para este colectivo a nivel nacional.

Los examinadores de tráfico de la DGT

Tras más de cinco meses de huelga, los examinadores de tráfico desconvocaban los paros con los que han exigido un aumento de 250 euros en el complemento específico salarial. Aunque la DGT siempre ha sostenido que carece de competencias para realizar esta subida retributiva, lo que enquistó el conflicto desde junio –dejando tras de sí unas 200.000 pruebas prácticas de conducir sin realizarse–, los trabajadores decidieron finalizar la huelga este diciembre tras alcanzar el compromiso por escrito de todos los grupos de la oposición de que esta reivindicación quedará recogida en los Presupuestos Generales.

Mas allá de los conflictos concretos, los sindicatos destacan la subida del salario mínimo interprofesional este año a los 736 euros y el compromiso de que alcance los 850 euros en 2020.

Frentes abiertos para 2018

Este enero comienza con algunas luchas que comenzaron durante 2017, pero que aún no han logrado una solución. A continuación, un resumen de algunos de estos conflictos concretos, a los que los lectores que lo deseen pueden añadir más casos en los comentarios.

Riders

Los repartidores en bicicleta son cada vez más frecuentes en muchas ciudades españolas, uno de los modelos de negocio de la llamada “economía colaborativa”, que ha recibido este año varias llamadas de atención por parte de la justicia. La resolución de la Inspección en Valencia sobre los trabajadores de Deliveroo ha sumado nuevas denuncias contra la compañía a las ya presentadas en Zaragoza, Barcelona y Madrid. El sindicato que ganó a la empresa, la Intersindical valenciana, denunciará también a GlovoUGT ha acudido este diciembre a la Inspección para que investigue “la situación de fraude” en Deliveroo, Glovo, Ubereats y Stuart. Los sindicatos consideran que estas apps mantienen una relación de falsos autónomos con los riders.

Las Kellys

Las Kellys, “las que limpian”, aumentaron su visibilidad a lo largo de 2017. Las limpiadoras de pisos han seguido en pie de guerra este pasado año reivindicando el fin de la externalización de los servicios de camareras de piso y la jubilación anticipada, entre otras demandas de su manifiesto. En noviembre, consiguieron exponer sus demandas en el Parlamento Europeo, que se comprometió a preguntar por carta al Ministerio de Empleo español por su situación laboral.

Trabajadores del Palacio Euskalduna

Melchor, Gaspar y Baltasar entregaron este viernes un saco de carbón en las dependencias de la Diputación Foral de Bizkaia. Es una de las protestas de los alrededor de 45 trabajadores de Eulen, empresa subcontrada para realizar algunos servicios en las instalaciones del Palacio Euskalduna de Bilbao, que mantienen una huelga indefinida desde este 28 de diciembre. Los empleados no han llegado a un acuerdo con la compañía, por lo que sostienen los paros para “dignificar las condiciones laborales del colectivo”.

Entre sus quejas: jornadas laborales que superan lo establecido por ley, carecen de calendario laboral, no se reconocen los pluses de turnicidad, nocturnidad, antigüedad, cambios de horarios sin pleno aviso y salarios precarios, recoge el sindicato ELA.

Hostelería en los aeropuertos españoles

Puede que haya visto poca actividad en los locales de restauración de los aeropuertos durante las navidades. Los sindicatos convocaron paros parciales en los bares, cafeterías y restaurantes de los principales aeropuertos españoles los días 22, 23, 29 y 30 de diciembre ante la falta de un acuerdo con el gestor aeroportuario Aena. Los sindicatos critican la licitación pública de espacios de hostelería por parte de Aena, aumentando el número de lotes por la creación de algunos nuevos y dividiendo los existentes. CCOO y UGT se reunirán el próximo 10 de enero para estudiar los siguientes pasos a dar. 

Coca-Cola en Lucha

Los trabajadores de la fábrica de Coca-Cola de Fuenlabrada, en Madrid, siguen denunciando sus condiciones laborales en esta planta cuatro años después del inicio del conflicto. Desde Coca-Cola en Lucha aseguran que la empresa no cumple las sentencias que obligaron a readmitir a los trabajadores en sus puestos, aunque esta práctica ha sido avalada por la Audiencia Nacional y el Supremo. Los trabajadores –apoyados por CCOO y también por mujeres de su entorno, 'Las Espartanas'– aseguran que la multinacional apena les da trabajo efectivo y mantienen las movilizaciones. En estos últimos días han iniciado una petición en una plataforma online para que los diputados del Congreso se pronuncien sobre su situación.

Trabajadores de la justicia gallega

El comité de huelga de la justicia gallega (integrado por SPJ-USO, AXG-CUT, UGT, CSIF, STAJ, CIG y CCOO) volverán a reunirse el próximo martes con la Xunta para abordar lo que entienden como una “discriminación laboral” en distintos aspectos salariales y sociales con respecto a funcionarios de otras comunidades autónomas. Tras la reunión de esta semana, el comité lamentó que el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo mostró “su peor talante”, por lo que amenazan con sumar un paro más (el 25 de enero) a la huelga indefinida convocada a partir del 1 de febrero si no llegan a un acuerdo. Los trabajadores ya realizaron dos jornadas de huelga en diciembre, el día 1 y el 13.

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