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Euskadi aboga por medidas quirúrgicas y descarta el 'pasaporte COVID' ante el repunte de la incidencia

El lehendakari, Iñigo Urkullu, con el ministro-presidente de Flandes, Jan Jambon

Iker Rioja Andueza

15 de noviembre de 2021 21:27 h

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La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, presentará este martes a mediodía el primer paso atrás en las medidas de control de la COVID-19 desde que se puso fin a la segunda emergencia sanitaria a principios de octubre. Los casos han subido un 78% en una semana y los ingresos se han duplicado y Euskadi -con Navarra- tiene la tasa más alta de toda España aunque es un empeño personal del lehendakari, Iñigo Urkullu, cuestionar por sistema que los datos del Ministerio de Sanidad sean reales. El nuevo marco, al que el Gobierno vasco se refiere deliberadamente como “directrices” y no como “restricciones”, será quirúrgico y afectará esencialmente a municipios con alta incidencia acumulada en lo tocante a organización de eventos o control de aglomeraciones, ya que Urkullu ha recalcado que no hay “competencias” para pensar en implantar el 'pasaporte COVID' -un globo-sonda alimentado por unas declaraciones del alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, en la Cadena Ser- o la vacunación obligatoria, dos debates abiertos en otros lugares.

¿Cuál son esos municipios? Ocho localidades de más de 5.000 habitantes tienen activada la alerta roja por alta transmisión comunitaria al acreditar una tasa de incidencia de más de 400 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Son Agurain en Álava, Elorrio en Bizkaia y en Gipuzkoa Astigarraga, Azpeitia, Pasaia, Tolosa, Urretxu y Zumarraga. En dos casos, al menos, ha trascendido que ya se han adoptado medidas de ámbito local, Agurain y Astigarraga.

“No soy capaz de adelantar nada”, ha despejado Urkullu ante las preguntas de los periodistas sobre las posibles medidas tras una reunión con el ministro-presidente de Flandes, Jan Jambon. “Nos preocupa la situación. Evidentemente que nos preocupa. Por eso es que el Departamento de Salud mañana [por este martes] adoptará una serie de directrices. Tiene competencias con carácter normativo que las directrices que la consejera con una orden pueda emitir mañana. Pero son medidas que van a insistir en el refuerzo de las medidas preventivas que puedan ser la actualización de las directrices de la dirección de Salud Pública que hasta ahora se vienen insistiendo ante la ciudadanía”, ha señalado Urkullu.

Respecto del 'pasaporte COVID', la consejera Sagardui ha solido repetir -tanto públicamente como en las reuniones del consejo interterritorial que sienta a Sanidad con las comunidades- que está concebido para garantizar los desplazamientos entre país, no para ser empleado en el ocio. Además, siempre ha argumentado que es difícil dar a entidades privadas como los bares la capacidad de control de la veracidad de esos documentos, por ejemplo.

Queda descartado, asimismo, el regreso a un escenario de tercera emergencia sanitaria, que obligaría a volver a constituir la mesa de crisis llamada Labi y que se encargó de ir ajustando las medidas a las diferentes oleadas del virus. “A fuer de ser honestos, como Gobierno, en la medida de nuestras competencias, estamos actuando”, ha enfatizado Urkullu, a quien también le parecería “más que aconsejable” el uso continuado de la mascarilla en exteriores ya que no hay posibilidad real de ir controlando en todo momento que se respete el metro y medio de distancia que permite estar sin ella en la vía pública.

Urkullu ha mostrado también su enojo por las “penosas” imágenes del interior del frontón Bizkaia de Bilbao durante la disputa, este domingo, de la final del campeonato del Cuatro y Medio de pelota a mano. El partido se llegó a interrumpir ante la evidencia de que buena parte del público no estaba usando mascarillas cuando es obligatoria en todo momento en recintos interiores tras un aviso de las autoridades sanitarias. Para Urkullu, es el “reflejo” de la “relajación” que vive la sociedad, aunque ha dado a entender que el Gobierno vasco no tendría excesiva capacidad sancionadora para cortar situaciones como ésta.

A este respecto, en un comunicado, la organización del torneo ha explicado: “Antes y durante el festival desde la organización se recordó en numerosas ocasiones a las personas asistentes sobre la obligatoriedad del uso de la mascarilla en el recinto, conforme a las disposiciones normativas vigentes. Gran parte, la mayoría, de las personas presentes portaron la mascarilla en todo momento, si bien un reducido grupo de asistentes, pese a las numerosas advertencias, no respetaban lo recordado desde la organización a través de la megafonía [...]. Ante la situación que se producía se consideró que detener el partido, pese a ser una final, era una medida justificada y necesaria para que las personas asistentes que no portaban mascarilla fuesen conscientes de la situación, dado que a través de los reiterados avisos por megafonía parecía que no era suficiente. Afortunadamente, con dicha medida de paralización del partido, tales personas que habían venido incumpliendo la norma de uso de mascarilla depusieron en su actitud y el partido pudo reanudarse inmediatamente”.

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