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El Gobierno vasco aumentará en 7 millones de euros el presupuesto dirigido a la inserción laboral de “mujeres, jóvenes, mayores de 45 años cronificados en el paro y personas con discapacidad”

Una persona con discapacidad en uno de los centros especiales

Maialen Ferreira

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El Consejo de Gobierno aprobará este martes tres órdenes económicas por valor de 7 millones de euros para favorecer la inclusión laboral de colectivos con dificultades. Una partida de 1,4 millones de euros para atender a personas paradas de larga duración, 5 millones de euros para las Unidades de Apoyo de los Centros Especiales de Empleo, que emplean a personas con discapacidad y otros 500.000 euros para impulsar el empleo ordinario de estas personas.

Así lo ha adelantado la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia este lunes en Bilbao en la presentación del balance del año 2020 de EHLABE, la Asociación de Centros de Empleo Especial de Iniciativa Social de Euskadi, en el que se ha informado de que, a pesar de la pandemia, se ha logrado mantener el trabajo de 8.232 personas con discapacidad, tres más que las que empleadas el año anterior y se han contratado a 210 personas en 2020, de las cuales el 83,8%, han sido personas con discapacidad con mayores necesidades de apoyo (trabajadores con enfermedad mental, discapacidad intelectual o discapacidad física y sensorial de más del 65%).

En su intervención, la vicelehendakari ha recordado que en 2020 el apoyo de Lanbide a este colectivo ascendió a 55,6 millones de euros, cifra que en este 2021 se reforzará y crecerá un 9% hasta situarse en 60,6 millones. “Vamos a acompañar a este colectivo desde Lanbide para que las oportunidades de empleabilidad a las que accedan no sean una solución coyuntural, sino de futuro, un proceso que queremos seguir haciendo de su mano, para que los Centros Especiales de Empleo sean un agente decisivo para impulsar la inserción sociolaboral de las personas desempleadas más vulnerables”, ha recalcado Mendia, quien ha reiterado el “compromiso” del departamento que dirige “con el empleo inclusivo en todas sus formas, la igualdad en todas sus variables” porque de esta crisis “tenemos que salir más iguales, sin que nadie se quede atrás”. Y eso, ha añadido, “exige que actuemos con más intensidad en quienes tienen mayores problemas de inserción: mujeres, jóvenes, mayores de 45 años cronificados en el paro, y también las personas con discapacidad”.

Durante el confinamiento por el coronavirus, el empleo de las personas con discapacidad en Euskadi varió en algunos aspectos. Cuando en su mayoría eran empleados en las industrias del primer sector y con contratos estables a jornada completa, a raíz del confinamiento y la paralización de algunas empresas, fueron contratados en trabajos considerados como esenciales durante la pandemia, como cajeros de supermercado o trabajadores de la limpieza.

“Hasta el año 2020 una gran parte de los empleos que se estaban generando, estaban siendo generados en el sector industrial. Sin embargo en el año 2020 la mayoría de los empleos han sido en el sector servicios (...) es verdad que existe el riesgo de que en la medida que no seamos capaces de volver a impulsar una creación de empleo estable, de calidad y significativo, esos puestos desaparezcan”, ha explicado el presidente de EHLABE, Txema Franco.

Según ha explicado Franco, las personas con discapacidad se enfrentan al riesgo añadido de perder su trabajo por la automatización de los empleos que realizan. “El 90% de los empleos que ocupan las personas con discapacidad se sitúan entre los que sufren una mayor amenaza de desaparición por automatización. La solución a esto viene por dos caminos: la adaptación de los procesos de trabajo para que las personas con discapacidad puedan ocupar esos puestos de trabajo nuevos que están cambiando e incidir en la formación y en la cualificación”, ha señalado el presidente de EHLABE.

La tasa de paro de personas con capacidad en Euskadi asciende al 16,5%, mientras que el índice de empleo del colectivo se sitúa en el 29,3%. Es decir, de las 84.300 personas con discapacidad en edad laboral, tan solo están activas 24.600 y una de cada tres trabaja en centros especiales de empleo.

Una apuesta por la inclusión de colectivos con más dificultades

En cuanto a las tres órdenes económicas, que elevará la vicelendakari este martes al Consejo de Gobierno y después al Consejo de Administración de Lanbide, ha explicado que forman parte de una apuesta por la inclusión de colectivos con más dificultades. La partida de 1,4 millones de euros irá destinada a atender a personas paradas de larga duración, subvencionando contrataciones indefinidas “especialmente incentivadas si se trata de mujeres y mayores de 45 años”, ha detallado Mendia. Los cinco millones para centros especiales ayudarán “a superar barreras a personas con mayor nivel de discapacidad”, mientras que los 500.000 euros para impulsar el empleo ordinario de estas personas permitirán un aumento en la contratación. “El pasado año se logró que 132 de ellas, un 40% más que en el ejercicio anterior, fueran contratadas por esta vía”, ha explicado.

Esta acción tendrá una atención concreta en la nueva Estrategia de Empleo 2030 y se plasmará en el conjunto de las actuaciones del Departamento y con especial incidencia en los Planes Locales y Comarcales de empleo, sobre todo en las comarcas más desfavorecidas. “La experiencia con ELHABE es un ejemplo de que las cosas funcionan mejor cuando hacemos frente a los retos juntos”, ha concluido Mendia.

ELHABE agrupa 14 entidades y más de un centenar de empleos en Euskadi y congrega a más del 95% de las empresas especiales de trabajo en la comunidad autónoma vasca. Las empresas que integran la asociación facturaron 291 millones de euros en 2020, un 20% menos que el año anterior fruto de la crisis derivada de la pandemia. Por sectores, el de servicios aglutina el 41,6% de los empleos, mientras que el industrial alcanza el 58,4%.

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