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Marina Gallego: “La mejor política contra la migración es el desarrollo de los países empobrecidos”

Marina Gallego, coordinadora nacional de la organización Ruta Pacífica de las Mujeres en la sede de la ONG Mugarik Gabe, en Bilbao

Maialen Ferreira

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A menos de una semana de la primera vuelta de las Elecciones Presidenciales de Colombia, la coordinadora nacional de la organización Ruta Pacífica de Mujeres, abogada y experta en Derechos Humanos, Marina Gallego, lo tiene claro: la izquierda, y su líder Gustavo Pietro, “tiene que patear el tablero para que la oligarquía vaya cediendo”. Según Gallego, un cambio de Gobierno supondría para el país mejoras en derechos humanos, de las mujeres, de los colectivos LGTBI, así como una apuesta firme por la cultura, la educación y el medio ambiente.

Durante su visita a Euskadi, ha protagonizado una conferencia bajo el título 'Perspectivas feministas sobre la guerra y paz' junto a las periodista Ane Irazabal y Olga Rodríguez. En ella, ha tratado el tema de la participación de las mujeres en las negociaciones del acuerdo de paz en Colombia, así como de las similitudes que hay entre las violencias que sufren las mujeres en conflictos armados de todo el mundo. “En cualquier conflicto las mujeres son principalmente las que huyen a las fronteras pidiendo asilo. Desplazarse siendo mujer y estando sola genera riesgos más allá de tener que dejar a la familia, como los riesgos de explotación sexual o violencia sexual”, explica a este periódico en una entrevista en Bilbao, en la sede de la ONG Mugarik Gabe, organizadora del evento en el que Gallego participa.

¿Cómo es la perspectiva de género en las guerras y conflictos armados?

Por ejemplo, en Colombia, las mujeres también participamos en el acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC. Especialmente tuvimos incidencia en el Gobierno, porque no teníamos acceso en aquel momento a las FARC. Seis o siete meses antes del acuerdo, salió una foto de las negociaciones previas en la que aparecían 20 hombres y ninguna mujer. Se lo dijimos al Gobierno, porque no nos parecía bien que una foto así se distribuyera por todos los medios de comunicación. Además, en aquel momento de las negociaciones llevaban ya tres puntos del acuerdo en los que no habían tenido en cuenta a las mujeres. Al escuchar nuestras quejas, nos dijeron que las mujeres del país nos uniéramos e hiciéramos un evento grande para que las FARC también nos conocieran. Y así fue. Hicimos un evento grande en torno al acuerdo de paz en el que participaron casi 600 mujeres y tuvieron en cuenta las conclusiones a las que llegamos. A partir de ahí, el Gobierno incluyó a dos negociadoras y las FARC también se puso las pilas. Mostramos nuestras conclusiones en una reunión con el Gobierno y las FARC e hicimos aportes a los puntos que llevaban. No abrimos más la agenda que tenían, pero nos aseguramos de que todos los puntos tuvieran perspectiva de género.

¿Cada vez se escucha más a las mujeres en los ámbitos de negociación en Colombia?

Sí, aunque hay un rezago del 10% en el cumplimiento de los puntos que propusimos las mujeres en el acuerdo de paz. El acuerdo general tiene un 33% de medidas cumplidas, mientras que nuestras medidas propuestas cuentan con un 23% de cumplimiento. Sin embargo, creo que el haber participado en la negociación nos ha facultado para incidir en que se cumpla el acuerdo y que las mujeres sean protagonistas.

¿Cuál es la función de la Ruta Pacífica de las Mujeres de la que es coordinadora nacional?

La Ruta es una organización que nació hace 25 años con el objetivo de lograr una salida negociada del conflicto armado en Colombia. El conflicto duró más de 50 años, afectó a varias generaciones y sabíamos que salir de esa guerrilla era muy difícil, por eso confiábamos en que cuanto antes se negociase, sería mejor. El país tardó 50 años en negociar y lograr una salida exitosa. A día de hoy, aún quedan guerrillas en distintos territorios del país y también colaboramos para ofrecer salidas para lograr la paz. Siempre hemos trabajado en torno a eso, somos 300 organizaciones de 142 municipios. En 2010 creamos una Comisión de la Verdad con 1.000 mujeres que fue muy importante para poder llegar a la mesa negociadora del acuerdo de paz. Así fue como logramos ser agentes, no fue cosa de un día para otro.

Durante su participación en la conferencia 'Perspectivas feministas sobre la guerra y paz' habló de la perspectiva de género en las guerras. ¿Qué diferencia nota en el papel de las mujeres en los conflictos armados en Colombia y el que juegan las mujeres actualmente en la guerra de Ucrania?

No sé cómo de organizadas estarán las mujeres en Ucrania, ni si les ha dado tiempo a organizarse en una situación como esta, pero lo que sí se, es que es algo común. En cualquier conflicto son las mujeres principalmente las que huyen a las fronteras pidiendo asilo. Desplazarse siendo mujer y estando sola genera riesgos más allá de tener que dejar a la familia, como los riesgos de explotación sexual o violencia sexual. Nos han dicho que hay proxenetas cerca de las fronteras y los campamentos ofreciéndoles a las chicas ese tipo de actividades. Todo eso es parecido a lo que ocurre en Latinoamérica, en circunstancias distintas, porque finalmente en Ucrania los países de acogida son europeos y tienen mejores condiciones que las personas que se desplazan desde allá.

La mejor inversión que pueden hacer los países del norte es fortalecer el desarrollo de las naciones empobrecidas, para que no haya necesidad de migrar

De hecho, la mayoría de personas migrantes que llegan a Euskadi son mujeres, de América Latina y jóvenes. ¿A qué cree que se debe?

Creo que ocurre porque las mujeres buscan salidas para proteger a su familia y esos países les brindan seguridad. Habría menos migración si nuestros países tuvieran mejores condiciones. La mejor política contra la migración es el desarrollo de los países empobrecidos. La mejor inversión que pueden hacer los países del norte es fortalecer el desarrollo de esas naciones para que no haya necesidad de migrar. Si la gente tiene cierta seguridad, más empleo y posibilidad de vivir en sus territorios, nadie tendrá la necesidad de migrar. Habrá migración, pero no una necesidad impulsada por la situación del país.

¿A qué se enfrentan las mujeres en Colombia?

Hay un porcentaje muy alto de violencia contra las mujeres. Se reportan cerca de 800.000 casos de violencia de distintos tipos contra ellas y hay 700 mujeres asesinadas al año. Los reportes de casos de violencia sexual son cerca de 21.000 al año y la mayoría de denuncias son de menores de 0 a 13 años, es decir, niñas que sufren abusos en sus casas. Hay una violencia estructural contra las mujeres que no cesa y que, además, se oculta por la dinámica de una situación de inseguridad general del país.

¿Qué supuso para las mujeres la despenalización del aborto hasta la semana 24?

Ciertamente no nos lo esperábamos. Desde 2006 el aborto solo estaba contemplado en tres causales: cuando está en riesgo la salud o la vida de la madre, cuando es fruto de violación o incesto, o si hay malformación del feto. Si no se cumplían ninguna de las tres, el aborto estaba penado con cuatro años y medio de cárcel. Nos parecía una vulneración de los derechos de las mujeres y afectaba sobre todo a las mujeres pobres. Eso fue lo que hizo votar a favor de la despenalización a las Cortes, el hecho de que las más afectadas eran las mujeres muy jóvenes o niñas campesinas. La penalización penalizaba a las que menos tenían, porque las que tenían dinero, pagaban para abortar sin que nadie se enterara de ello.

La penalización del aborto penalizaba a las que menos tenían, porque las que tenían dinero, pagaban para abortar y nadie se enteraba de ello

¿Cómo perjudicaría a países como Colombia el hecho de que se vuelva a penalizar el aborto en EEUU?

Sería algo muy grave porque sería un claro ejemplo de cómo hay personas luchando para que las mujeres perdamos derechos adquiridos y no podamos abortar libremente.

El próximo domingo, 29 de mayo, se celebrará la primera vuelta de las Elecciones Presidenciales en Colombia. ¿Cómo lo están viviendo?

Las encuestas están dando por ganador al pacto progresista que une a la izquierda con otros sectores liberales y que lidera Gustavo Petro. Por el momento, las encuestas dicen que cuenta con un 43% de los votos, le saca como 15 puntos a la derecha. Lo más probable es que en esta primera vuelta, al haber siete candidatos, no gane [la fórmula ganadora deberá obtener la mitad más uno del total de votos válidos] por lo que pasará junto al segundo favorito a una segunda vuelta, el próximo 19 de junio.

¿Qué supondría para Colombia que ganase la derecha cristiana de John Milton Rodríguez o la coalición de derechas de Federico Gutiérrez?

Otra vez lo mismo, ya estamos acostumbrados.

¿Y la izquierda de Gustavo Petro?

Yo creo que ahí habría un movimiento en términos de lucha contra la desigualdad, a favor de los derechos de las mujeres -no creo que todo, pero sí bastante- y también una apuesta por los derechos LGTBI. Todas las agendas liberales se tendrían en cuenta y, por supuesto, el acuerdo de paz se cumpliría más ampliamente. Petro tiene compromisos a favor del medio ambiente y muchas ideas que no sé cómo cumplirá porque habla de reducir el consumo del petróleo y del carbón, pero los necesita, entonces, esos son los puntos que pueden llegar a ser algo demagógicos, porque va a tener que seguir usando esos recursos, pero sí que tendría una mirada a favor del medio ambiente que otros no tienen. También haría una apuesta fuerte por la cultura, muchos artistas colombianos lo apoyan por eso, y por la educación. Tiene que patear el tablero para que la oligarquía vaya cediendo. Sería una lección que la derecha no olvidaría.

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