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Entrevista

Maru Solores, cineasta: “Parte de la violencia de la sociedad viene de no recibir en la infancia lo que necesitamos”

Maru Solores, directora de cine

Maialen Ferreira

11 de octubre de 2021 21:45 h

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El miedo al parto, a qué pasará después, a cómo cuidar al bebé o cuándo volverán –si lo llegarán a hacer– a la vida de antes son pensamientos que rondan en la cabeza de las mujeres que van a ser madres y también son cuestiones que aborda la película 'Aztarnak', ('Huellas', en su traducción al castellano), de la cineasta Maru Solores. En 'Aztarnak' un grupo de madres y padres hablan sobre las dudas y los miedos que tienen en relación con la crianza de sus bebés, mientras que expertos tratan de explicar esos sentimientos y darles solución.

Una de las madres rompe a llorar porque la necesidad de atención de su hija “le sobrepasa” y teme que la pequeña, que posa junto a ella frente a las cámaras mientras se sincera, sienta que su propia madre la rechaza. Otra, decide que tras un año y medio de dar el pecho a su bebé ya es suficiente. “Quiero volver a ser independiente, salir a tomar algo, y ¿por qué no? Volver a salir de juerga”, señala mientras otra le responde que su decisión es respetable, pero que ella se ve incapaz de dejar de dar el pecho a su hijo tras tres años haciéndolo. Todas ellas tienen algo en común, querer ser la mejor madre posible y el miedo a no conseguirlo.

Maru Solores retrata todas esas historias y las lleva a la gran pantalla en una película cuyo estreno mundial tuvo lugar en el Festival de San Sebastián el pasado mes de septiembre y que llegará a los cines el 15 de octubre con el objetivo de remover en las mentes de los espectadores cuestiones como: ¿Y si las huellas de la infancia se quedaran en las personas para siempre?

Una de las preguntas retóricas que se realizan al comienzo de la película es la de '¿Por qué los niños lloran al nacer?'. ¿Por qué lo hacen?

Según muchos profesionales en casos en los que se corta el cordón umbilical nada más nacer, cuando todavía está latiendo, el bebé necesita oxígeno de repente y se le abren los pulmones. A veces no es un lloro exactamente, puede ser un grito. Hasta hace poco había unos protocolos en los hospitales que exigían que eso fuera así, creo que ahora ya no, ya se respeta más. Si se espera a que el cordón deje de latir y entonces se corta, el proceso es más tranquilo.

¿Qué diferencia hay entre un “parto respetuoso” a los que normalmente se realizan en los hospitales?

Ahora mismo yo creo que en los hospitales hay de todo. Lo que se ha venido haciendo durante mucho tiempo y que se está denunciando cada vez más, son las intervenciones que no son necesarias, en las que se interviene demasiado y no necesariamente por el bien de la parturienta o del bebé sino por los protocolos o normas que ellos tienen establecidos y que van muchas veces en función a lo que ellos necesitan como médicos o matronas. Mismamente, la postura en la que se pare. La postura normal en la que se pare en los hospitales es antifisiológica.

¿Cuál es la postura ideal para parir?

Cualquiera que sea como más de cuclillas, en la que una pueda hacer fuerza y con la propia fuerza de la gravedad ayude a que el bebé salga.

¿Y por qué se promueve la otra postura como la ideal?

Por lo que he leído, cuando se empezaron a medicalizar los partos propusieron esa postura por la comodidad del médico. Era mucho más fácil para él para ver lo que está pasando y tener al bebé controlado cuando sale. Hay matronas que dicen que como les han enseñado así, no pueden hacerlo de otra manera porque no saben. Pero hay una nueva generación de matronas que lo están haciendo de otra manera. Lo que nos ha pasado a las mujeres es que hemos ido perdiendo el instinto y tampoco hemos visto a otras mujeres parir como se hacía antiguamente, por lo que cuando llegamos al hospital nos dicen que nos pongamos así y nosotras nos ponemos.

La postura normal en la que se pare en los hospitales es antifisiológica

¿A la sociedad se le inculca un miedo al parto?

Sí, yo creo que sí.

¿Cómo puede afectar al resto de la vida de una persona lo que ha vivido en sus primeros años de existencia?

A todos nos afecta para mal y para bien. Hay muchos científicos desde distintas disciplinas que lo dicen, esa fase es primordial porque se está desarrollando el cerebro a mucha velocidad y a medida que se van haciendo más investigaciones sobre el cerebro se ha ido constatando más la importancia de esa fase.

Se hablaba en la película de que si un bebé era separado al nacer de su madre o no recibía la atención suficiente por parte de sus progenitores, en su vida de adulto este lo puede llegar a mostrar a través de carencias o ciertos comportamientos, pero si la gran mayoría de la sociedad ha nacido en hospitales con “partos no respetuosos” o han sido separados de sus madres al nacer ¿cómo se explica que nadie sea consciente de esas carencias?

Efectivamente, cuando hay enfermedades en la edad adulta, muchas tienen que ver con esos primeros momentos, pero no quiere decir que porque en esos primeros momentos haya habido dificultades o momentos traumáticos se vayan a desarrollar enfermedades. Eso se va compensando, pero claro, a la pregunta de ¿cómo es posible que estemos sanos? Yo respondería ¿hasta qué punto estamos sanos? Es una sociedad llena de violencia, falta de solidaridad y eso también puede venir en parte de que no hemos recibido todo lo que necesitábamos en la infancia. Si no, estaríamos en una sociedad más sana.

Hay una frase de la película que dice “nire parte zara baina ez zara nirea” (eres parte de mí, pero no eres mío, en euskera) que le dice una madre a su hijo. ¿Cuesta aceptar esto cuando se es madre?

Sí. Yo creo que les pasa a todas las madres, a veces por querer proteger en un exceso pecas de no darle a ese ser la independencia o la autonomía que merece.

¿Cuál es el papel del padre o de la pareja durante el embarazo y el parto?

Ahora hay más padres que son más conscientes y quieren estar más presentes. El papel antes era otro. En el embarazo y el parto no participaban. Lo que hacían, que también era importante, era traer el sustento, él se ocupaba de la infraestructura para que eso pudiese funcionar y la madre pudiese estar con el hijo. Es verdad que los padres ahora, no sé si todos, están más conscientes con el embarazo, el parto y quieren estar ahí y participar.

¿Por qué es importante ese piel con piel?

Científicamente se ha demostrado que como el bebé viene de un entorno donde ha estado protegido y en contacto con la madre continuamente, necesita esa continuidad y que no sea tan abrupto el cambio. Estando piel con piel se regula la temperatura del cuerpo del bebé, se estimulan sus sentidos, la lactancia y tiene muchas otras ventajas. De hecho, hace unos años se ha empezado a hacer en neonatología. Justamente a los que nacían prematuros los separaban y los metían en la incubadora y ahora hay una corriente que asegura que ellos son precisamente los que más necesitan ese piel con piel.

Con la pandemia, además, se ha vuelto hacia atrás en algunos casos. Sobre todo al principio, cuando se ha llegado a separar a las madres que han dado positivo en coronavirus de sus bebés durante meses en algunos casos, cosas muy absurdas y cruentas. También se ha impedido que entre el padre o la pareja a los partos.

¿El sistema actual no deja que la crianza se centre al cien por cien en el niño?

Ahora mismo no, es difícil.

En la película, una de las madres rompe a llorar porque se siente superada y no quiere que su hija sea consciente de ello y lo sienta como un rechazo. ¿Son situaciones comunes en la maternidad?

Sí, yo diría que sí.

En algunos países se ofrecen alternativas y los padres no tienen miedo de reincorporarse al mundo laboral tras un año o dos, está aceptado dentro del sistema

¿Hay presiones sobre cuándo dejar de dar el pecho?

Sí, dependerá del entorno de cada madre, pero a día de hoy sigue habiendo presiones o porque lo estás alargando mucho o porque no lo alargas lo suficiente.

Antes los cuidados recaían sobre la mujer, que se quedaba en casa trabajando en el hogar. ¿El hecho de que ambos progenitores trabajen fuera de casa puede llegar a afectar a la crianza del bebé?

Sí, si no se organiza bien y si al bebé se le pone en una institución a partir de los cuatro meses. Incluso los profesionales que trabajan en esas instituciones dicen que es una edad muy temprana y que en realidad los mejores cuidadores con los que puede estar son los padres.

¿Qué debería hacer entonces la pareja, renunciar en parte a su vida y a su carrera para criar al bebé?

En otros países se plantean más alternativas y se les dan más posibilidades a los padres de alargar el periodo de baja laboral de manera que puedan estar con el bebé y que luego no tengan problema para reincorporarse al mundo laboral porque en la propia sociedad está más aceptado eso. En algunos países es habitual y la gente no tiene miedo de reincorporarse tras un año o dos, está aceptado dentro del sistema.

Una de las madres de la película también decía que cómo se iba a reincorporar al mundo laboral y quién la iba a contratar tras dos años de parón. ¿En este país no está aceptado que las madres o padres pasen un largo periodo con sus bebés y luego traten de reincorporarse?

Efectivamente, no se acepta, pero poco a poco están cambiando las cosas. Igual cada vez se va a ir aceptando más.

¿Este tipo de temas siguen siendo un tabú en la sociedad?

Cada vez menos. Me da la sensación de que en los últimos años ha cambiado un poco. Estamos dando pasos y a ver si la próxima generación puede dar un paso más, aunque de una generación a otra puede que no cambien tanto las cosas, se necesitarán varias generaciones.

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