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La mayoría de los jóvenes vascos entre 15 y 19 años se alinea con la “masculinidad” tradicional y machista

El lehendakari, Imanol Pradales, en la jornada “Estrategias para el trabajo con hombres y masculinidades por la igualdad en Euskadi” organizada por Emakunde, en el marco de la iniciativa Gizonduz para la sensibilización e implicación de los hombres con la igualdad

Maialen Ferreira

Bilbao —

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El 43,2% de los hombres en Euskadi rechaza claramente los mandatos de la masculinidad tradicional y adopta modelos igualitarios. Aunque la mayoría, el 49,8% ocupa una posición intermedia, y aunque se muestra de acuerdo con los mandatos tradicionales, tampoco incorporan una masculinidad igualitaria por completo. En el lado más machista, 7% restante exalta la hombría y los mandatos de género conservadores. Estas cifras aumentan si solo se analizan las opiniones de lo jóvenes de entre 15 y 19 años, donde esta última cifra sube hasta el 22,5%, el 60% ocupa una posición intermedia pero se muestra de acuerdo con la masculinidad tradicional y solo un 17,5% la rechaza. Estas son algunas de las conclusiones del informe “La caja de la masculinidad en el País Vasco. Construcción, actitudes e impacto de las masculinidades en la población vasca”, encargado por Emakunde al Centro Reina Sofia FAD Juventud en el que han participado 1.252 personas de entre 15 y 65 años.

“Es un hecho que se está produciendo una rearticulación discursiva en torno a la masculinidad hegemónica tradicional, presentando el modelo de la caja de la masculinidad o partes del mismo como una opción atractiva, especialmente para los hombres jóvenes, pero que también afecta a otros perfiles. Como ya se ha explorado, el argumentario postmachista, el retorno al tradicionalismo como respuesta a la precariedad y la proliferación de narrativas misóginas y antifeministas en el ecosistema comunicativo digital actual, son algunos de los principales factores explicativos de esta tendencia”, desarrolla el informe presentado este viernes por el lehendakari Imanol Pradales dentro de la jornada “Estrategias para el trabajo con hombres y masculinidades por la igualdad en Euskadi” organizada por Emakunde, en el marco de la iniciativa Gizonduz para la sensibilización e implicación de los hombres con la igualdad.

¿Cómo se explica que los jóvenes apoyen los roles más tradicionales y machistas? Según el estudio, por el “individualismo” y el “neoliberalismo” en el que si el hombre no se encarga de los cuidados y el hogar, tiene más libertad para su desarollo personal. “En el contexto socioeconómico neoliberal contemporáneo, la lógica de la meritocracia y del individualismo han ido polinizando el imaginario juvenil como un mantra explicativo del éxito personal desde la responsabilidad individual, lo que la literatura denomina como ”sujeto neoliberal“.

Desde este marco, un cálculo racional para los hombres jóvenes es que en un modelo familiar patriarcal representa claras ventajas para el desarrollo profesional masculino. Contar con una persona que se ocupe de forma no remunerada del trabajo doméstico y de cuidados supone la liberación de toda una serie de recursos materiales y temporales que facilitan el desarrollo personal. No obstante, al partir de una defensa formal de la igualdad entre hombres y mujeres se incorporan argumentos que naturalizan los roles de género justificando así el reparto desigual de tareas y espacios. En definitiva, se ha producido un cambio adaptativo entre los hombres que han incorporado desde la lógica del sujeto neoliberal y el gobierno sobre sí mismos un argumentario que les permite perpetuar la estructura patriarcal mientras enarbolan una defensa formal de la igualdad. Lo que resulta especialmente preocupante es que hay algunos elementos de estos discursos que han permeado no sólo entre quienes se alinean con la caja de la masculinidad sino también entre quienes están al borde o incluso fuera de la misma, y con independencia de si son hombres o mujeres“, recoge el documento.

Muestra de ello son algunas de las afirmaciones que en la investigación se encuadran en el “marco posmachista” que sitúan a los hombres de una u otra manera en una posición de desventaja en la sociedad actual: un 36,7% afirma que las políticas de igualdad han llegado tan lejos que se está discriminando a los hombres, un 44,2% que los hombres suelen tener trabajos más duros que las mujeres y un 34,8% que se ha perdido la presunción de inocencia para los hombres. “En todos estos casos, son los hombres dentro de la caja de la masculinidad tradicional quienes mayor grado de acuerdo reflejan, pero las diferencias en relación a otras posiciones de la caja y a los datos de las mujeres no son muy pronunciadas. A su vez y con la misma tendencia, están muy extendidas y aceptadas las afirmaciones que idealizan la noción del amor romántico, como la de que un chico debe proteger a su chica (con un 41,9% de acuerdo) o que es normal la entrega absoluta a la otra persona en un marco de pareja (36,6% de acuerdo)”, señala.

En cuanto a la violencia de género, el 20,4% hombres que se sitúan “dentro de la caja”, es decir, los que se alinean más con los roles tradicionales, la consideran un problema social grave, cifra que aumenta entre los que se encuentran en una posición intermedia hasta el 66,8% y sube hasta un 87,5% en aquellos que están más alineados a las nuevas masculinidades y al feminismo. Estos últimos también se muestran muy críticos respecto a ideas como que la violencia de género es un invento ideológico o que puede llegar a ser asumible si es de baja intensidad.

La ‘caja de la masculinidad’ representa el grado de adhesión a los estereotipos más tradicionales de género. Estar dentro significa ajustarse a normas rígidas que dictan cómo debe ser y comportarse un hombre; estar fuera implica rechazar estos modelos y adoptar una visión más flexible e igualitaria de la masculinidad; estar en el borde es una posición intermedia, en la que se cuestionan ciertos mandatos, pero sin llegar a romper completamente con ellos. Entre estos últimos se encuentran consignas como la prohibición de mostrar vulnerabilidad, la heterosexualidad como norma o la idea de que un hombre de verdad no debe pedir ayuda ni mostrar actitudes percibidas como afeminadas.

El lehendakari, Imanol Pradales, ha pedido el compromiso de los hombres para acabar con el machismo en la sociedad. “El compromiso con la igualdad de nosotros, los hombres, es fundamental especialmente en dos ámbitos: en nuestra participación en los cuidados y los trabajos domésticos, y en la prevención de la violencia contra las mujeres. Debemos ser ejemplo para las nuevas generaciones. Enseñarles que hay otras formas de entender la masculinidad, y de tener relaciones basadas en la igualdad”, ha reconocido.

“Nuestra Ley para la Igualdad establece claramente que debemos promover la concienciación, participación e implicación de los hombres. También lo dictan los convenios y compromisos internacionales con los que Emakunde ha estado alineada desde su creación. Pero no son solo las leyes y las directrices internacionales las que nos obligan a actuar; es la realidad la que nos interpela. Nos lo exige la ciudadanía que asiste perpleja a un avance de la ultraderecha que está difundiendo discursos negacionistas. Esta creciente corriente neomachista está calando especialmente en los chavales y hombres jóvenes y de mediana edad. Y no lo podemos permitir. No lo vamos a permitir. El empoderamiento de las mujeres y la implicación de los hombres con la igualdad son los dos grandes ingredientes que, combinados, nos permiten avanzar hacia una sociedad igualitaria, libre de violencia machista”, ha concluido el lehendakari.

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