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Optimismo económico, más ayudas de vivienda y más peso para el PSE-EE: cinco claves de los presupuestos vascos de 2023

El consejero vasco de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu

Iker Rioja Andueza

25 de octubre de 2022 12:20 h

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El Gobierno de Iñigo Urkullu ha alumbrado este martes el borrador de unos presupuestos de 2023 históricos. Lo son principalmente por su volumen de gasto, 14.250 millones de euros, el máximo histórico nunca conocido. Son los más expansivos prácticamente en una década y afrontan con optimismo no disimulado un escenario económico de incertidumbre global. Las cuentas irán ahora al Parlamento. El Ejecutivo de PNV y PSE-EE tiene mayoría absoluta y puede dar por aprobados los presupuestos. Sin embargo, se iniciará una ronda de contactos con todos los grupos de la oposición con excepción de Vox, esto es, EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y PP+Cs. El pasado año hubo un pacto económico con la coalición abertzale. “Espero que todos prioricemos el bien común. Tenemos tiempo para negociar de forma serena”, ha enfatizado el consejero del ramo, Pedro Azpiazu, que ha calificado de “satisfactorio” el desarrollo del pacto del pasado año aunque está abierto a hablar “con todos”. El 23 de diciembre la Cámara aprobará definitivamente este plan para su entrada en vigor desde el mismo 1 de enero del año entrante.

1 - El techo de gasto sube más de 1.000 millones

Se han cumplido recientemente diez años desde que Urkullu ganara sus primeras elecciones. Formó un Gobierno monocolor y en minoría y, como una de sus primeras medidas, presentó un proyecto de presupuestos para afrontar también un tiempo de crisis económica. La propuesta pasaba por recortar drásticamente el gasto, concretamente en 1.300 millones de euros. Ahora, la COVID-19 y el escenario abierto por la guerra en Ucrania han hecho pasar de las políticas de austeridad a lo que el propio lehendakari ha venido en llamar una gestión “valiente” y “anticíclica”. El techo de gasto superó el pasado año por vez primera los 13.000 millones y ahora supera también los 14.000 hasta llegar hasta 14.250. Son 1.142 más en un año y 5.000 más desde el inicio de la etapa de Urkullu como lehendakari o, dicho de otra forma, un 50% más de capacidad de gasto en diez años. “Los mimbres de este presupuesto son muy sólidos y su solvencia garantiza que Euskadi va a ser capaz de mantener el nivel de sus servicios públicos, impulsar la actividad económica y generar empleo para hacer frente a la turbulenta situación económica y social que nos está tocando vivir”, ha explicado el consejero de Economía y Hacienda en la presentación pública de las cuentas. El pasado año el plan no incluía fondos europeos y este año sí se incluyen por vez primera 260 millones, lo que deja la subida real del gasto disponible en 882 millones propios. En todo caso, en lo tocante a fondos europeos las previsiones de ingresos son muy superiores a esos 260 millones, hasta cuatro veces más en algunas áreas.

2 - El contexto económico: “Turbulencias planetarias”, optimismo local

El Gobierno vasco y, en particular Azpiazu, se niegan a hablar de crisis y eso que Urkullu fue el primer dirigente público en acuñar, a principios de marzo, la expresión “economía de guerra”. Técnicamente, esa crisis llega tras dos trimestres consecutivos en recesión y la comunidad autónoma encadena ocho de crecimiento. “Como saben, nuestras previsiones de crecimiento, que han sido avaladas por la Airef, estiman un crecimiento del 2,1% en 2023. Me gustaría señalar que el crecimiento potencial antes de la pandemia era del 1,8%, como dato para poder ponderar las nuevas cifras”, ha destacado Azpiazu, que ha recordado las fuertes subidas en las recaudaciones de impuestos. Añade que se prevé una “significativa reducción de la tasa de paro” con la “creación de unos 26.000 puestos de trabajo este año y unos 12.000 el próximo”. La inflación se está “moderando”. “Por lo tanto, cierta calma, aunque seguimos siendo veletas de una guerra sin sentido y cuyas consecuencias económicas nos lastran a todos”, ha apostillado Azpiazu, que apunta a “turbulencias planetarias” pero que no ha mencionado problemas locales con la cesta de la compra, el depósito de combustible o las calefacciones de los hogares.

3 - El reparto, por áreas

Promociona el Gobierno que “un 76% del total” del presupuesto, es decir, 10.254 millones, van a “políticas sociales” y que “son Salud y Educación los departamentos que mayor incremento presupuestario presentan”. Se comen 500 de los millones de subida, prácticamente la mitad. Las políticas con relevancia de género, según Azpiazu, representan el 17% del gasto total, “medio punto más que en los presupuestos de 2022”. Las inversiones superan los 1.800 millones de euros. En ese apartado hay 135 millones para la 'Y vasca' y otras infraestructuras del Estado que en parte son adelantadas por la comunidad autónoma. El propio Gobierno central ya presupuestó más de 700 millones en inversiones en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa para el próximo año. El endeudamiento bruto baja de 1.429 millones a 1.197,5 millones. La deuda en 2013 se sitúa en el 13,5% y el margen de déficit autorizado a nivel estatal y europeo es del 0,6%. En cuanto a los gastos de personal, se subirán las nóminas de los funcionarios en noviembre un 1,5% y en el próximo ejercicio otro 2,5%, por lo que el efecto será superior al 4%.

4 - Todas las ayudas de vivienda suben a 300 euros

La letra pequeña de los presupuestos propone una subida hasta los 300 euros de las prestaciones de vivienda, que son tres. Está el complemento para el alquiler de la renta de garantía de ingresos (PCV, a extinguir), la prestación sustitutoria de quienes han logrado el derecho a la vivienda pero no han recibido un piso de la Administración (PEV, que tendrá una pasarela para recibir a los antiguos beneficiarios de la PCV, unos 32.000) y el programa de ayuda a la emancipación juvenil (llamado Gaztelagun y que está recibiendo una oleada de peticiones). Se da la circunstancia de que estas cuantías se revalorización por vez primera este año con una subida de 250 a 275 euros cuando llevaban más de una década congeladas. En cuanto a la RGI, la definición de sus cuantías depende de un acuerdo parlamentario para la reforma de la ley reguladora, aunque ya es conocida la voluntad de aplicar un sistema que elevaría a unos 800 euros la cuantía básica de la prestación. El presupuesto total de la RGI es de 312 millones ya que 173 euros vienen cubiertos por el sistema estatal de IMV ya transferido. Las cuantías subirán del orden del 8,5% a falta de que se refrende el cambio legislativo.

5 - Más peso para los socialistas

Los socialistas gestionarán 1.790,8 millones de euros en 2023 según la previsión asignada a las tres áreas que dirigen, Trabajo y Empleo (Idoia Mendia), Planificación Territorial, Vivienda y Transportes (Iñaki Arriola) y Turismo, Comercio y Consumo (Javier Hurtado). Supone una subida con respecto a los 1.496,4 millones de 2022 y también en el peso interno con relación a las carteras del PNV, ya que pasan de representar el 11,4% del gasto total al 12,5%. Ya con el cambio de legislatura hubo un salto muy relevante, ya que entre 2016 y 2020 este partido apenas disponía de cuatro de cada 100 euros que movilizaba el Gobierno de Urkullu.

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