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Sombras de una investigación incompleta: así actuó la Ertzaintza en Anoeta cuando una mujer acabó herida en la cabeza

Furgonetas antidisturbios de la Ertzaintza, en las inmediaciones de Anoeta, el 5 de marzo de 2024

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
13 de julio de 2024 21:46 h

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En una de sus primeras actuaciones en el cargo, el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha escrito una carta a la familia de la mujer que denunció haber recibido el impacto de un proyectil de 'foam' en la cabeza durante las cargas de la Ertzaintza que se produjeron en el último partido de Champions League que jugó la Real Sociedad en Anoeta, el que jugó contra el PSG francés el 5 de marzo. Una magistrada de Donostia, la titular de Instrucción 4, Ana Isabel Pérez Asenjo, decretó a mediados de mayo el archivo provisional de la investigación al no haber encontrado un autor concreto del disparo del material antidisturbios, aunque sí está probado que los agentes emplearon el armamento esa noche. Lo hizo sin haber tomado declaración a la víctima y sin haber escrutado el último informe de Asuntos Internos de la propia Policía vasca, que llegó después, ya en junio. También después ha aparecido un vídeo en el que, según denuncia la familia, un agente propina una patada a la víctima después de que se hubiese incorporado desorientada tras lo que describe como una “detonación” que le impactó en el lado izquierdo de la cabeza y que la dejó sin audición por unos momentos. Ese vídeo era diferente al que les había proporcionado la Ertzaintza antes, indican.

Los abogados de la familia han presentado un recurso ante la Audiencia Provincial de Gipuzkoa para intentar que se reabra la investigación. En puridad, se han cerrado todas las denuncias de particulares contra la Policía por las actuaciones en el estadio ahora llamado Reale Arena en aquella noche de marzo. Solamente sigue viva una causa de la Ertzaintza contra personas que les increparon y agredieron. La comisión de control y transparencia, un organismo externo y dirigido por el exmagistrado Juan Luis Ibarra, sí mantiene abierta una investigación. Se inició a las 72 horas de los hechos y en ella se apuntaba a que la víctima precisaba de una exploración “forense” para determinar si sus lesiones, perfectamente acreditadas en informes médicos, eran o no “compatibles” con el nuevo material de la Ertzaintza que sustituyó a las pelotas de goma precisamente después de que una de ellas impactara en la cabeza de un aficionado del Athletic de Bilbao, Íñigo Cabacas, que murió en el hospital por el traumatismo. Pero ese análisis tampoco se ha realizado. elDiario.es/Euskadi, con base en los informes de Asuntos Internos de la Ertzaintza, reconstruye lo ocurrido en Donostia aquella noche del 5 de marzo de 2024.

1 - El contexto

Las cargas en Anoeta se produjeron en un contexto muy concreto. Tolosa, noche del 12 al 13 de febrero: un menor resultó herido en un ojo por el impacto tras un rebote de un proyectil de 'foam' lanzado por la Ertzaintza, que intervino por unos altercados nocturnos durante el Carnaval. Donostia, 27 de febrero: se produjeron problemas en el partido entre la Real Sociedad y el Mallorca de la Copa del Rey. Bilbao, 29 de febrero: nuevos incidentes en la Copa del Rey, esta vez en el partido entre el Athletic Club y el Atlético de Madrid. Vitoria, 3 de marzo: los antidisturbios cargan durante la manifestación en homenaje a las víctimas del 3 de marzo de 1976 y en una grabación se ve a un agente uniformado golpeando a un colega de paisano y se denuncian lesiones por parte de algunos de los asistentes.

Ese mismo martes, a mediodía, el entonces consejero de Seguridad, el vicelehendakari Josu Erkoreka, compareció en rueda de prensa. Se informó de que, en el marco dispositivo previo a un partido de alto riesgo como era el del PSG, se había identificado a más de un centenar de ultras de uno y otro equipo y decomisado material lesivo. Erkoreka añadió, preguntado por la concatenación de actuaciones controvertidas, que la “trastienda” de la izquierda abertzale estaba causando incidentes de modo organizado para alentar el debate sobre el “modelo policial” en puertas de unas elecciones, las autonómicas del 21 de abril. Precisamente por el contexto electoral Erkoreka nunca compareció en el Parlamento para atender algunas peticiones de la oposición, principalmente de Podemos y EH Bildu, en torno a estos hechos.

2 - El relato de la víctima

La unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza citó a la denunciante en una comisaría de Gipuzkoa 48 horas después de que los medios de comunicación informaran del archivo de la investigación judicial. El agente C49L9 tomó declaración a la mujer “en relación con los incidentes de orden público que tuvieron lugar el día 5 de marzo de 2024 en Donostia-San Sebastián, en el marco del partido de fútbol entre la Real Sociedad y el Paris Saint Germain”, aunque ella nunca formó parte de ellos.

—¿Recuerda los hechos?

—Sí, lo recuerdo.

Así arrancó la comparecencia. La mujer explicó que a las 20.30 horas llegó en el Topo, como se conoce al servicio de Cercanías de Euskotren que une Donostia con Hendaya, a las inmediaciones del Reale Arena. Iba con su marido y con su hijo, menor de edad. Padre y niño entraron al estadio pero ella necesitaba cobertura de datos para descargar la entrada y se alejó un instante de nuevo hacia la zona de la estación. Se quedó en la mediana del paseo de Errondo. Mientras consultaba su teléfono, “repentinamente” observó que más de una decena de antidisturbios de la Ertzaintza se acercaban “a la carrera”. “Intenté alejarme de la zona, corriendo en dirección hacia el estadio. Pero, en ese mismo instante, escuché un ruido fuerte, una detonación. Noté un fuerte impacto en la zona lateral izquierda de la cabeza, en la zona del oído. A consecuencia de dicho impacto, resulté precipitada en el suelo sobre el costado derecho. Percibí un fuerte dolor en la cabeza en dicha zona y pérdida momentánea del oído”, indicó. [El testimonio original está transcrito en tercera persona y se ha adaptado]. El agente que tomó la declaración concluye que “a pesar de que no pudo ver a ningún agente disparando” ni “localizar ningún proyectil” lo “achacó” a un “pelotazo de la Ertzaintza”.

La mujer se levantó, buscó refugio en la estación del Topo, pero los vigilantes impedían el paso. “Como me encontraba mareada, me agaché en cuclillas en una pared”, contó también. Es ahí donde un agente figura en el vídeo conocido después del cierre de la causa judicial propinándole una patada. Recibió ayuda de una persona de habla francesa. También de dos chicas. Pudo llamar a su marido y le contó que había recibido “un pelotazo” de la Ertzaintza. No le dieron “trascendencia” a las lesiones y entraron en familia al campo. Pero lo abandonaron sin ver el resultado final -la eliminación europea de su equipo- y buscaron asistencia médica. Acabó ingresada en la UCI. La comparecencia duró 135 minutos y terminó con la mujer remarcando que su relato “es verdad”.

3 - La versión oficial

El agente 22120 es el autor del informe final de Asuntos Internos sobre este asunto. La conclusión es que no hay conclusión, es decir, que es indemostrable que un proyectil de 'foam' causase las heridas de la denunciante. También se apunta que la patada es más un “tropiezo” de un ertzaina. Se concede que víctima y antidisturbios tuvieron una coincidencia “espacio/temporal” en los aledaños de Anoeta, pero se recalca que lo relevante de la noche fueron los continuados disturbios y los ataques sufridos por los agentes intervinientes.

De hecho, el atestado arranca mucho antes incluso de que la familia de la mujer saliera de su casa y cogiera el Topo. El informe empieza con unos “incidentes” a las 19.30 horas. “Grupos de alborotadores” atacaron a la Ertzaintza desplegada. Textualmente, y sin que la denunciante participara en ningún momento en ellos, se indica que “por estos hechos se instruyeron diferentes atestados, entre ellos el presente”. Se detalla casos de agentes con heridas en la cara o incluso en los genitales.

“En lo referente a las lesiones denunciadas, se entendió que esta última cámara [de la Guardia Municipal de Donostia en la rotonda Aita Donosti] recogía un episodio, la caída de una persona frente al avance de una línea de ertzainas”, se indica. La Policía habla de “baja calidad” de la grabación y que encomendó a una empresa externa el “tratamiento y mejora” de la secuencia de vídeo para poder ver lo ocurrido “con mayor claridad”.

Se concreta que a las 20.42 horas el equipo de Reacción 1 de la Brigada Móvil, la unidad antidisturbios del cuerpo, está ubicado en el paseo de Errondo. Estaba compuesto por tres 'francias', las 4MF41, 4MF44 y 4MF21. 'Francia' es el nombre que reciben internamente las furgonetas. Cada una tenía seis agentes, dieciocho en total. Al cargo del equipo estaba el oficial con código profesional M11N9. Vestían buzos negros con su número profesional visible, cascos, escudos y lanzadores de 'foam'. En la retaguardia estaba Reacción 2, pero no intervino en estos hechos.

Explica la Ertzaintza que en la zona de la estación del Topo había un grupo de “alborotadores”. Cuatro carriles, dos líneas de aparcamiento y una mediana los separaban de la dotación. Son unos 60 metros. En ese momento, en medio de ambos, decenas de personas cruzaban a un lado y a otro. Son aficionados totalmente ajenos a cualquier incidencia. También la víctima. Se justifica la carga como un “avance” en la posición. Allí “se observa” que una persona, en la mediana, cae “de forma súbita”. La Policía alimenta como hipótesis que un varón “encapuchado” con el que se cruzó chocara con ella, pero concede que quizás sea un “efecto óptico” de la grabación. La víctima nunca ha mencionado a esa persona y, además, un golpe en la calle no causa lesiones en la cabeza. Esa tercera persona nunca lanzó un objeto a los policías, según la investigación. Consta también que uno de los miembros de Reacción 1 se quedó atrás caído en el suelo.

El informe muestra que la víctima se levantó y se refugió, efectivamente, en la entrada de la estación. ¿Cómo explica la versión oficial la patada que denuncia? “No se puede afirmar con rotundidad, debido a la baja calidad de las imágenes, pero da la sensación de que en ese instante un ertzaina evita tropezar con ella mientras permanece en el suelo. El agente parece perder momentáneamente el equilibrio, no pudiendo afirmarse si llega a colisionar contra ella”, describen.

El informe de Asuntos Internos entrevista a dos agentes. Son los dos mandos al cargo de Reacción 1 y Reacción 2. Esa comparecencias tuvieron lugar en marzo, pocos días después del partido. M11N9, el oficial responsable de la unidad que intervino, inicia el relato de lo ocurrido a las 19.15 horas, es decir, noventa minutos antes de la aparición de la mujer herida. Habla de “piedras”, “botellas” y otros objetos contundentes contra sus hombres y mujeres. Señala que 23083, 25088 y H85E1 salieron heridos. Sobre los hechos concretos, admite que había 60 metros entre la línea policial y la estación donde estaban los “alborotadores” identificados. Se estaban “aprovisionando” de “objetos arrojadizos” y pidió permiso al “mando táctico” de la Brigada Móvil para cargar. No lo recibió y necesitó pedirlo dos veces más. Asume que había “viandantes ajenos” en medio y que, en esa “carrera”, una persona se había caído. No reconoce ningún disparo en ese momento. Solamente en el repliegue y en dirección al colegio Amara Berri. Se empleó, según esta versión, un solo cartucho del tipo más suave, el SIR.

4 - El armamento empleado

Tras la muerte de Cabacas, cambiaron todos los protocolos antidisturbios de la Ertzaintza. Para empezar, nunca se volvió a disparar una pelota de goma, aunque técnicamente la Brigada Móvil mantiene las escopetas en su dotación. Es precisa una orden del viceconsejero de Seguridad para usarlas y ni Josu Zubiaga ni Rodrigo Gartzia la han dado desde 2012. También es ya obligatorio registrar qué armas se disparan y cuántos proyectiles se emplean, además del tipo. El armamento ordinario es un lanzador de 'foam', más preciso y menos letal que las bolas de caucho pero que exige disparos por debajo de la cintura y una determinada gama de distancias igualmente. El equipo de Reacción 1 disparó diez balas de 'foam' del tipo SIR y una del tipo SIR X, que es más dura y causa más dolor en la zona de impacto. Perdió por el camino dos cartuchos de SIR X. Se realizaron también salvas o disparos en vacío, ruidosos pero inofensivos.

Pero la Ertzaintza no admite que hubiera uso de los lanzadores durante el “avance” en el cayó desplomada la denunciante. “Respecto al uso de esta munición, es importante destacar que, más allá de lo expuesto por los agentes actuantes en sus comparecencias, en el caso que nos ocupa no ha sido posible determinar el momento o lugar exactos en que fueron empleadas. Existe constancia de su uso en momentos y lugares anteriores a la aparición en escena de la mujer [...] pero no en esa zona o momento concreto”, describen. ¿Portaban lanzadores? Sí. ¿Si los usaron estaría justificado y sería proporcional? También, porque “en el mismo momento” había una “pluralidad” de personas “en claro lanzamiento de objetos” hacia Reacción 1. La Policía, al menos, concede que no fueron esos objetos los que causaron las lesiones de la víctima.

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