Extremadura de flor en flor
Extremadura tiene dos lugares excepcionales por sus flores, el Paraje del Sierro en Almaraz y la Sierra del Alor en Olivenza, dos paraísos en el norte y en el sur de la región, ideales para recorrer en primavera.
El Paraje del Sierro tiene hasta 19 variedades distintas de orquídeas y además una de ellas es única, de ahí que se la haya bautizado como Ophrys Almaracensis y que se haya incluso construido un Centro de Interpretación de la Orquídea, el Orchydarium, puesto en marcha hace un año. Este edificio es el punto de partida de dos rutas que ponen en valor no solo esa riqueza floral sino también el resto de recursos del entorno, como el Parque Periurbano Dehesa de Camadilla catalogado como Zona Especial de Protección de Aves, donde conviven cientos de especies de pájaros que lo convierten en uno de los destinos preferidos para los amantes del birdwatching, que no es otra cosa que la observación de aves.
Rutas por las orquídeas y la Rosa de Alejandría
Precisamente, coincidiendo con la celebración de la Feria Internacional de Turismo Ornitológico (FIO) que se celebra en el Parque Nacional de Monfragüe del 11 al 13 de marzo se han programado rutas que partirán desde Villarreal de San Carlos, centro de FIO 2016, hacia Almaraz. Pero antes, el sábado 5 de marzo, hay una ruta que partirá del Orchydarium a las diez y media de la mañana para caminar entre flores y festejar de esta manera el Día Internacional de la Mujer Trabajadora que se celebra cada 8 de marzo.
La Sierra del Alor, en Olivenza, es el otro destino floral que no hay que perderse en Extremadura, en este caso en el sur de la región en la zona de frontera con Portugal. Su riqueza viene dada en este caso por la cantidad de peonías que brotan entre abril y mayo al pie de olivos, encinas y jaras. Tantas hay que la zona tiene la catalogación de Lugar de Interés Comunitario con el que se refuerza su protección y cada primavera el Club de Senderismo de Olivenza realiza la Ruta de las Peonías, uno de los muchos nombres con el que se conoce a esta flor, que varía de fecha según el estado de la floración. Cuentan, además, con una ruta de la margarita pero independientemente de esa riqueza floral el entorno combina el paisaje de dehesa y ribera con el de bosque mediterráneo, una delicia para los caminantes que repiten ruta cada vez que pueden.
Las dos rutas de las flores de Extremadura están señalizadas para que se puedan seguir en el momento que se desee, si bien hay que tener en cuenta que para ver las flores hay que estar pendiente de su brote. Sin embargo, aun cuando no las hay o no se muestran en todo su esplendor los entornos merecen la pena por su valor ambiental.