Las denuncias por violencia filio-parental crecen un 12% en Extremadura
La mitad de los hijos e hijas denunciados por agredir a sus padres, que en Extremadura fueron cerca de un centenar, presentan una disminución de su rendimiento escolar y/o algún tipo de adicción.
Extremadura registró 98 denuncias por violencia filio-parental -de hijos e hijas a sus progenitores- en 2023, último año con datos publicados, lo que supone un crecimiento del 12% con respecto al año anterior (87), según refleja el informe “Violencia filio-parental” elaborado por Fundación Amigó.
A través de una muestra de más de 3.800 personas, el informe también recoge el perfil de las personas que viven situaciones de violencia filio-parental.
A través de esta investigación, se han analizado diferentes factores de riesgo que influyen en la incidencia de este tipo de violencia, así como la modificación de la conducta paternal para evitar el conflicto, la no aceptación de la autoridad, el maltrato psicológico y la violencia física.
Según las conclusiones, la media de edad de los hijos/as denunciados por este tipo de agresiones es de 15 años y medio mientras que la media de edad de los progenitores es de 43 años.
Asimismo, el 56% de esta violencia es ejercida por los hijos y en un 44 % por las hijas, y el 30 % de los casos se trata de hijos/as únicos/as.
En el 54 % de los casos, los hijos o hijas han disminuido su rendimiento escolar, un 49 % presentan algún tipo de adicción y un 32 % han sido testigos de algún tipo de violencia.
La citada fundación considera, además, que se estima que sólo se denuncian los casos más graves, entre un 10% y un 15% del total, por lo que se trata de “un problema que en la mayoría de las ocasiones es oculto y es necesario dar visibilidad y concienciar a la población del problema existente”.
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