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La Semana Santa concentra 12 de las 45 Fiestas de Interés de Extremadura

Los "empalaos" de Jerez de los Caballeros

Pilar Armero

La Semana Santa en Extremadura concentra 12 de las 45 fiestas de Interés Turístico que hay en la región, una coincidencia en el calendario que refuerza durante este período su atractivo como destino turístico.

Una docena de citas que se desarrollan en ocho días muy importantes para los establecimientos hoteleros y el comercio de buena parte de la geografía extremeña, porque lo cierto se celebran en comarcas de Cáceres y Badajoz y son capaces de atraer viajeros.

Consciente de su valor, la Junta de Extremadura ha editado este año un cómodo calendario desplegable, que completa al catálogo genérico que había hasta ahora, en el que se recogen con fechas y características principales, para “promocionarlas y que sean un auténtico motor para atraer visitantes, generar actividad y empleo, desestacionalizar el turismo y fijar la población”, indica Francisco Martín Simón, responsable de la Dirección General de Turismo, que ha hecho una apuesta clara por el turismo cultural y religioso “porque revitaliza la hostelería y la restauración, desestacionaliza y diversifica”.

Cáceres encabeza la lista de Semana Santa por ser la única celebración de Extremadura con reconocimiento de Interés Internacional y se les suman las de Badajoz, Mérida y Jerez de los Caballeros, de Interés Nacional, además de las de Plasencia y Trujillo, de Interés Regional.

La misma calificación, esta última, que tienen la Pasión Viviente que se celebra en Oliva de la Frontera el Jueves y Viernes Santo y Los Empalaos de Valverde de La Vera, que salen en la madrugada del Jueves al Viernes.

La lista se extiende al Domingo de Resurrección con El Chíviri de Trujillo y La Carrerita de Villanueva de la Serena, mientras que el Lunes de Pascua cierran el ciclo la Romería de Piedraescrita en Campanario y el Día de la Luz de Arroyo de la Luz, también de Interés Regional.

Es el período en el que más celebraciones reconocidas se concentran porque el resto se reparte a lo largo del año, con La Encamisá de Navalvillar de Pela, Jarramplas de Piornal y Carantoñas de Acehúche en enero; Las Candelas de Almendralejo, Los Negritos de Montehermoso, la Ruta Carlos V de Jarandilla, Peropalo de Villanueva de La Vera y los carnavales de Badajoz y Navalmoral en febrero; la Feria del Toro de Olivenza en marzo y el Cerezo en Flor en el Valle del Jerte, que en algunas ediciones, como la de este 2016, se extiende a abril porque depende del estado de la floración. En abril tiene también lugar la Fiesta de la Chanfaina de Fuente de Cantos, que da paso en mayo a la Santa Cruz de Feria, la Octava del Corpus de Peñalsordo, romerías de San Isidro de Fuente de Cantos y Valencia de Alcántara y la Batalla de La Albuera.

Noviembre es el único mes sin fiestas

Durante el verano, el calendario de las Fiestas de Interés arranca en junio con el Corpus de San Vicente de Alcántara, la celebración De la Luna al Fuego de Zafra y los Toros de San Juan de Coria, para seguir en agosto con el Martes Mayor de Plasencia, el Festival Internacional de Fregenal de la Sierra, el Medieval de Alburquerque, el Alcalde de Zalamea en Zalamea de la Serena, la Fiesta de la Tenca en la Mancomunidad Tajo-Salor y la Enramá de Pinofranqueado. Los últimos coletazos del estío se apuran en septiembre con el Día del Jamón de Monesterio, la Vendimia y Velá de la Virgen de la Coronada en Villafranca de los Barros y Las Capeas de Segura de León.

En noviembre no hay ninguna Fiesta de Interés Turístico, un paréntesis entre octubre con su Fiesta de la Hispanidad de Guadalupe y el Otoño Mágico del Valle del Ambroz y diciembre, con los populares Escobazos de Jarandilla de La Vera y La Encamisá de Torrejoncillo.

Aspirantes a conseguir título hay siempre y quien lo concede es la Junta de Extremadura en el caso de las de Interés Regional y el Ministerio de Industria en las que solicitan el de Nacional o Internacional. En el primero de los casos es necesario que la fiesta en cuestión tenga una antigüedad mínima de diez años y que fomente valores culturales, gastronómicos o ambientales capaces de movilizar viajeros.

En el segundo, lo que exige el Estado es que haya al menos una antigüedad mínima de cinco años como Regional o Nacional para ascender de categoría, que haya aparecido al menos en 20 medios de comunicación de difusión nacional o en 10 internacional, que la celebración respete el entorno urbano, monumental y paisajístico, sea segura y no suponga maltrato de animales o personas. En el caso del reconocimiento internacional el margen se estrecha y se pide, además, que los alojamientos y servicios turísticos estén en un espacio de 50 kilómetros con respecto al lugar de la celebración.

Las administraciones han ido aumentando las exigencias de los aspirantes con el fin de asegurar que hay suficientes criterios de objetividad en las fiestas que reciben el reconocimiento de Interés. Celebraciones singulares, únicas e irrepetibles que los propios vecinos tienen que ser los primeros en cuidar y mimar, igual que a los viajeros a los que atraen.

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