Infartar en Lugo es más peligroso
Una persona que padezca un infarto en la provincia de Lugo tarda unos 178 minutos en ser atendida. Si esa misma persona residiera en A Coruña recibiría el tratamiento más adecuado en casi la mitad de tiempo, 98 minutos. Son los datos que maneja el hospital coruñés, centro sanitario al que son trasladados los pacientes lucenses que sufren esta enfermedad coronaria. La causa de ese traslado no es otra que la ausencia de una unidad de hemodinámica en el Hospital Lucus Augusti (HULA), inaugurado el 26 de febrero de 2011, fecha en la que el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, prometió el inicio de los trámites para adquirir los equipos necesarios para tratar los infartos que no acaban de llegar.
Esa promesa se la están recordando a la Xunta desde hace meses desde la ciudad de la Muralla no sólo las formaciones políticas diferentes del PP, sino también multitud de colectivos ciudadanos, vecinales e incluso empresariales que desarrollan movilizaciones apoyados en un amplio argumentario médico. Estos argumentos los han recogido, por ejemplo, en una jornada clínica celebrada en el propio hospital el pasado diciembre. Allí profesionales de la medicina como el jefe del servicio de Cardiología del Hospital de Santiago, José Ramón González-Juanatey, explicaron que la tardanza en aplicar el tratamiento se ve reflejada en las cifras de mortalidad por infarto, que en Lugo duplican las de áreas sanitarias como A Coruña, Santiago o Vigo, donde sí existe sala de hemodinámica. Esto sucede, en gran medida, explican, porque si el paciente tarda más de dos horas en ser atendido el tratamiento más efectivo, la angioplastia -apertura de la arteria- deja de ser la mejor opción.
Grupos políticos y vecinales recuerdan, además, que los argumentos económicos tampoco sirven en este caso. El servicio de Cardiología del HULA señala que la provincia de Lugo envía cada año a otros hospitales, sobre todo al de A Coruña, más de mil pacientes infartados. Según un estudio económico de este mismo servicio, los traslados urgentes le cuestan al Servicio Gallego de Salud más de medio millón de euros anuales. Mientras, la puesta en marcha de una unidad de hemodinámica en Lugo supondría una inversión de alrededor de un millón de euros, a los que habría que sumar los 150.000 euros que costarían las guardias presenciales de médicos expertos en la materia durante todo un año. Así las cosas, la unidad estaría amortizada en menos de dos años.
Todas estas reivindicaciones siguen expandiéndose por Lugo y también por las redes sociales gracias a diversas campañas de reivindicación, la última lanzada por la agrupación de asociaciones vecinales AgrupaLugo bajo el lema #InfartarenLugo, que ya circula por las redes sociales y con la que se reclama no sólo la unidad de hemodinámica, sino también los servicios de radioterapia y medicina nuclear, también prometidos por la Xunta y por los que el HULA aún está esperando. La petición, a la que se acaba de sumar también la Confederación de Empresarios de Lugo, saldrá a las calles de la ciudad el próximo día 20 con una manifestación que coincidirá con el congreso autonómico del PP, que se celebra en la ciudad. En esa movilización participará también la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública.