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Coponia

Mariano Rajoy, Alberto Núñez Feijóo y Pablo Casado

Luís Pardo

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Cuando la derecha tiene buenas ideas, se copian y punto. Por ejemplo, ¿cuántas fuerzas políticas gallegas podrían hacer lo mismo que Vox y no proponer candidato a la presidencia de la Xunta? ¿Cuántas…? Sin pensar demasiado, se me ocurren dos o tres. Es solo un ejemplo. Otro, la creación de esa ficticia Tabarnia que ahora invoco como inspiración de la futura República de Coponia.

Tabarnia (nombre derivado de Tarragona y Barcelona), la Tierra Prometida del españolismo, es esa inexistente región catalana en la que los unionistas no ganan solo en votos sino también en diputados y por eso pueden independizarse de los que quieren independizarse. Algo así como Escocia, pero de mentirijilla.

Sus argumentos son irrebatibles, como mostraba este teletipo de AFP: “En las elecciones de 21 de diciembre , los independentistas consiguieron la mayoría absoluta en escaños pero no en votos, gracias a un sistema que favorece las regiones rurales, más nacionalistas, en detrimento de las zonas urbanas de la costa, donde se impusieron los partidos que defienden la unidad de España”.

“Nuestro voto vale 3 y 4 veces menos con respecto a Girona y Lleida”, lloriqueaban para concluir que “Barcelona y Tarragona sufren un déficit fiscal negativo con Catalunya”.

Si el próximo 5 de abril las fuerzas de izquierdas no consiguen hacerse con el Gobierno de la Xunta de Galicia, deberían declarar el nacimiento de la República de Coponia. Hasta ahora, las encuestas coinciden en que en las provincias atlánticas, “las zonas urbanas de la costa”, el PP va a ser derrotado; sin embargo, “un sistema que favorece las regiones rurales”, más conservadoras, provocará “una mayoría absoluta en escaños, pero no en votos” de los populares. “Nuestro voto vale la mitad con respecto a Lugo y Ourense”, se quejarán (co) ruñeses y (pon) tevedreses, provincias que “sufren un déficit fiscal negativo con Galicia”. Coponia tendrá ya su mito fundacional.

Claro que si lo que se pretende es gobernar Galicia entera y no solo la parte vertebrada por la AP-9 –no es de extrañar que sobre ella girara la medida estrella del pacto PSOE-BNG–, toca aplicarse también en el interior; y ahí es donde consigue todo su simbolismo el paritorio de Verín.

Por primera vez en dos generaciones se puso una pica en la casa de los Baltar. La propia Xunta se disparó en el pie. Como los constructores de la Estrella de la Muerte, dejaron un fallo en el sistema –sanitario– que podría ser activado por las fuerzas rebeldes para provocar una reacción en cadena en todas las aldeas hartas de perder servicios y derechos. Por eso el presidente de la Diputación se puso al frente de la revuelta. Si Feijóo presume de “no ser rehén de ningún partido, ni siquiera del mío”, Baltar Jr –el único político que lo derrotó en un proceso orgánico– puede decir el mismo. Que, con el paritorio ya reabierto, él apadrinara este domingo la primera foto juntos de Feijóo, Casado y Rajoy en Os Remedios no puede ser casual. Que ocurriese mientras Verín acogía el pistoletazo de salida de las movilizaciones del 8- M, tampoco. La primera batalla de la precampaña se libró en tierras del interior…

Recortar la ventaja del PP en Lugo y Ourense es clave para la izquierda se quiere tener opción de gobernar. Frente a los más de 23.000 votos que costó de media cada escaño en 2016 en A Coruña, en la provincia interior se conseguía por apenas 12.500. Los del PP fueron incluso más baratos: unas diez mil papeletas cada uno (no vean aquí la mano de los caciques, es solo cosa de D’ Hont).

Pero si de verdad les preocupara el precio de cada escaño, no dejarían pasar este dato. Una de las encuestas que avala el hipotético nacimiento de Coponia, la de Sondeo para La Voz de Galicia, concede la mayoría absoluta al PP con solo un 43% de los sufragios. En el 2005, con un porcentaje dos puntos superior, el 45%, Fraga perdió el poder. ¿Cuál es la diferencia? En ese momento, los 75 asientos del Hórreo se repartían solo entre tres.

Divide y vencerás, decía el clásico. Y, si no vences, siempre puedes dividir el territorio. En mi cabeza, el himno de Coponia tiene la música del Suburbia de los Pet Shop Boys: “ In Copooniaaaa…”. Nan na nan, nan nan nan nan na na na…

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