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Feijóo contradice a su conselleiro de Sanidade y mantiene el toque de queda en Galicia pese a que tiene competencias para levantarlo

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, durante un acto en una imagen de archivo

Beatriz Muñoz

9 de noviembre de 2020 14:21 h

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El toque de queda se mantiene por el momento sin cambios en Galicia y seguirá aplicándose entre las 23.00 y las 6.00 horas. Si hay modificaciones, tanto en este aspecto como en el resto de restricciones en vigor actualmente en la comunidad, será en las próximas semanas, pero no en esta que acaba de arrancar. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, lo ha confirmado y ha contradicho, de este modo, a su conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, que dijo en una entrevista hace ocho días que el Gobierno gallego levantaría las restricciones nocturnas a la movilidad generalizadas a partir hoy, 9 de noviembre, desde cuando las competencias en este punto recaen en las comunidades autónomas.

El jefe del Ejecutivo gallego, muy crítico con que el Gobierno central recurriese de nuevo al estado de alarma y a denominar toque de queda a las restricciones nocturnas, prolonga sin fecha de fin definida la medida. Ha aludido a que no hace ni 72 horas que comenzaron a aplicarse los cierres perimetrales y el cierre de la hostelería en 60 municipios gallegos, incluidas las siete principales ciudades. Es pronto para “aventurar buenas noticias” y el balance de la situación se hará cada siete días, ha manifestado. Sí ha admitido que, en el caso de Ourense, “las cosas van mejor que hace una semana”.

Feijóo ha insistido en pedir una ley orgánica estatal que regule las medidas que se pueden adoptar en una pandemia, aunque no ha mencionado la ley gallega que anunció y que permitirá a la Xunta limitar derechos fundamentales en su territorio de competencia. Aunque su postura es la de evitar un confinamiento domiciliario, se ha mostrado comprensivo con que otros presidentes autonómicos lo pidan y ha considerado que “lo hacen desde la responsabilidad”. Ha añadido que el estado de alarma debe permitir que esa sea una herramienta “abierta” para que “se pueda activar en algunos territorios cuando sea imprescindible”.

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