El PP indigna a Lugo al ratificar el recorte de servicios a su hospital
Casi cuatro años y 40.000 firmas después y tras nueve meses de trámite la iniciativa legislativa popular promovida desde colectivos vecinales, sociales y políticos de Lugo para dotar al hospital de la ciudad de los servicios de hemodinámica 24 horas, radioterapia y medicina nuclear, ha sido definitivamente vaciada de contenido. Los votos del PP en el Parlamento de Galicia han servido para aprobar, en solitario y en un tenso ambiente, una ley de la que no ha quedado ni el nombre y en la que, en vez del deber concreto de instalar los servicios prometidos por el presidente de la Xunta en 2011, figura el difuso compromiso de poner en marcha ciertos “procedimientos” en un horizonte temporal que se acerca al año 2017.
Representantes de los colectivos que impulsaron la ILP siguieron desde la tribuna del hemiciclo, no sin indignación, cómo el PP justificaba el recorte. No lo hizo a través de su diputado de Lugo y alcaldable en la capital de la provincia, Jaime Castiñeira, quien sí había intervenido en nombre de su partido cuando, el pasado marzo, la iniciativa fue tomada en consideración por unanimidad. El difícil papel le tocó al ourensano Miguel Santalices, portavoz popular en materia sanitaria. El veterano diputado defiende que la decisión se toma basándose en un “informe claro y contundente” que él mismo le pidió “evidentemente, a la Consellería de Sanidad”. “¡Qué independiente!”, se escuchó desde las bancadas opositoras.
“La decisión de instalar radioterapia en Lugo está tomada” aunque “hubo un problema administrativo” que “vamos superando”. En el caso de la hemodinámica, la unidad para atender infartos, Santalices hace suyas las palabras del Gobierno para afirmar que en el conjunto de Galicia ya “existe una dotación tecnológica idónea, completa y bien distribuida geográficamente” para atender estos casos. Lugo, por lo tanto, seguirá teniendo hemodinámica en horario de oficina, de 8 a 3, y las personas que sufran un infarto fuera de ese horario o durante el fin de semana tendrán que seguir siendo trasladadas a otras provincias.
Lo que para los populares es un cambio de rumbo con base científica para la oposición es “un hecho sin precedentes y muy grave”, “una mentira y una burla”, dice la socialista lucense Concepción Burgo, para quien resulta “inaudita” la “hipocresía de Feijóo y del PP” al “transformar radicalmente” la ILP. Era “todo mentira, la palabra del presidente no vale nada”, señala desde AGE Eva Solla, a cuyo juicio “el resultado final constituye una estafa a las 42.000 personas que apoyaron esta ILP”, la iniciativa ciudadana con más apoyo de la historia de la autonomía. En esta línea, para el portavoz del BNG, el lucense Cosme Pombo, lo “mínimo” que cabe “pedir” en este contexto es “la dimisión de la conselleira de Sanidade por el trato dado a esta ILP; devaluada, rebajada y vaciada”. Con este cambio “pretenden burlar la justa demanda” de los vecinos y vecinas, que seguirán “marginados en los servicios sanitarios” mientras la ley “sólo sirve para lavarle la cara al presidente”.
Protesta de Castiñeira y suspensión de la sesión
Gran parte de las miradas de la delegación lucense desplazada al Parlamento y también de los grupos de la oposición se dirigieron hacia Jaime Castiñeira, quien a pesar de no representar a su grupo sí fue el encargado de recibir a un grupo de miembros del PP de Lugo que también siguieron el debate desde el público. “Me imagino que vienen a apoyar el PP y no a los vecinos”, ironizó Burgo desde el PSdeG, diputada que también se muestra convencida de que Castiñeira, como “Feijóo y la conselleira”, aprobaron inicialmente la ILP “presionados por el clamor popular, pero sabían que esto cambiaría” y “por eso el señor Castiñeira no defiende este dictamen”. “Feijóo y el señor Castiñeira mienten de forma continuada”, lamenta.
Estas alusiones llevaron al alcaldable popular a consultar con el jefe de su grupo, Pedro Puy, para cerciorarse del mecanismo que el Reglamento les da a los diputados para poder terciar en un debate en el que son aludidos a pesar de no participar en él. Así, al terminar las rondas de los grupos Castiñeira pidió la palabra y la presidenta se la otorgó para permitirle proclamar que nunca votaría en contra de los intereses de los lucenses, que “ni mintió ni miente” y que Lugo disfruta de uno “de los mejores hospitales a pesar del PSOE”. La indignación opositora y la hilaridad vecinal llevó a Pilar Rojo a suspender momentáneamente la sesión, que se reanudó para, ya en un ambiente más calmado y casi a las diez y cuarto de la noche, ratificar el tijeretazo a la ILP con los votos de los populares.
En este escenario, desde la Federación Vecinal evidencian que “esta ya no es nuestra ILP”, sino “la ILP del PP”, y por eso “vamos a seguir luchando” con nuevas movilizaciones. A juicio de su presidente, Jesús Vázquez, ha quedad demostrado que Feijóo “no tiene palabra alguna”, toda vez que el texto aprobado “no garantiza que se presten los servicios en la red pública” sanitaria ni tampoco “garantiza plazos”. “Por nacer en Lugo somos menos que el resto de los gallegos y nosotros decimos 'no”, concluye.