Rueda vuelve a promocionar el Camino en su mensaje para cerrar un año que cuestionó el modelo turístico de la Xunta

Con 2022 concluye un Xacobeo insólito que ha durado dos años y que ha batido, en plena recuperación tras las restricciones de la pandemia, los récords de visitantes en Galicia y de peregrinos en el Camino de Santiago. La Xunta, pese a las elevadas cifras, quiere seguir exprimiendo el fenómeno y el presidente gallego, Alfonso Rueda, ha aprovechado su mensaje de fin de año para insistir en la promoción de las rutas jacobeas con un discurso en el que no ha habido mención a la cara menos brillante: la enorme afluencia de visitantes durante el verano a la capital gallega despertó el malestar de muchos vecinos y abrió el debate sobre el modelo turístico que promueve el Gobierno gallego y que tiene contrapartidas como una subida en los alquileres y comportamientos que ponen el riesgo el patrimonio.

La Xunta da muestras de que se va a aferrar, a pesar de las críticas, a su planteamiento. Termina el Xacobeo doble de 2021-22, ampliado a dos años con permiso de la Iglesia católica en un intento de compensar los efectos de la crisis derivada de la pandemia, pero el Gobierno gallego proclama que ahora comienza una “década jacobea” completa. En 2023 tiene planes de celebrar los 30 años del Xacobeo del 93, aquel que dio un vuelco a un evento religioso y dio inicio a las programaciones más allá de la peregrinación religiosa, plasmadas sobre todo en conciertos de grandes estrellas internacionales. El Gobierno gallego quiere que el nivel no baje y prepara campañas promocionales con la vista puesta en los próximos años santos, que serán 2027 y 2032.

En este contexto, Rueda grabó su vídeo con el mensaje de fin de año en el centro de peregrinos de Santiago de Compostela, en donde recogen la credencial de que han realizado el Camino -al menos deben haber recorrido 100 kilómetros, 150 si lo hacen en bici-. “El Camino se superó a sí mismo como nuestra mejor carta de presentación”, dice el presidente de la Xunta en el vídeo. Este año se han entregado 438.000 compostelas y el total de visitantes que han viajado a Galicia es de 6 millones de personas, según los datos del Gobierno gallego. Es la cifra más alta registrada nunca. El Año Santo queda cerrado definitivamente este último día del año con el cierre de la Puerta Santa de la catedral de Santiago.

“Galicia no es una moda pasajera, sino un lugar que va a seguir seduciendo al mundo mucho tiempo. La década jacobea va a continuar”, afirma en su discurso, antes de pasar a defender la labor de la Xunta en ámbitos en los que está tan cuestionada como el de la sanidad, con una Atención Primaria colapsada, insuficiente personal para cubrir unos puntos de atención continuada (PAC) para los que se ha resignado a que sean atendidos solo por personal de enfermería, y un goteo de conflictos con el personal en varios hospitales que, solo este mes, ha derivado en la dimisión de un jefe de servicio en Santiago y otro en Ourense. A juicio del presidente gallego, los servicios públicos en la comunidad son “de primer nivel”.

También ha sostenido que “apoyar a los que padecen con dureza las dificultades económicas es y va a seguir siendo la meta compartida”. Lo hace a punto de que entren en vigor unos presupuestos para 2023 cuyas medidas fiscales benefician más a las rentas altas y los grandes patrimonios.  Preguntado esta misma semana sobre las medidas de su Gobierno para las familias y las rentas más bajas, Rueda incluyó estas rebajas de impuestos y también el bono social térmico o iniciativas como la gratuidad total de las escuelas infantiles para niños de cero a tres años en Galicia.

Ha aprovechado para cargar contra el Gobierno central por su gestión de los fondos Next Generation. Este año, señala, ha llevado que varios proyectos industriales con inversiones millonarias estén a la “puerta” de Galicia. “Ahora solo falta que el Gobierno central, que es quien tiene la llave del reparto, se lo abra para que entren a crear empleo y riqueza”, agrega. Entre los hitos del año que termina, el presidente gallego sitúa su propia llegada al puesto más alto de la Xunta y del PPdeG.