El capitán de Comuniazo: cómo un chaval de veinte años conquistó a los futboleros
Tenía solo 24 años y, por aquel entonces, Miguel Ángel Ruiz era un joven español más. De hecho, estaba a solo unos meses de dar un paso que otros muchos habían dado antes que él: iba a dejar sus estudios en el Grado de Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla. No obstante, lejos de suponer un borrón en su currículum, abandonar la carrera universitaria iría seguido del éxito de su proyecto personal, Comuniazo.
“Yo era un jugador de Comunio como tantos millones en España”Comunio , cuenta Ruiz a HojaDeRouter.com. “Visitaba varias páginas que había sobre Comunio y que ofrecían distinta información y pensé que podría crear una que contuviese todo lo que había entonces sobre el juego en una sola página y además introdujese nuevas herramientas”, explica el desarrollador.
Fue así como nació, en 2012, una de las páginas más visitadas de la internet española. Precisamente ahora, al estar la liga de fútbol parada, Comuniazo ha sufrido una importante caída en el ranking de Alexa, aunque la web creada por Ruiz suele estar entre las doscientas con más afluencia de visitantes. De hecho, el propio creador de Comuniazo explica que, en plena competición, la web puede llegar a recibir más de dos millones y medio de visitas al día durante un fin de semana, y entre semana, en torno al medio millón de visitas.
“Depende de la época, porque desde septiembre hasta febrero el juego tiene bastante demanda y luego empiezan a caer un poco los usuarios por el propio abandono: los jugadores ven que su equipo no va a conseguir nada y pierden un poco el interés”, analiza Ruiz.
A lomos del éxito ajeno
La inversión inicial del padre de Comuniazo en lo que terminaría siendo toda una enciclopedia futbolística fue de solo 8 euros, los que tuvo que pagar para hacerse con un dominio que le ha dado muchas alegrías. No en vano, su similitud con el nombre del juego en el que se basa la web ha sido una de las claves para que termine consiguiendo millones de visitas a base de posicionamiento en Google. “En poco más de un año se convirtió en una de las búsquedas relacionadas con Comunio más altas, y las visitas casi se multiplicaron por diez de un verano a otro”, recuerda Ruiz.
Obviamente, nada de esto habría ocurrido si Comunio no se hubiese convertido en uno de los juegos más populares de la Red. Creado en el año 2000 por el desarrollador alemán Fabian Loschek, cumplió el sueño de muchos internautas que ahora pueden gestionar sus propios equipos al más puro estilo PC Fútbol (con fichajes en un frenético mercado que da acceso a jugadores durante toda la temporada), compitiendo además con otros usuarios en ligas privadas o abiertas.
La salsa del juego creado por Loschek y que, a la vez, es un pilar fundamental en el éxito de Comuniazo es la puntuación. Mientras que en PC Fútbol el jugador competía con su equipo directamente contra otros clubes, en Comunio cada futbolista recibe al final de la jornada unos puntos en base a su actuación en el encuentro que ha jugado en liga (en la real, la que llena estadios y mueve millones de euros). En España, donde el juego aterrizó en 2007, dichas calificaciones se basan en la valoración que hace de cada uno de los jugadores el diario As. Y ahí es donde comienza a complicarse todo.
“Antes el diario As solo publicaba la puntuación en su periódico de papel y, aunque hace un par de años que introdujeron la puntuación en su web, Comunio sigue rigiéndose por la valoración en papel”, comenta Ruiz. Así, los usuarios más ansiosos por conocer cómo le ha ido la jornada a los futbolistas de su once deben esperar al menos un día para saber cuántos puntos han acumulado. A menos que consulten páginas como Comuniazo, claro.
El retraso habitual a la hora de publicar las puntuaciones, sumado a los frecuentes fallos técnicos de Comunio, ha propiciado que en los últimos años broten como setas páginas en las que se pueden consultar las puntuaciones y, precisamente, Ruiz se basó en algunas de las pioneras para crear la suya. “En mi página web, y en algunas otras, las puntuaciones se publican automáticamente cuando lo hacen las de la página del diario As. Así los usuarios tienen información de cómo ha ido su alineación media hora o una hora después de que acabe el partido”, cuenta Ruiz.
Lo que diferencia a Comuniazo de otras páginas es que ofrece información más completa y que resulta mucho más sencilla para los jugadores. De hecho, además de consultar las puntuaciones, los usuarios pueden ver qué futbolistas están lesionados antes de elegir su once cada jornada (información que añade de forma manual Ruiz cada semana) e incluso ver el historial de cada uno para analizar si merece la pena o no pujar por él en el mercado de fichajes. También pueden consultar cuánto dinero tienen aún sus contrincantes, algo que ni el propio juego permite.
Todo ello es posible gracias a la API de Comunio , que permite a desarrolladores como Ruiz poner todos los datos a disposición de los jugadores para que los consulten con un solo clic. “Poniendo su usuario del juego tienen acceso a sus puntuaciones y tienen también a un apartado para consultar los lesionados de su equipo”, resume el padre de Comuniazo.
Ruiz es consciente de que su éxito está completamente ligado al del propio juego. De hecho, el mismo reconoce que “en cualquier momento, la gente puede cambiar de gustos y dejarlo a un lado”. Por eso, aprovecha cualquier oportunidad que se le presenta para diversificar la página y abrirse otras puertas. En este sentido, Comuniazo ofrece ya información sobre otros juegos similares (basados en la gestión de un club de fútbol) y Ruiz clona su propia web cada vez que Comunio lanza una competición extraordinaria con motivo de eurocopas o mundiales. Esto le permite minimizar el descenso de visitas que sufre cada verano.
Comuniazo como forma de vida
Comuniazo, primer proyecto personal de Ruiz, no solo ha añadido una excelente línea a su currículum como desarrollador y emprendedor, sino que le ha permitido vivir exclusivamente de ello. La publicidad de la página y acuerdos como el que tiene con el diario deportivo El Desmarque El Desmarquepara ofrecer información de la actualidad del mundo del fútbol le han servido para ser su propio jefe.
Sin necesidad de un equipo, Ruiz asegura que este proyecto no solo es su modo de vid: “Me ha servido para ganar experiencia en tiempo récord, para que me lleguen ofertas de trabajo y me abra muchas puertas que de otra forma habría tardado en abrir, porque el estado actual de la informática en España es muy competitivo. Hay pocas ofertas y, si quieres conseguir algo a corto plazo, tienes que salir de España sí o sí”.
Ninguno de estos logros ha llegado sin su parte negativa. Más allá del trabajo que le supone llevar la web (según explica el mismo, no más de 3 o 4 horas para actualizar el estado de los lesionados y unas 5 o 6 para crear un clon para una competición extraordinaria), Ruiz ha tenido que encajar más de una vez insultos a causa de una confusión habitual: muchos usuarios no distinguen Comunio de Comuniazo y, cuando el juego no funciona bien, algunos acuden a Ruiz a pedir explicaciones.
De hecho, hay quienes piensan que es Comuniazo quien decide cuántos puntos reciba cada jugador y no el diario As, con la consiguiente pataleta ante situaciones consideradas como injustas. “Cuando hay buena puntuación nadie te dice nada, pero cuando las puntuaciones no le convencen a la gente sí que llegan con el cuchillo en la mano. Es uno de los gajes del oficio”, bromea Ruiz.
Cuando faltan solo un par de semanas para que la rueda futbolística española vuelva a girar cada semana, el padre de Comuniazo se prepara ya para una nueva oleada de visitas que, como en el pasado, podrían ocasionarle problemas. “Lo más difícil han sido los picos de usuarios ‘online’ en un mismo momento”, recuerda. “He llegado a tener más de 80.000 usuarios conectados y ahí el servidor empieza a flaquear; me ha costado quitarle bastantes horas de sueño a la noche para arreglar el tema, porque yo de administración de servidores sabía lo básico”.
Ha recibido varias ofertas por la web (“con un precio bastante alejado de lo que yo considero que sería más o menos justo”), pero su idea es mantenerla en su poder. Eso y terminar algún día el Grado de Informática que abandonó por mal estudiante.