El recreo como refugio climático: así se transforman los patios escolares en espacios verdes e inclusivos en Balears

¿Se pueden diseñar los patios de los colegios de forma más democrática, inclusiva, igualitaria y saludable? Ya existen ejemplos de áreas de recreo que han sido transformadas con el objetivo de crear infraestructuras educativas que garanticen espacios más sostenibles para las futuras generaciones. Es el caso del CEIP Ses Marjades de Sóller (Mallorca), donde el Ayuntamiento recibió una subvención de 174.108 euros de la Conselleria de Empresa, Ocupación y Energía del Govern para crear un “refugio climático” en la escuela. Es decir, son proyectos orientados a adaptar los colegios al cambio climático para crear espacios más amables para el alumnado.

Estos proyectos estuvieron en el centro del debate del II Foro Tiempo de patio saludable, organizado por la Universitat de les Illes Balears (UIB) y el Instituto de Investigación e Innovación Educativa (IRIE). “Las familias estaban muy preocupadas y querían un cambio en el patio”, explica Marta Colom, de la Asociación de Familias del Alumnado (AFA) del CEIP Ses Marjades. Así, en el caso de Sóller, la iniciativa surgió de las propias familias, que descubrieron que existía una subvención para crear este proyecto. “Las familias se implican mucho en comparación con otras escuelas, siempre hacemos todo lo que podemos y más”, detalla Colom.

El objetivo de la remodelación del patio de la escuela es transformarlo en una zona más “verde y sostenible”, con más sombras, con un huerto escolar, con la plantación de un nuevo arbolado autóctono, así como una gestión más eficiente del agua, como explicó el Ajuntament de Sóller. Por otro lado, la construcción, a cargo del arquitecto Pablo Amor, se caracteriza por generar residuos cero, en la línea de continuar con técnicas más sostenibles para el medio ambiente. Además, se persigue “una optimización de los espacios para que sean más funcionales y adaptados a las necesidades de los niños y niñas”.

Un cambio que dos de los alumnos de este colegio público han agradecido. “Antes solo podíamos jugar a correr y al pilla-pilla. Ahora tenemos más oportunidades de juego”, comenta Júliet. Su compañero Andreu también está contento porque ahora hay “lugares más tranquilos” para jugar. Hay más mesas con toldos, por lo que se puede jugar a juegos de mesa. “Antes teníamos mucho calor por el sol, era horroroso”, explica y añade que, entre las mejoras, que “ahora se puede jugar mucho mejor al escondite”.

En este sentido, está comprobado científicamente por diversos estudios que las superficies con sombra reducen la temperatura. Entre estos beneficios, los árboles absorben gases contaminantes y ayudan a enfriar el aire entre 2 y 8 grados centígrados en su entorno más cercano, lo cual mejora la salud física y mental de las personas. “Los parques urbanos constituyen auténticos refugios climáticos, es decir, lugares donde las personas pueden mitigar las altas temperaturas”, explicó Federico García, licenciado en Biología, en elDiario.es.

Un patio más democrático

En el foro impulsado por la UIB se planteó el siguiente imaginario: si la escuela es el pueblo, el patio es la plaza pública. Una especie de “pequeños mundos para crear democracia”, en palabras de Maria Truñó, directora de la Aliança Educació 360. En este sentido, recuerda que “según cómo nos relacionemos, hay más o menos discriminación, más o menos inclusión, más o menos respeto, más o menos igualitarismo”.

Para Pablo Amor, arquitecto y responsable del proyecto, los patios deberían ser “algo más parecido a un parque”. El área de recreo es, en su opinión, “un lugar donde se establecen relaciones muy ricas y muy complejas y que tienen que cumplir muchas funciones diferentes”. Cumple una función parecida a la plaza pública. “Tienen que ser espacios saludables, que eviten la contaminación ambiental y que incorporen espacios de juego”, señala.

Al final, lo que se persigue es que sean “patios abiertos, sostenibles, inclusivos y saludables”, insiste Neus Riera, Directora General de Primera Infancia, Atención a la Diversidad y Mejora Educativa de la Conselleria de Educación. Es decir, recreos donde las niñas y niños “tengan la oportunidad, cada uno en la medida y en la necesidad que tengan de encontrar ese espacio, ese rato de sentirse bien”. Para ello es importante que sean “acogedores” y que “den la respuesta a la necesidad de cada niño, que nunca es la misma” porque “va evolucionando”. “Los patios tienen que ser espacios vivos y que den esta respuesta”, concluye Riera, ya que “no es lo mismo un niño de infantil, de primaria o secundaria”.

El recreo como un oasis

Núria González, impulsora del foro, explica que no se trata solo de crear un refugio climático en los patios de los colegios públicos sino que la transformación sea tan grande que “acabe siendo un oasis”. “Este es nuestro objetivo, que cada escuela tenga su oasis”, destaca González.

Entre las conclusiones del foro, se destaca que el tiempo de recreo es un espacio de oportunidades educativas “especialmente valioso” en un entorno donde el exceso de pantallas, el sedentarismo y el déficit de contacto con la naturaleza va en aumento. Por eso, todos los momentos en los que el alumnado está más en contacto con el aire libre y la naturaleza pueden ofrecerles un nivel de bienestar físico y emocional muy alto. Hay que tener en cuenta que son iniciativas que buscan alternativas “al cemento, al calor y a las pistas deportivas”. 

“Los niños y niñas son nuestro futuro”, recuerda Jorge Serrano, coordinador del foro, que destaca que es un privilegio que haya tanta gente involucrada para mejorar la educación, el bienestar y la salud del alumnado. Esta transformación de los patios escolares “es un proceso complejo que requiere de la implicación activa de la comunidad educativa y un fuerte compromiso institucional”, se desgrana entre las conclusiones del debate.

Por eso, subraya, “es importante apostar por generar espacios de intercambio y facilitar sinergias. En este sentido, Serrano concluye que ”tenemos una comunidad educativa que hace proyectos apasionantes“, y que un aspecto clave es ”generar y fortalecer la comunidad educativa comprometida“.