Toni Nadal: por qué debes rectificar

Querido Toni,

Probablemente no mucha gente fuera de quiénes siguen con detalle el tenis conozca una de las anécdotas que te definen mejor y que ilustran muy bien la que ha sido la relación con tu sobrino. Vamos a contársela al público.

Durante la infancia de Rafael Nadal, su tío Toni usaba la ficción como juego con su sobrino. Un día, durante el torneo de tenis de las islas Baleares, Rafa jugaba con un chico mayor que él y, a priori, superior. Toni era consciente, pero no le había dicho nada. Confiaba en el espíritu de superación de su jugador, en su garra y todo eso. Pero el partido iba mal, Rafa era incapaz de superar al rival.

El cielo estaba nublado. En uno de los cambios de lado de pista, Rafa se sienta en el banquillo con su entrenador, con su tío, al que él llama Toni, a secas; está algo abatido, un poco impotente. Para animarlo, Toni le dice que se relaje, que se deje llevar y que juegue como sabe, que no tiene que pensar en el resultado, pero que no puede volver a casa sin haber jugado bien al tenis: y que, si aún así el otro jugador sigue ganándole, él mismo se encargaría de hacer llover lo justo para que el partido se suspendiera. Por eso no habría problema. Toni había mirado el parte metereológico y sabía que casi con toda probabilidad llovería en algún momento.

Rafa vuelve a la pista. Decide seguir el consejo de su tío. Al fin y al cabo, sabe que Toni ha sido jugador de fútbol profesional (ha jugado en el Manchester y en el Milán), ha sido ciclista de élite (ha ganado varios Tours de Francia) y es mago. Si es capaz de hacerlo desaparecer, de hacerlo invisible en las reuniones familiares, confía en que antes de que la derrota sea demasiado dolorosa, Toni hará llover. Así que Rafa se porpone confiar en su única y más poderosa arma: su propio juego. Intenta hacerlo lo mejor posible, sin presión por el resultado, tal y como le había dicho Toni.

Empieza a sumar puntos, se siente cada vez más cómodo en la pista. Su rival comete cada vez más errores. Todo lo que no le salía en el primer set, le sale ahora ahora en el segundo. Consigue ganarlo. Empata el partido: 1-1. Golpes paralelos y cruzados. Grandes restos, imparables servicios. Nadal se recupera y se sabe ganador, sólo tiene que seguir así en el tercer set. Y todo gracias al consejo de su tío, el mago.

Y justo en ese momento, empiezan a caer las primeras gotas. No es una lluvia intensa, pero amenaza la continuidad del partido. Desde la pista, Nadal mira a su tío extrañado y le intenta pedir que no lo haga, que ya no es necesario su truco; Toni, desde la distancia que separa su posición de la de Rafa, le quita hierra al asunto con un gesto y le anima a que cierre el juego de una vez por todas. Nadal hace un buen resto y consigue romper el servicio a su contrario; se pone 4-3, cambio pista y su servicio a favor en el siguiente juego para ponerse 5-3 en el definitivo tercer set.

Rafa se apresura en recorrer el camino que va desde el fondo de la pista al banquillo. Se sienta y susurra, serio, al oído de su tío: "Toni, corta la lluvia, me siento bien, voy a ganar".

Sé que has llegado a apoyar la huelga de enseñanza en Baleares y las protestas de la Marea Verde (no es casual si tenemos en cuenta que tu pareja es profesora de inglés y que cursaste estudios en Geografía e Historia). También sé (porque he visto el documental “Mestre Toni”) que eres una persona inteligente y sensible, que implementa en el deporte valores que son esenciales para la vida: compromiso, sacrificio, auto-exigencia, respeto, trabajo...Es por todo eso que no puedo comprender que aún no hayas rectificado el comentario machista que hiciste.

Soy consciente de que, en teoría, tu crítica no es en primera instancia a Gala por ser mujer, sino por el hecho de haberse tomado la decisión a espaldas de los jugadores y por considerar que no es la persona adecuada por falta de experiencia. Es una crítica a Escañuela, el presidente de la Federación Española de Tenis. Si fuera tu asesor en comunicación, te habría recomendado que centraras toda la crítica en él y que dejaras al margen a Gala. Por otra parte, en la misma entrevista dices que los jugadores tienen culpa por haber desatendido la Copa Davis. ¿Por qué habría de consultar a esos mismos jugadores que han desatendido la atención que merece esta competición y que nos ha llevado a estar en segunda división?

Pero al margen de lo que quisieras decir y no dijiste, me gustaría explicarte por qué el comentario sí es machista. Aunque hayas insistido en que no lo es y te refugies en “ser anticuado”. Anticuado es una chaqueta que te regaló tu abuelo que permanece guardada en el armario y que si la sacas, no hace daño a nadie. Tu comentario sí ha hecho daño. En primer lugar, porque vivimos en una sociedad en la que, en general, las oportunidades profesionales para mujeres son mucho menores que para los hombres. Está constatado con datos y advertido por la Unión Europea. En segundo lugar, la situación de sobrerrepresentación del deporte masculino y de infrarrepresentación del deporte femenino hacen que el primero acapare de forma imperante y monopolística patrocinios e inversiones. Y en tercer lugar, porque es muy normal ver a un hombre entrenar a grupos de mujeres y no al revés.

Por eso, al margen del hecho de que Gala León pueda no ser la persona indicada (mucha gente cuestionó por ese mismo motivo a Guardiola cuando comenzó su andadura como primer entrenador del FC Barcelona) su nombramiento supone una buena noticia desde otros puntos de vista. Viniendo de un contexto en el que el modelo de ex-jugador recién retirado no ha salido bien (sé que quieres a Carlos Moya, pero su resultado no ha sido bueno), ¿Por qué iba a hacerlo peor Gala León? ¿Por qué centrar la crítica en algo tan absurdo como el hecho de que “pueda resultar incómoda la convivencia en el vestuario”?

Porque Toni, el problema es que tu comentario parece ignorar el hecho de que para cualquier mujer es mucho más complicado acceder a según qué puestos de responsabilidad en este país. Y es algo que no puede obviarse. Así que, aunque para todos los que te admiramos el comentario haya quebrado tu imagen de mago y aunque sea imposible usar una varita para borrar lo que ha pasado, una rectificación sobre la cuestión específica de lo machista del comentario te devolvería al lugar que te mereces. Al lugar de una persona respetable y respetada por entender que el deporte es mucho más que deporte. Y que precisamente por eso, una mujer merece la oportunidad de dirigir a un grupo de hombres.