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12 de octubre: América Latina pasa de la #hispanidad

La marcha de mapuches en la capital chilena finalizó con incidentes. /EFE

Natalia Chientaroli

Hasta hace unos años, en Argentina el 12 de octubre se celebraba el Día de la Raza. En la escuela no se explicaba muy bien qué raza era esa que a un ministro español se le había ocurrido consagrar como símbolo de la relación entre España y América latina, y que precisamente Argentina había sido la primera en adoptar en 1913. Los profesores se esmeraban en convertir esa 'raza' abstracta e inexistente en una forma de denominar el sincretismo cultural en América tras su “descubrimiento”. Pero las cosas han ido cambiando y en el aniversario de la llegada de Colón a la isla Guanahani ha habido poca –por no decir nula– hispanidad en esta parte del mundo.

Aquí el gobierno de Cristina Kirchner cambió en 2010 la denominación a Día del Respeto a la Diversidad Cultural. La diversidad previa a la herencia hispánica. “Los desarrollos culturales que se dieron en nuestro continente antes de la llegada de los europeos son parte de nuestra riqueza material, simbólica, científica, artística e ideológica. Recordar a los pueblos originarios no solo implica reconocer la importancia de sus creaciones, sino también ser conscientes de la conquista, colonización y aniquilamiento”, explica la web Educ.ar, el portal oficial del Ministerio de Educación, donde se ofrece material para los docentes.

“Pensar en América como una única cultura es un disparate desde todo punto de vista. Lo mismo, pensar a Europa como una sola cultura. Lo que se dio en América no fue el encuentro entre dos culturas ni el choque de dos culturas; fue un proceso mucho más complejo”, explica el antropólogo Carlos Masotta en una entrevista en esa web educativa.

“Durante muchos años, la fecha se distinguió por alentar una visión parcial y reductora. Las ideas de conquista, descubrimiento y crisol de razas, entre otras, conformaban una postal estancada en el tiempo, intencionadamente alejada de los elementos no queridos por la historia oficial, indiferente a cualquier cuestionamiento sobre el pasado y el presente de las comunidades involucradas”. La introducción a esa entrevista resume la posición adoptada por la mayoría de los gobiernos latinoamericanos en los últimos años. Una reivindicación indigenista que ha sido objeto de debate y que en ocasiones ha sido criticada incluso por algunos intelectuales de izquierdas.

La excepción son México y Colombia, donde sigue rigiendo el Día de la Raza y Descubrimiento de América. El comunicado oficial del gobierno mexicano de este lunes habla del “Nuevo Mundo, llamado posteriormente América” y del “intercambio cultural, comercial y religioso” con los españoles, con un decorativo fondo de carabelas.

En Chile la denominación es más equidistante. Se la llama Día del Encuentro de Dos Mundos. Sin embargo, la denominación no aleja esta fecha de las reivindicaciones y los conflictos con los indígenas. La marcha que realizaron los mapuches en Santiago este lunes acabó con incidentes.

En Perú, desde 2008 es el Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural. Ecuador cambió el nombre de la fiesta en 2011 a Día de la Plurinacionalidad y la Interculturalidad “como una forma de reivindicar los derechos de los pueblos y nacionalidades que habitan el país andino”. En Cuba no es un día festivo.

Otros países de la región han optado por la reivindicación no solo de la cultura previa a la llegada de Colón sino en el papel que jugaron los pueblos aborígenes durante la conquista y la colonización. El presidente Hugo Chávez instauró el Día de la Resistencia Indígena, y este año Nicolás Maduro ha inaugurado en Caracas el Paseo de la Resistencia con un monumento a Guaicaipuro, el cacique que lideró la lucha contra los conquistadores españoles, afirmando que “la colonización exterminó a 80 millones de indígenas”.

En Nicaragua se usa la misma denominación que en Venezuela. En Bolivia, en cambio, se celebra el Día de la Descolonización. Esta palabra fue una de las claves en las conclusiones de la Cumbre contra el Cambio Climático que se llevaba a cabo allí estos días y en la que varios líderes latinoamericanos acordaron “continuar nuestra lucha siendo consecuentes con nuestras estrategias de descolonización” también en clave medioambiental.

La hispanidad apenas tiene eco en El Salvador, donde la fiesta lleva el mismo nombre que en España, y donde este lunes hubo una concurrida marcha para reivindicar los derechos de los indígenas y exigir políticas específicas para resolver sus problemas. El año pasado este país aprobó una modificación de la Constitución para reconocer la existencia de estos pueblos.

Mientras, en Santo Domingo se abría, como cada año, la urna en la que supuestamente descansan los restos de Cristóbal Colón. El genovés que dio origen a una 'raza' hispana que, 523 años después, se celebra muy poco.

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