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La OEA insiste en su informe final sobre Bolivia en irregularidades “encaminadas a alterar la voluntad expresada en las urnas”

"Las manipulaciones e irregularidades señaladas no permiten tener certeza sobre el margen de victoria del candidato (Evo) Morales sobre el candidato (Carlos) Mesa", apunta el informe final de la OEA sobre la auditoría de los comicios, que desembocaron en una grave crisis en ese país con la renuncia del gobernante Evo Morales, quien era candidato a la reelección.

EFE / eldiario.es

Washington —

La Organización de Estados Americanos (OEA) ha reiterado este miércoles sus denuncias de “irregularidades” en las últimas elecciones presidenciales en Bolivia, celebradas el 20 de octubre, al presentar la versión final del informe que desembocó en el golpe contra Evo Morales.

La OEA publicó la versión preliminar el pasado 10 de noviembre, un documento que generó un terremoto político en Bolivia y que en pocas horas provocó un anuncio de repetición electoral por parte de Morales y su posterior renuncia forzada por los militares.

En los comicios en cuestión, celebrados el 20 de octubre, Morales salió electo por cuarta vez como presidente boliviano al imponerse en primera vuelta a su principal rival, el exmandatario Carlos Mesa, por un margen superior a los diez puntos, según el recuento oficial.

Sin embargo, el informe final de la OEA publicado este miércoles indica que “las manipulaciones e irregularidades señaladas no permiten tener certeza sobre el margen de victoria del candidato (Evo) Morales sobre el candidato (Carlos) Mesa”.

El documento, fruto de una auditoría acordada con el entonces Gobierno de Morales después de recibir acusaciones de fraude electoral, asegura que “a partir de la abrumadora evidencia encontrada, lo que sí es posible afirmar es que ha habido una serie de operaciones dolosas encaminadas a alterar la voluntad expresada en las urnas”.

Para los expertos hay “manipulación dolosa” en dos niveles: “A nivel de las actas, a partir de la alteración de las mismas y la falsificación de las firmas de los jurados de mesas. A nivel del procesamiento de los resultados, a partir del redireccionamiento del flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del Tribunal Supremo Electoral, haciendo posible la manipulación de datos y la suplantación de actas”.

El documento señala que en el 5% final del cómputo “se dio un aumento masivo e inexplicable de los votos del MAS” que permitieron a Morales lograr el margen suficiente para no ir a segunda vuelta.

El apagón en el recuento preliminar

Entre las “acciones deliberadas que buscaron manipular el resultado de la elección”, según la OEA, se menciona también “la paralización intencional y arbitraria, sin fundamentos técnicos, del Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP)” o conteo rápido. Este recuento no tiene validez legal y está encaminado a dar a conocer resultados preliminares la misma noche electoral.

“Todos los análisis del equipo técnico permiten determinar que la paralización del sistema TREP no fue un accidente ni una decisión basada en fundamentos técnicos. Fue simplemente una decisión arbitraria, cuyo propósito incluyó la manipulación de la infraestructura informática”, subraya el documento elaborado por el organismo liderado por Luis Almagro desde Washington.

El informe, asimismo, denuncia que al reanudarse al día siguiente el sistema “apareció en escena un servidor oculto, no declarado y no controlado ni por la empresa auditora ni por el personal técnico del órgano electoral”.

“Los hallazgos detallados revelan, asimismo, la parcialidad de la autoridad electoral. Los vocales del Tribunal Supremo Electoral, quienes debían velar por la legalidad e integridad del proceso, permitieron que se desviara el flujo de información hacia servidores externos, destruyendo toda confianza en el proceso electoral”, señala el documento.

“El equipo auditor no puede ignorar el conjunto de manipulaciones e irregularidades observadas a través del trabajo en terreno y del análisis de las más de 200 denuncias y comunicaciones con información que se recibieron”, defiende el texto, que concluye que “el margen de victoria en primera vuelta es mínimo si se lo compara con el volumen de las manipulaciones y alteraciones detectadas”.

Tras el golpe contra Morales, Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta, lo que generó a su vez grandes protestas de los partidarios del expresidente que recibieron como respuesta represión policial y militar amparada por un decreto que eximía de responsabilidad penal a soldados y agentes y que se cobró cerca de 32 muertos. El decreto en cuestión ya ha sido revocado y las diferentes formaciones han acordado celebrar nuevas elecciones.

Un think tank de EEUU cuestionó el papel de la OEA

El Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR, por sus siglas en inglés) ha cuestionado seriamente en un informe publicado el 10 de noviembre el papel de la misión electoral de la OEA en Bolivia, asegurando que no “proporcionó pruebas que apoyaran afirmaciones que sugirieran que el recuento rápido podría ser 'difícil de explicar”. Dicho informe recuerda que el cómputo oficial –el único legalmente vinculante– “nunca se interrumpió”.

“[La OEA] ha mentido en al menos tres ocasiones: en el primer comunicado de prensa, en el informe preliminar y en la auditoría preliminar. Por lo tanto, hay que mostrarse profundamente escéptico ante las acusaciones”, indicaba Mark Weisbrot, codirector de CEPR en un artículo.

Los investigadores del CEPR se centran en dar una explicación al “cambio de tendencia” difícil de justificar en el recuento rápido para la misión de la Organización de Estados Americanos. Y la razón es geográfica. Para el grupo de expertos, que la brecha entre Morales y Mesa se ampliara a medida que avanzaba el proceso de recuento “fue un fenómeno predecible y poco sorprendente”, según los resultados del 83,85% inicial de votos del TREP.

El análisis argumenta que la brecha cada vez más amplia entre ambos candidatos se explica por las tendencias históricas de votación que favorecen a Morales en zonas donde los votos “tardan más en transmitirse”. “Ni el conteo rápido ni el conteo oficial exhiben cambios repentinos en las tendencias de los resultados finales, y la misma tendencia ampliamente conocida, explicable por la geografía, es evidente en ambos aspectos”, apuntan.

Evo Morales ha criticado los tiempos que se ha tomado la OEA en su informe, acusándola de participar en el golpe. “La OEA reconoce que aún no tiene el informe final sobre las elecciones en Bolivia, duplicando el plazo que tenían para entregar la auditoría. Sin embargo, adelantó un informe preliminar para consolidar el golpe de Estado”, denunció el pasado 27 de noviembre.

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