La ofensiva de Israel suma ya 126 muertes en Gaza tras una noche con más de 50 bombardeos en cuarenta minutos
El conflicto entre Israel y las milicias palestinas de Gaza no ha dado tregua este viernes, aunque se ha rebajado la intensidad de los enfrentamientos durante el día. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que anunció que la ofensiva “no ha terminado todavía”, ha rechazado por el momento el alto al fuego propuesto por Egipto, mientras el mediador Hady Amr, enviado por el presidente de EEUU, Joe Biden, llegó hace unas horas a la región para intentar contener la escalada bélica.
Gaza vivió esta madrugada una de sus peores noches. El bloqueado y castigado enclave palestino recibió una oleada de más de 50 bombardeos en cuarenta minutos, desde aire y tierra, que elevó los muertos en el enclave a al menos 126, entre ellos, 31 niños. Israel ataco túneles subterráneos y edificios donde asegura que se protegen los líderes de las milicias islamistas de Hamás y Yihad Islámica, que el pasado día 10 iniciaron un masivo lanzamiento de cohetes hacia territorio israelí que causó la muerte de nueve personas, dos de ellas cuando corrían a protegerse en los refugios. Hasta ahora, el Ejército israelí dice haber matado a más de 30 milicianos.
La franja amaneció con más destrucción en este segundo día de Eid al Fitr, festividad que sigue al final del mes de ayuno musulmán del Ramadán, con las calles completamente vacías y mercados, tiendas, centros comerciales, restaurantes y cafés, cerrados.
Los intermitentes disparos desde Gaza han hecho saltar las alarmas antiaéreas, principalmente en las comunidades israelíes colindantes, y evitaron las principales ciudades del país. El Ejército israelí atacó también fábricas de armas, túneles en los que se almacenaba equipamiento militar y docenas de lo que describió como “fuerzas navales” de Hamás.
Protestas en Jersualén, Jordania y Líbano
Las protestas volvieron hoy a Jerusalén, detonante de esta escalada, y se extendieron por toda Cisjordania en enfrentamientos con el Ejército israelí en los que murieron nueve palestinos por disparos hechos con munición real y más de 600 quedaron heridos.
El Ejército israelí ha insistido en que “tiene intención” de llevar a cabo una ofensiva terrestre: “Estamos preparados para hacerlo”, dijo un portavoz. “Estamos atacando y sorprendiendo a Hamás todo el tiempo. Continuaremos hasta que traigamos paz y seguridad a largo plazo”, anunció el ministro de Defensa israelí, Beny Gantz, durante una visita a las fuerzas movilizadas en la frontera.
Desde Jordania, una marcha para apoyar a los palestinos de Gaza llegó hasta la frontera que separa este país de Cisjordania ocupada, controlada por Israel, y en la que las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir para impedir que decenas de manifestantes cruzaran la frontera.
En el Líbano, un ciudadano murió tras recibir un disparo del Ejército israelí al intentar también atravesar la valla por el mismo motivo y otro quedó herido después de que decenas de personas cruzaran la línea divisoria.
El Consejo de Seguridad de la ONU tratará en una reunión el próximo domingo la escalada de la tensión en la región. Mientras, Amr, cuyo cargo es subsecretario adjunto para Asuntos Palestinos e Israelíes del Departamento de Estado de Estados Unidos, llegó este viernes a Tel Aviv con intención de mediar, aunque no tiene interlocución directa con el grupo islamista palestino Hamás, que gobierna de facto Gaza desde 2007 y al que Washington considera organización terrorista.
Según la Embajada estadounidense en Jerusalén, Amr llegó a la Tel Aviv para “reforzar la necesidad de trabajar hacia una calma sostenible, reconociendo el derecho de Israel a la autodefensa” y añadió que “israelíes y palestinos merecen iguales medidas de libertad, seguridad, dignidad y prosperidad”. Este viernes se ha conocido que Israel rechazó la propuesta que le presentó la delegación egipcia ayer en Tel Aviv y después de haberse reunido la víspera con Hamás en el enclave.
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