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Donald Tusk, elegido primer ministro de Polonia

El líder de Coalición Cívica, Donald Tusk, durante una rueda de prensa en el parlamento de Polonia

elDiario.es / EFE

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El líder de Coalición Cívica, Donald Tusk, ha conseguido este lunes el respaldo de la mayoría del Parlamento polaco para encabezar el próximo Gobierno del país como parte de una coalición de centro derecha que pondrá fin a ocho años de política ultraconservadora y nacionalista.

El recién nombrado primer ministro, elegido por 248 votos a favor y 201 en contra, planea presentar este martes un programa de Gobierno y un consejo de ministros que, tras superar el voto de confianza de la Cámara Baja, asumirá plenos poderes en cuanto preste juramento ante el presidente, Andzej Duda, lo que previsiblemente ocurrirá el miércoles por la mañana.

“Gracias, Polonia, es un día maravilloso, no para mí, sino para todos aquellos que han creído profundamente a lo largo de estos años que las cosas mejorarían, que saldríamos de la oscuridad. Eso es lo que ha pasado”, ha señalado Tusk. “Lo arreglaremos todo juntos. A partir de mañana, podremos corregir los errores para que todos, sin excepción, puedan sentirse como en casa”.

En una previsible derrota, el hasta ahora primer ministro ultraconservador de Polonia, Mateusz Morawiecki, había fracasado este lunes a la hora de obtener la confianza de los diputados, lo que ha permitido la elección de Tusk.

El nombramiento de Tusk se produce dos meses después de unas elecciones nacionales en las que ganó una coalición de partidos de izquierda a derecha que, pese a presentarse por separado, prometieron trabajar juntos bajo el liderazgo de Tusk para poner fin al Gobierno ultra del partido Ley y Justicia (PiS).

Durante la sesión parlamentaria se han producido duras acusaciones desde la bancada de Ley y Justicia, el partido que ha gobernado el país en los últimos ocho años.

Su líder, Jaroslaw Kacczynski, ha espetado a Tusk desde el estrado que es un “agente alemán”, mientras la presidencia de la Cámara exigía a sus señorías que guardasen “el decoro que requiere un día histórico”.

Por su parte, Włodzimierz Czarzasty, líder de Nueva Izquierda, que forma parte de la coalición que asumirá el Gobierno, ha justificado su apoyo a Tusk: “Todos teníamos miedo de seguir bajo un gobierno antidemocrático”.

El político ha señalado que Tusk es “quien conoce mejor la Unión Europea”, pues fue presidente del Consejo Europeo (2014-2019), y ello mejorará la posición internacional de un país sumido en varios enfrentamientos con Bruselas.

En su intervención, Tusk ha prometido “devolver a los polacos lo que les pertenece: la democracia”, y ha señalado al expresidente Lech Walesa, presente en el hemiciclo: “Juntos preparamos una de las manifestaciones de solidaridad cerca del astillero (de Gdansk) y entendimos que la política puede ser una hermosa vocación”.

Un largo proceso de investidura

Duda, que ha asistido a la sesión parlamentaria, ya ha expresado su intención de conducir los trámites del relevo “sin dilación”, pero lo cierto es que su decisión de encargar a Morawiecki la formación de Gobierno, cuando éste no contaba con la mayoría necesaria, ha alargado el cambio de Gobierno de un modo que ha suscitado fuertes críticas desde la oposición.

Desde las elecciones del pasado 15 de octubre, ha funcionado en Polonia un Ejecutivo que ha gobernado solo formalmente, pues la mayoría parlamentaria está en manos de la oposición, y el propio Tusk apeló a la “responsabilidad” del presidente para no añadir trabas innecesarias a la transición y no ha dudado en calificar las últimas semanas de “película de suspense de la que todos sabemos el final”.

La comparecencia de Morawiecki ha escenificado el final de una etapa de ocho años en que Polonia ha sido testigo de una polarización política sin precedentes y de un ejercicio del poder totalmente opaco a la sensibilidad de gran parte de la sociedad polaca, algo que ha quedado patente en la imposibilidad de Morawiecki para atraer ningún aliado para formar coalición.

Por su parte, Donald Tusk deberá formar un proyecto capaz de aunar las tendencias presentes en la alianza que le aupará al Gobierno y, por ejemplo, Adam Zandberg, líder de una formación de izquierdas que integra esa coalición, confirmó este lunes su negativa a participar en ningún Ejecutivo diseñado por Tusk, aunque prometió “apoyar con un enfoque amistoso” al nuevo Gobierno.

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