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Lo que puede aprender Black Lives Matter en el 50 aniversario de los Panteras Negras

Docenas protestan en EE.UU. por muerte de joven negro tiroteado por la Policía

Kehinde Andrews

El 15 de octubre de 1966, Huey P Newton y Bobby Seale fundaron el Partido de los Panteras Negras para la Autodefensa en Oakland, California. Los panteras pronto se convirtieron en una de las organizaciones afroamericanas radicales más importantes y conocidas, promoviendo filiales en Estados Unidos y el mundo. Medio siglo después, el legado de los Panteras Negras es especialmente importante dado el resurgimiento de la acción política negra y del auge del movimiento Black Lives Matter a ambos lados del Atlántico. Los panteras son recordados por portar armas en público y por su retórica revolucionaria; pero el verdadero legado del partido es el activismo de base que lo definía.

La imagen de los panteras armados con pistolas marchando en dirección al edificio del capitolio del estado de California, en 1967, conmocionó a América tanto como inspiró a las comunidades negras. Los panteras creían en la defensa propia armada y en 'patrullar' a la policía, manteniéndola bajo observación durante sus controles en las comunidades negras. Esto, como era de esperar, llevó a confrontaciones, tiroteos y detenciones, así como a juicios notorios contra los panteras, incluido Newton. Las campañas para liberar a los miembros del partido y para recaudar fondos para su defensa legal conforman las bases de la memoria colectiva de los panteras. Sin embargo, estas confrontaciones directas y a veces simbólicas no eran la realidad de su trabajo.

El principal trabajo de los panteras fue la coordinación de “programas de supervivencia” que ofrecían el apoyo que el Estado negaba a afroamericanos pobres. El programa “desayunos gratis para las escuelas” alimentaba a 20.000 niños al día en su momento álgido; las clínicas sanitarias gratuitas atendieron a decenas de miles de personas; y también iniciaron sus propias “escuelas de liberación” para contrarrestar la educación racista de los colegios. Fue esta organización de la comunidad la que integró a los panteras, no las armas ni los tiroteos.

Uno de los primeros éxitos de los panteras fue hacer campaña para conseguir poner un semáforo en un cruce de mucho tráfico en Oakland, donde varios niños habían sido atropellados. La principal lección para las organizaciones es que el activismo no se juzga por grandes obras que atraigan el interés de los medios de comunicación, sino por la organización cotidiana que vincula orgánicamente a estos movimientos con las comunidades a las que intentan servir.

En Reino Unido existe un rico legado histórico al que recurrir, el cual ha sido en gran parte olvidado. Los Panteras Negras británicos comenzaron su actividad en 1968 y contaban con gente como el Dr Althea Jones-Lecointe, Oliver Morris y el fotógrafo Neil Kenlock. Los panteras británicos no aprobaron el uso de armas y se centraron en la educación de la comunidad y en las campañas contra el racismo. Son parte de un legado perdido de activismo negro radical que tiene fuertes raíces en Gran Bretaña. Con el desarrollo de nuevos movimientos, es importante hacer conexiones y extraer lecciones de lo que ha pasado con anterioridad.

Al contrario de lo establecido en la mitología popular, el 60% de los panteras en Estados Unidos eran mujeres y tuvieron un papel muy importante. Esto era particularmente cierto en el movimiento británico, que tenía un fuerte liderazgo femenino y grupos que nacieron de él, como el Grupo de las Mujeres Negras en 1973. Las mujeres negras han sido eliminadas de la narrativa del activismo negro y es importante que redescubramos esa historia.

Los panteras también han ayudado a alimentar los movimientos de hoy en día. Su primera recaudación de fondos creativa fue la venta de copias del Libro Rojo de Mao a estudiantes universitarios, las cuales se vendían a 10 céntimos la copia, con 250.000 copias circulando a la semana en su momento de mayor actividad. Los panteras también recaudaron fondos de aliados blancos y del Estado, pero entendieron que un movimiento no puede ser independiente a no ser de que recaude sus propios fondos. Quienquiera que financia un grupo es dueño de la organización y esto será fundamental mientras progresan los movimientos sociales.

El periódico era importante para difundir los mensajes políticos del partido. La tirada masiva suponía un alcance superior a su membresía en las comunidades negras. El trabajo artístico de Emory Douglas era el vehículo perfecto para difundir las ideas de los panteras, por ejemplo su icónica imagen de policías representados como cerdos.

El movimiento Black Lives Matter ha utilizado el poder de las redes sociales, pero esto no puede sustituir al periódico físico, que llega a los lugares a los que internet no puede hacerlo. La presencia de los panteras vendiendo el periódico e involucrándose con la comunidad también fue importante para integrar al movimiento en las bases sociales. La revolución no será retuiteada, será liderada desde abajo en el terreno por las comunidades que más lo necesitan

Las confrontaciones públicas con la policía llevaron a los panteras a la sangría financiera por tasas legales y a un acoso brutal por parte del Estado. Esto, desafortunadamente, empujó a la perdición al movimiento y desvió la atención del activismo de base que estaban liderando los panteras. Los movimientos de hoy deberían acordarse de que las confrontaciones notorias no sostienen una organización; el primer objetivo debe ser arraigar la lucha en la vida diaria de las comunidades negras.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

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