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The Guardian en español

Un hacker dice que ayudó al presidente mexicano a ganar las elecciones

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

The Guardian

Jonathan Watts y David Agren —

Una campaña de artes oscuras digitales con hackers mercenarios ayudó a Enrique Peña Nieto a ganar las elecciones presidenciales de México en 2012, según un hacker colombiano encarcelado que dice haber estado implicado en esa operación. El estratega de campañas online Andrés Sepúlveda afirma que también ayudó a manipular elecciones en nueve países de América Latina robando datos, instalando malware y creando falsas olas de entusiasmo y burlas en las redes sociales.

En una entrevista en Bloomberg Businessweek, el colombiano –que está cumpliendo una condena de 10 años de cárcel– presume de su capacidad de piratear las redes de campaña y manipular la opinión pública. “Mi trabajo era emprender acciones de guerra sucia y operaciones psicológicas, propaganda negra, rumores... Todo el lado oscuro de la política que nadie sabe que existe pero todo el mundo puede ver”, manifiesta este hombre de 31 años a Bloomberg.

Las afirmaciones de Sepúlveda han sido refutadas con firmeza por algunas de las personas a las que acusa. Juan José Rendón, el asesor político de Miami que supuestamente contrató al hacker, ha asegurado a the Guardian que solo lo vio una vez y que solo empleó sus servicios indirectamente, a través de subcontratas, para un diseño web en 2005. “Es delirante”, ha valorado Rendón en una conversación telefónica. “Todo lo que describe es exactamente como el programa de televisión Mr Robot”.

Cambiar la opinión pública

Rendón ha negado todas las acusaciones delictivas y ha retado a Sepúlveda y a Bloomberg a aportar pruebas de lo que dicen en forma de emails o imágenes de cámaras de vigilancia. También ha puesto en duda la idea de que Internet sea decisivo en la formación de la opinión pública. “¿De verdad se puede cambiar la voluntad de la gente a través de las redes sociales? Quizá en Ucrania o Siria, donde no hay alternativas, sí. Pero aquí, donde hay televisión, prensa libre y campañas puerta a puerta, no es tan influyente”, ha opinado.

Aunque le pagaban bien por su trabajo, Sepúlveda afirma que su principal motivación es política. Ha apoyado a candidatos de derecha y de centro-derecha contra lo que denomina “dictaduras y gobiernos socialistas”. En México, sin embargo, manejó supuestamente un presupuesto de 600.000 dólares para desgastar las campañas de los dos principales rivales de Peña Nieto a ambos lados del espectro político: Josefina Vázquez Mota, del entonces gobernante Partido Acción Nacional, y Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática.

Se dice que su equipo instaló malware en las sedes de los dos candidatos, lo que les permitió vigilar los teléfonos y los ordenadores. Según la información, Sepúlveda veía borradores de discursos, planes de reuniones y programas de campaña mientras los escribían en el teclado.

Ejército virtual de cuentas falsas de Twitter

Sirviéndose de esa información, usó un “ejército virtual” de cuentas falsas de Twitter para desviar el debate público hacia temas que fortaleciesen a Peña Nieto –por ejemplo, aplaudiendo su plan de respuesta a la violencia relacionada con las drogas– o avergonzaran a sus rivales.

Sepúlveda relata que creó cuentas falsas de alta calidad que se habían mantenido durante más de un año para que pareciesen auténticas, y que generó 30.000 bots de Twitter que hacían subir los números de 'me gusta' y de seguidores, creando así memes y moldeando la discusión. “Cuando me di cuenta de que la gente se cree lo que dice Internet más que la realidad, descubrí que tenía el poder de hacer que la gente se crea casi cualquier cosa”, dice a Bloomberg.

La propaganda negra también podía estar más focalizada. Para distanciar a los seguidores católicos conservadores de un candidato regional de Tabasco, Sepúlveda explica que creó cuentas falsas de Facebook de hombres gays que proporcionasen un apoyo incómodo. En el decisivo Estado de Jalisco, enfadó deliberadamente a los votantes con llamadas de campaña automatizadas a las 3 de la mañana procedentes del candidato de izquierdas a gobernador Enrique Alfaro Ramírez, que luego perdió por un estrecho margen. En diferentes grados, dice que usó estrategias similares en otras elecciones durante ocho años en Venezuela, Nicaragua, Panamá, Honduras, El Salvador, Colombia, Costa Rica y Guatemala.

Sepúlveda está ahora en la cárcel por delitos de pirateo relacionados con las elecciones presidenciales de Colombia de 2014, cuando intentó ayudar al candidato opositor de derechas Óscar Iván Zuluaga, que se oponía a las negociaciones de paz con los rebeldes izquierdistas de las FARC. Tras sufrir supuestamente varios atentados contra su vida, ha decidido sacar a la luz sus acusaciones para poder obtener apoyo a una reducción de condena.

El hacker dice que destruyó la mayor parte de las pruebas y que muchos de los candidatos a los que ayudó pueden no ser conscientes de su papel, organizado a través de intermediarios. El líder de estos es Rendón, apodado “el Karl Rove de América Latina”. El artículo cita emails entre los dos hombres. Pero Rendón afirma que esos correos no venían de ninguna de sus cuentas.

La oficina de Peña Nieto publicó un comunicado este jueves por la noche, en el que dice: “Negamos cualquier relación entre el equipo de campaña presidencial de 2012 y Andrés Sepúlveda o que hubiese un contrato con el asesor J. J. Rendón”. También desmiente el uso de “la información y los métodos descritos en el artículo mencionado”. Afirma que “las acciones de la campaña cumplen con las reglas y restricciones establecidas en la legislación electoral aplicable”.

Jorge Ramírez Marín, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y vicecoordinador de la campaña de 2012, ha tachado la historia de “absolutamente falsa”. “No está basada en la realidad. Es francamente una fantasía”, ha afirmado. También señala que el PRI fue la oposición federal en 2012, aunque dominaba la mayoría de los cada vez más influyentes y opacos gobiernos estatales de México.

López Obrador, que quedó segundo en unas elecciones de 2006 que considera que fueron amañadas, ha manifestado en Facebook que las acusaciones no son “nada nuevo”, aunque las ve como algo “repulsivo y nefasto”. Rendón afirma a Bloomberg que ha trabajado en representación de candidatos del PRI durante 16 años.

Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo

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