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The Guardian en español

Irak responde al genocidio cultural con una exposición internacional

Juguete de barro del año 3000 antes de Cristo que será expuesto en la Bienal de Venecia.

Hannah Ellis-Petersen

El museo iraquí de Bagdad expondrá 40 objetos prehistóricos en la Bienal de Venecia de este año, incluidos algunos recientemente recuperados después del saqueo iniciado en 2003. Se trata de la primera vez en la historia en la que se permite que todos estos objetos salgan legalmente del país.

Antiguos frascos de barro, objetos médicos, instrumentos musicales y estatuillas de deidades y animales estarán entre los objetos en exposición, algunos de los cuales datan del 6100 antes de Cristo.

Es la primera vez desde 1988 que se concede autorización para sacar del país un objeto del museo. El museo de Bagdad reabrió sus puertas en 2015 después de estar cerrado durante 12 años, tiempo durante el cual se llevó a cabo un proceso de recuperación de los objetos robados y vendidos en el mercado negro durante la invasión de Irak de 2003.

La muestra en el Pabellón Nacional de Irak en la Bienal será una respuesta directa a lo que la comisaria, Tamara Chalabi, describe como el “genocidio cultural” que está cometiendo el ISIS en Irak y en Siria.

“Es más importante que nunca que la gente fuera de Irak vea estos objetos y entienda su significado cultural en un momento en el que están siendo destruidos de forma nihilista en Palmira, Nimrud y Mosul”, explica Chalabi en declaraciones durante el segundo día de la ofensiva para recuperar el oeste de Mosul, actualmente en manos del ISIS.

“Estos objetos tienen una universalidad que trasciende la geografía y creo que es un mensaje muy importante a transmitir en estos momentos y en un lugar como Venecia. La iniciativa lucha contra un prejuicio cultural que tiene la gente y la percepción de que en Irak no queda arte ni nada que merezca la pena guardar”, explica la comisaria.

La Fundación Ruya, que organiza la exposición en Venecia, ha tenido que luchar contra la “reticencia abierta” de las autoridades iraquíes y de la gente del museo de dejar salir del país los objetos, explica Chalabi. “Esta actitud cerrada está muy arraigada en las autoridades y es un resultado obvio del pillaje y del deseo de proteger lo que queda, por lo que ha sido difícil convencerles”, añade la comisaria.

“La idea de prestar o tener exposiciones de visita simplemente no existe. Incluso están ocultando algunas de las antigüedades más interesantes del mundo. Irónicamente, hasta ahora, a no ser de que un objeto haya sido robado, ha sido prácticamente imposible que salga de Irak”, indica.

Para Chalabi, historiadora, era importante incluir en la muestra algunos de los 15.000 objetos robados de la colección del museo durante la caída de Sadam Hussein, un tercio de los cuales ha sido posteriormente recuperado. Entre los objetos recuperados que irán a la Bienal de Venecia hay una pequeña medida de peso con forma de paloma y una estatuilla de barro representando a una diosa de la fertilidad. Ambas fueron devueltas al museo desde Holanda en 2010.

En lugar de seleccionar los objetos más excepcionales para el pabellón, se han priorizado objetos simples y representativos de la colección en su conjunto. Se expondrán objetos de la vida diaria, tales como un contrato de adopción y un texto de escuela de arcilla, ambos del periodo babilónico.

La colección tiene tales medidas de seguridad que ni siquiera se permitió a los comisarios entrar en el almacén del museo. En su lugar, tenían que solicitar específicamente cada objeto.

La exposición será titulada Arcaico y también expondrá nuevos trabajos de ocho artistas iraquíes contemporáneos. Chalabi señala que el pabellón ofrece una oportunidad excepcional para unir la cultura antigua y contemporánea de Irak, que está “cubierta de misterio y prejuicios para mucha gente”.

Chalabi espera que esto finalmente abra canales culturales de entrada y de salida en Irak y rompa a su vez con el pensamiento de que la única forma de preservar y guardar la colección es mantenerla “herméticamente sellada dentro del museo”.

“Existe una gran dicotomía entre el Irak antiguo y el actual y todo lo del medio se pierde”, añade. “Así que esta iniciativa intenta conectar los dos —Irak como cuna de la civilización, Jardín del Edén de la antigüedad, y después la guerra, la destrucción y el caos de hoy en día— y establecer un diálogo entre lo viejo y lo nuevo.

La historiadora es hija de Ahmed Chalabi que, como líder del Congreso Nacional Iraquí —en el exilio y financiado por Estados Unidos— recomendó al gobierno de George W. Bush ir a la guerra.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

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