El proceso de paz en Ucrania se desmorona tras el bombardeo del Ejército sobre Donetsk
Al menos cuatro civiles han muerto, dos de ellos niños, este domingo en el este de Ucrania, un día marcado por el bombardeo a gran escala iniciado esta madrugada por el Ejército ucraniano sobre zonas separatistas de la autoproclamada república de Donetsk, y que amenazan con arruinar los avances prometidos con la declaración del alto el fuego de los acuerdos de Minsk.
El Gobierno ucraniano ha informado del fallecimiento de dos niños de 7 y 16 años en la ciudad de Vuhlehirsk, una localidad bajo control del Ejército en Donetsk, por el impacto de un misil en un edificio gubernamental. Por otro lado, las autoridades separatistas han lamentado la muerte de otras dos personas por el impacto de un proyectil contra una parada de autobús en la ciudad de Gorlovka, que además ha dejado 16 heridos.
Según Kiev, esta ofensiva ha conseguido que recuperen el control del aeropuerto internacional de Donetsk, que el sábado había sido tomado completamente por los separatistas y que se encuentra absolutamente devastado tras meses de enfrentamientos para conquistar uno de los puntos estratégicos del conflicto.
El portavoz militar Andrii Lisenko ha declarado que el Ejército “ha tenido éxito a la hora de limpiar de presencias separatistas el territorio del aeropuerto, que pertenecía a las fuerzas ucranianas según dictaban las líneas de separación militares”. Este es el argumento esgrimido por Ucrania para justificar que la operación no ha supuesto una violación de los acuerdos de Minsk, ya que se ha limitado a recuperar el terreno arrebatado por los rebeldes desde la firma del mismo.
El Protocolo de Minsk es un acuerdo marco firmado el 5 de septiembre para la resolución pacífica del conflicto del este de Ucrania pactado por Rusia, Ucrania y las autoridades de las regiones separatistas de Lugansk y Donetsk. El acuerdo, concretado en doce puntos, establece una zona neutral de 15 kilómetros para separar a los dos bandos y una zona de exclusión para artillería pesada (más de 100 milímetros) de 30 kilómetros a cada lado de la línea de separación.
Este día de violencia coincide con la celebración de una “marcha por la paz” en Kiev por los fallecimientos de 13 civiles en un ataque separatista, según las autoridades ucranianas, a un autobús de pasajeros. En el evento, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ha proclamado ante los asistentes que “no se cederá ni una pulgada de tierra ucraniana”.
Negociaciones de paz en peligro
El líder rebelde Alexander Zajarchenko culpó al Ejército ucraniano por los bombardeos en los alrededores de Donetsk. “Estamos hablando de que Kiev está tratando de desatar la guerra de nuevo”, afirmó, citado por Interfax.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha expresado este domingo su preocupación sobre el incremento de la violencia en el este de Ucrania después de que el Ejército ucraniano lanzara esta “operación masiva” en Donetsk y sus alrededores.
“Nos preocupa la escala de la situación y de las hostilidades. Se ha creado una situación que en modo alguno contribuye a implementar los acuerdos de Minsk para el alto el fuego, así como la futura búsqueda de una solución”, ha declarado el portavoz de la Presidencia de Rusia, Dimitri Peskov.