Zelenski agradece a los líderes de la UE su apoyo frente a Trump en una reunión en la que Orbán amenaza con quebrar la unidad
Una vez más tras tres años de guerra, Volodímir Zelenski ha llegado a Bruselas arropado por los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, Ursula von der Leyen y António Costa, y con el apoyo de la inmensa mayoría de líderes de los 27, a excepción del ultraderechista húngaro Viktor Orbán. Eso no ha cambiado, pero sí lo ha hecho el contexto internacional con la victoria de Donald Trump, que ha dado un golpe en el tablero geopolítico al alinearse con Vladímir Putin para unas negociaciones de paz que dejan a Kiev y a la UE al margen. Una semana después de ser humillado en la Casa Blanca, Zelenski ha agradecido el apoyo a la Unión Europea antes de una reunión de los jefes de Gobierno en la que discutirán el aumento del gasto militar.
“Gracias por esta señal de apoyo fuerte desde el comienzo de la guerra y durante todo este periodo. La semana pasada estuvisteis con nosotros”, ha dicho Zelenski a su llegada a Bruselas junto a Von der Leyen y Costa en unas declaraciones en las que no ha mencionado expresamente a EEUU, pero la alargada sombra de Trump está muy presente. “No estamos solos y esto no son solo palabras, lo sentimos”, ha agregado el presidente ucraniano, que ha asegurado que es una “fuerte señal” para el pueblo ucraniano.
“Agradezco todo el apoyo, y los ucranianos valoran mucho que en un tiempo con tantas emociones en la política global Europa preserve su integridad y trate verdaderamente de hacer lo correcto”, ha escrito Zelenski en la red X tras el encuentro. Al mismo tiempo, se ha mostrado esperanzado en recuperar la sintonía con EEUU: “Los equipos de Ucrania y EEUU han reanudado el trabajo y esperamos tener una reunión sustanciosa la semana que viene”.
Tanto Von der Leyen como Costa le han brindado el apoyo de la UE, aunque el portugués ha sido más explícito ante la delicada situación que encara Zelenski por el pulso de Trump. “Estamos aquí para ayudar a Ucrania para una completa y duradera paz. Estamos contigo, continuamos contigo ahora y continuaremos en el futuro”, le ha dicho el presidente del Consejo Europeo, que ha asegurado que le corresponderá a él determinar “el momento” para las negociaciones de paz.
Los líderes que han ido pasando ante las cámaras antes de la reunión en la que analizarán el 'plan de rearme' que ha planteado Von der Leyen también han expresado su férreo respaldo a Ucrania. Sin embargo, Orbán llega a Bruselas envalentonado y dispuesto a bloquear las conclusiones del Consejo Europeo sobre la guerra al considerar que la solución es la que plantea Washington. El líder ultraderechista siempre ha sido una piedra en el zapato de la UE para el apoyo a Ucrania y ha bloqueado la mayoría de medidas de apoyo.
En esta ocasión, la salida que ven los líderes de la UE es que si veta las conclusiones se haga una declaración a 26 (o incluso a 25 si el populista eslovaco Robert Fico le siguiera) con un lenguaje más duro respecto a la situación que atraviesa Ucrania.
“Hay países tanto dentro como fuera de Europa, que lo que buscan es una Europa dividida, no la quieren unida”, ha expresado Pedro Sánchez a su llegada a la reunión en la que van a abordar cómo ayudar a Ucrania y el aumento del gasto en defensa. Sánchez ha insistido en que es pronto para hablar de garantías de seguridad para ese país una vez que termine la guerra y que países como Francia o Reino Unidos apuestan por que sea el envío de tropas europeas en misión de paz. El español ha asegurado que se está en“etapas muy prematuras para saber exactamente cuál es la participación que debe tener Europa en la paz”.
A pesar del apoyo que expresan los líderes de la UE, la que está viviendo en sus carnes las dificultades es la alta representante, Kaja Kallas, que ve cómo le han dado un portazo a su propuesta de enviar otros 20.000 millones de euros extra a Ucrania. Aún así, la estonia ha tratado de restarle importancia, al igual que ha hecho con el bloqueo de Hungría al apuntar a la “coalición de la voluntad” de manera que “un país no puede bloquear a todos los demás”.
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