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Primeras impresiones de Anno 2205. El siguiente objetivo, la Luna

Anno 2205 imagnes preview

Álvaro Alonso

Anno, la saga de estrategia y gestión económica de Blue Byte Studios supera fronteras. Tras varias entregas en las que hemos pasado de colonizar islotes caribeños a organizar los últimos terrenos secos de la Tierra, ha llegado la hora de tomar las riendas de una sociedad futurista (más incluso que la de Anno 2070) y construir grandes urbes, gestionar recursos y, si somos hábiles, incluso colonizar la luna.

Con una franquicia como esta, es difícil no tener la expectativas muy altas cuando sale a la venta una nueva entrega. Anno 2205 es uno de los títulos de estrategia más prometedores del año, y ahora, gracias a la preview organizada por Ubisoft, hemos sido capaces de hacernos unas primeras impresiones del juego. ¿Queréis saber qué nos ha parecido?

Los primeros pasos

Los primeros pasosAunque no hemos podido avanzar todo lo que hubiéramos deseado en Anno 2205, lo cierto es que hemos quedado muy satisfechos con la propuesta de Blue Byte Studios. Desde el principio demuestra ser un juego que engancha, que los amantes del género apreciarán especialmente. ¿Y cuáles son sus mecánicas?

Comenzamos teniendo que elegir el nombre de nuestra compañía, el terreno donde vamos a operar (de mayor o menor extensión) y la dificultad de juego. Lo primero es atraer mano de obra, trabajadores que nos ayuden a sacar adelante nuestros proyectos, y eso lo haremos construyendo casas e infraestructuras pensadas para cubrir sus necesidades básicas. Por ejemplo, campos de arroz para ofrecerles comida orgánica, depuradoras de agua, recintos eólicos para proporcionarles energía... Para que todos estos edificios sean útiles y no meros elementos decorativos sobre el escenario, tenemos que unirlos mediante calzadas, de forma que sean accesibles.

Una vez hemos cubierto las necesidades básicas de nuestros trabajadores, podemos ascenderlos a operarios, más exigentes que sus predecesores. Estos piden infraestructuras más específicas, como concentradores de vitaminas o cadenas de información. El objetivo es conseguir atraer a la población más “distinguida” y preparada, y eso sólo lo conseguiremos haciendo que nuestra ciudad ofrezca todas las comodidades.

Eso sí, conseguir eso tiene un coste. Tendremos que gastar mucho dinero y mucha energía para que todo funcione, y eso no aparece por arte de magia. Tendremos que llegar a acuerdos comerciales, ahorrar y decidir qué construir en cada momento. Si nos liamos a llenar nuestra urbe de instalaciones sin ton ni son, probablemente acabemos con nuestra cuenta al descubierto, con ciudadanos descontentos y con bajones energéticos. Y eso es algo que no deseamos, ¿verdad?

Uno de los aspectos más interesantes del juego es que hay tres zonas colonizables. Por un lado está la región ártica, con unos recursos determinados y edificios exclusivos, y por otro la región templada. Para obtener el mejor resultado tendremos que intercambiar recursos entre una y otra, de forma que ambos lados prosperen a la par. Una vez hayamos alcanzado un nivel tecnológico y social suficientemente alto, podremos viajar a la tercera región, la lunar, y colonizarla. De esta forma tendremos el planeta Tierra y su satélite en nuestras manos, una experiencia espectacular cuyo mayor atractivo es la globalidad que ofrece, haciendo que de verdad todas las zonas estén conectadas y se necesiten las unas de las otras, aunque sean independientes.

Otros aspectos positivos son, por ejemplo, la progresión del juego, haciendo que los avances tecnológicos lleguen poco a poco, con lógica y sin resultar abrumadores. Además, la forma de interactuar con los trabajadores, hacer mejoras a las factorías, etc., son muy intuitivas, haciendo que nos acostumbremos rápidamente a las mecánicas, incluso estando en inglés.

Pero por supuesto, gestionar y expandir nuestra urbe no es lo único que tendremos que hacer como líderes del nuevo mundo. También tendremos que superar misiones de combate, a las que accederemos a través del mapa estratégico y gracias a las cuales ganaremos recompensas en forma de energía, robots constructores, etc.

Las batallas navales suponen un reto muy divertido, ya que tendremos que mover a nuestras unidades por el mapa derribando enemigos, recogiendo cargamentos y salvando barcos mercantiles aliados, por poner algunos ejemplos. Los primeros enfrentamientos estarán chupados, pero a medida que ganemos relevancia nos encontraremos en más de un aprieto. ¿Lo mejor? Que si no nos gustan los combates podremos ignorarlos y centrarnos en la gestión sin que afecte a la partida.

Como decíamos, hemos probado una fase beta del juego, y aunque aún hay algunos defectos que pulir en la versión final, los cierto es que hemos quedado gratamente sorprendidos. El diseño de los mapas está muy trabajado, encontrándonos con escenarios naturales tan amplios como bellos. Además, las infraestructuras están muy conseguidas, combinando perfectamente con esa mezcla de realismo y ciencia ficción que ambienta el título.

Técnicamente, Anno 2205 parece que va a ser un espectáculo, ya no sólo por la calidad de sus escenarios, sino por su buen rendimiento, su música cautivadora y su apartado artístico. El nivel de detalle de la superficie lunar, los edificios y los vehículos es asombroso, y podríamos seguir un rato alabando el juego de esta manera, pero mejor será ir concluyendo y dejar algo para cuando realicemos el análisis final.

En definitiva, hemos quedado muy satisfechos con esta preview. Con esta primera toma de contacto, lo cierto es que Anno 2205 no ha decepcionado: es un juego divertido, entretenido, al que puedes engancharte durante horas sin darte ni cuenta. Un gran exponente de una saga que siempre ha destacado por su calidad, y que parece que por el momento no flojea.

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