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ENTREVISTA Secretaria general de CCOO Madrid

Paloma López: “Con Ayuso nos podremos entender en el diálogo; si no, tendremos que buscar otras formas”

La secretaria general de CCOO Madrid, en la sede del sindicato.

Aitor Riveiro

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Vuelve a la que fue su casa durante muchos años, tras lo que ella misma califica como un “paréntesis” político en el que fue eurodiputada de IU, y en el que llegó a disputar la dirección de la coalición a Alberto Garzón. Paloma López (Madrid, 1962) ha sido elegida secretaria general de CCOO Madrid. López obtuvo el respaldo del 62% de los delegados que asistieron al XII Congreso de la mayor organización sindical de la región. Pese a ser la única candidata a dirigir la organización, casi un 30% optó por la abstención. “No es un voto en contra”, matiza en una conversación con elDiario.es. Y añade: “A mí esas cosas me gustan. Lo prefiero a los resultados a la búlgara. Te obliga a ser más cuidadosa con lo que estás haciendo y con lo que tienes que plantear de cara a futuro”.

La llegada de López marca un punto de inflexión en CCOO en Madrid. No tanto porque sea la primera vez que una mujer dirige el sindicato en la región. De hecho, en Extremadura Encarna Chacón inicia ahora su segundo mandato. En Andalucía, Nuria López se ha postulado para obtenerlo. Y en Baleares ya estuvo al frente, en los peores años de la crisis de hace una década, Katiana Vicens. Y casi a la vez que el relevo en Madrid se ha producido un hecho incluso más relevante: la elección de Garbiñe Espejo al frente de la todopoderosa federación de Industria de CCOO.

La elección de una mujer en Madrid estaba asegurada ya que la otra opción era Paloma Vega, responsable de Organización de la dirección saliente. Y ahí sí hay más cambio: es la primera vez en este siglo que el secretario general saliente no determina a quien debe sustituirle. Finalmente hubo un acuerdo para una lista unitaria a la Comisión Ejecutiva que logró, esta vez sí, ese respaldo “a la búlgara” próximo al 100% de los votos.

A la toma de posesión de Paloma López no acudió la presidenta electa de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Tampoco nadie del Gobierno regional. Una situación nada habitual, “atípica”, en palabras de la secretaria general. “Nosotros se lio hemos hecho saber. Somos la organización social más importante de esta comunidad, lo lógico es que mandes una representación”, asegura. En la Puerta del Sol debieron de tomar nota del mensaje porque Ayuso remitió una carta a López a los pocos días y sus gabinetes ya están cuadrando agendas para una primera reunión.

López quiere “normalizar las relaciones institucionales” con el Gobierno autonómico, el de la capital y los demás ayuntamientos. Tener una “relación fluida” para explotar aquello en lo que, asegura, destaca el sindicato: la propuesta y la negociación. “Lo que queremos, lógicamente, es incidir en las decisiones que vaya a tomar el Gobierno de la Comunidad” en materias como fiscalidad, servicios públicos o industria.

- ¿Y hay margen para un entendimiento?

- Esperemos que sí.

- Hoy mismo (por el jueves) ha dicho Ayuso que “de desigualdad no muere nadie, pero de pobreza sí”. ¿Qué respondería?

- Pues que de desigualdad, y de pobreza, sí se muere gente. Ese es el problema.

López, que hace suya la máxima sindical de la concertación social, insiste en que ellos quieren hacer “mucha pedagogía”, tanto a las instituciones como a la sociedad. “Que se entienda bien qué es lo que nosotros decimos. Porque cuando pedimos un aumento de impuestos, estamos hablando es de servicios públicos. Y cuando hablamos de una mejora de los servicios públicos, estamos hablando de salarios en diferido”, expone. Y sigue: “Cuando nosotros estamos hablando de un modelo productivo, estamos hablando de un modelo territorial. Cuando hablamos de terminar con la desigualdad y con la pobreza, estamos hablando de democracia. Y eso hay que explicarlo bien”.

- ¿Y si no cala el mensaje?

“Tenemos las dos caras de la moneda. El sindicato también tiene músculo”, apunta. Y afina: “Nosotros tenemos una propuesta, impecable, para cambiar un modelo económico y social que no compartimos. Y la vamos a defender en las mesas de negociación y en la movilización, si corresponde defenderlas en la movilización”.

La pelota, dice, está en el tejado de Ayuso y del PP de Madrid. Es quien debe elegir qué tipo de trato tiene con CCOO: “Si considera que tenemos que tener unas buenas relaciones y, por tanto, incidir en las decisiones que se adoptan y avanzar en la mejora de vida de los trabajadores y de las trabajadoras, no va a haber ningún problema. Pero nosotros tenemos muy claro a quién defendemos. Defendemos a los nuestros, a los trabajadores y las trabajadoras. Defendemos la mejora de sus condiciones materiales de vida, la necesidad de unos servicios públicos fuertes. Nos podremos entender en el diálogo. Y si no, tendremos que buscar otras formas. Pero esto no es ninguna sorpresa. Esto es el avance del sindicalismo”.

Paloma López es consciente de que los sindicatos viven una situación bien diferente a la de hace una década, cuando era secretaria de Empleo y Migraciones de la dirección confederal de CC OO y tenía “miles de expedientes de regulación de empleo encima de la mesa, miles”. “Y el fogasa colapsado”, añade. La crisis que comenzó en 2008 y estalló totalmente a partir de 2010 se llevó por delante mucha cosas. También la confianza en la acción sindical. “En ese momento, todo lo que era institucional tuvo una crítica severa”, reconoce, aunque defiende la labor sindical como “un muro de contención”, un “dique”, negociando expedientes mientras se multiplicaban las bajas, arreciaban las críticas y los escándalos. En Madrid, además, las tarjetas black y, en general, el papel de los sindicatos en Caja Madrid-Bankia cayó como una bomba de la que tardaron años en recuperarse.

Pero lo hicieron. La afiliación no ha dejado de subir en paralelo al crecimiento del número de trabajadores. Los relevos en las cúpulas sindicales ayudaron. También el papel que la negociación colectiva ha jugado durante toda la pandemia. Ahora se negocia la recuperación de la negociación colectiva, algo que Paloma López defiende con uñas y dientes. “La prevalencia del del convenio sectorial sobre la empresa para el sindicato es un elemento central”, asegura. López recuerda que en Europa hubo decenas de actuaciones como la del Gobierno del PP en España. “Y en todas, se está corrigiendo”, asegura. “Es donde se establecen las relaciones de igualdad, para nosotros es fundamental recuperarlo”, añade, no sin defender que gracias a la penetración de CCOO en las empresas se pudo sortear en parte el daño provocado por la reforma de 2012.

Paloma López defiende en este sentido la labor de Yolanda Díaz. Primero, como ministra de Trabajo. Y ahora, como vicepresidenta. Ambas se conocían de la militancia en IU, donde incluso estuvieron en trincheras diferentes en los peores momentos para la coalición en 2015 y 2016. Pero para López, la clave de la líder de Unidas Podemos no está en su militancia política, sino en su tradición sindical.

“No me ha sorprendido precisamente porque la conocía”, asegura. Y confiesa: “Esto va a sonar un poquito pedante, pero ella viene del ámbito sindical. Y cuando vienes del ámbito sindical, estás permanentemente pegada al suelo, a la realidad”, expone.

López aborda también en su conversación con elDiario.es los fondos europeos que deben comenzar a llegar a partir del verano. “¿Qué necesita Madrid? Necesita todo”, responde. La dirigente sindical explica que la región pierde cada vez más capacidad industrial, algo que, asegura, no es tolerable. “Y no hablo de la industria tradicional, hablo de digitalización, tecnología, energía, cambio climático, economía circular, innovación,... No puede ser que Madrid vaya perdiendo este sector de forma sistemática”, lamenta. “No podemos tener una parte muy importante de nuestro empleo basado con precariedad, rotación y poco valor añadido”, dice. “No puede ser”, explica, “porque aumenta la desigualdad y en 20 kilómetros tienes grandes núcleos financieros y bolsas de pobreza”. La secretaria general del CCOO añade al Ayuntamiento de Madrid. Y advierte: “Vamos a estar muy atentos en qué utilizan esos fondos. Apretaremos para que se destinen a lo que ha dicho la UE, no para otras cosas”.

Su llegada a la dirección del sindicato coincide con un vuelco en el campo político progresista. Por primer vez no es el PSOE el partido mayoritario, sino Más Madrid. Paloma López, diplomática, asegura que para ellos el único cambio es “protocolario”. Es decir, en el orden en el que se reunirán con las tres formaciones, a la que se añade Unidas Podemos. López, que ha estado en ambos lados, defiende la autonomía del sindicato: “El sindicato tiene su propio ritmo, su propio tiempo. A veces coinciden y a veces no”.

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